Equivalentes mentales: Las pautas de pensamiento que dan forma a nuestra experiencia

Tanto el bien como el malestar en nuestras vidas son consecuencias de las pautas de pensamiento que forman nuestras experiencias. Todos tenemos muchas pautas mentales que nos producen experiencias buenas y positivas; éstas las disfrutamos. Lo que aquí nos interesa son las pautas de pensamiento negativas que nos producen experiencias desagradables y nada gratificantes. Nuestro deseo es cambiar nuestro malestar en la vida por una salud perfecta.

Hemos aprendido que para cada efecto en nuestra vida hay una pauta de pensamiento que lo precede y lo mantiene. Nuestras pautas de pensamiento constantes crean nuestras experiencias. Por consiguiente, al cambiar estas pautas podemos cambiar nuestras experiencias.

Qué alegría sentí cuando descubrí por primera vez la expresión «causas metafísicas». Estas palabras describen el poder que hay en las palabras y en los pensamientos; poder que crea experiencias. Este nuevo conocimiento me hizo comprender la conexión existente entre los pensamientos y las diferentes partes del cuerpo y los trastornos físicos. Me enteré de cómo, sin saberlo, había creado malestar en mí misma, y esto tuvo gran importancia en mi vida. Podía dejar de culpar a la vida y a otras personas por lo que iba mal en mi vida y en mi cuerpo. Ahora podía responsabilizarme totalmente de mi propia salud. Sin reprocharme ni sentirme culpable, comencé a descubrir la forma de evitar las pautas de pensamientos de malestar en el futuro.

No lograba comprender, por ejemplo, por qué tenía tortícolis una y otra vez. Entonces descubrí que el cuello representa la flexibilidad en las opiniones, la disposición a ver los diferentes aspectos de un asunto. Yo había sido una persona muy inflexible que, por temor, me negaba a considerar otro aspecto de algún tema. Pero a medida que me fui haciendo más flexible en mi forma de pensar, y más capaz de ver, con afectuosa comprensión, el punto de vista de los demás, dejó de causarme molestias el cuello. Ahora, cuando siento algo de rigidez en el cuello, trato de ver dónde está esa rigidez en mi pensamiento.