Rosas

1

Rosas marchitas en un florero de cristal:

los pétalos secos, los tallos
pudriéndose en el agua.

Agua verde en un florero de cristal: una pecera
donde incuban monstruos diminutos.

Un florero de cristal: el perfumero de las solteronas.

Rosas marchitas: la juventud perdida, la belleza
perdida, el amor que no llegó
y la vida que se fue: ay, las tías abuelas.

2

El perfume de las tías abuelas: una rancia dulzura

con la que marean a sus visitas hasta dejarlas indefensas.

Sus visitas: ay, esos incautos.

Sus visitas: esporádicos sobrinos
movidos por la culpa, la caridad o la ambición.

Los sobrinos.

Y los hijos de los sobrinos: niños con cara de obligados:

víctimas berrinchudas que despiertan en las tías
un amor insaciable y tremendo.

El amor de las tías: una experiencia escalofriante.

Los besos de las tías: una viscosa prueba del más allá.

El abrazo de las tías: huesudo y fofo.

El abrazo feroz
de quien se aferra a la vida incluso después de la vida:

un cariño que se tensa hasta el rígor mortis: sus brazos muertos

ya no te soltarán…

3

Rosas en un florero de cristal: marchitas

pero voraces: plantas resucitando carnívoras: flores zombis.