Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Entré a buscarlos.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Hallaron al famoso “desaparecido”. La TV los siguió con cámaras y micrófonos.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Ahora la gente me cree profeta por hablar como una multitud.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Buscaban al dinosaurio. Idiotas: como si aún estuviera allí. Mejor me voy a dormir.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Mejor: el jefe estaba loco, deseaba secuestrar a la niña de mis ojos.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Uno de ellos era Julio Verne. Iba a no sé qué centro. Me dio pena decirle.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Ahora como y no engordo. De hecho es bastante horrible.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Bebí café hirviente hasta matarlos; ahora no sé qué es lo que no me deja dormir.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Hallaron ex-novias, enemigos, muertos: ya decía yo que me trago muchas rabias y pérdidas.
Un equipo de exploradores se perdió en mi garganta. Uno logra tocar la campanilla. —¿Quién? —pregunto, y voy a la puerta.