Chandler había dejado las siguientes instrucciones en una carta a su abogado, escrita dos años antes de su muerte. «Wright» era Leroy Wright, que había ayudado a Chandler a redactar su testamento en La Jolla.
P. S. Wright se olvidó de un punto, y yo me olvidé de mencionárselo en la carta adjunta, pero lo haré ahora. Quiero un servicio fúnebre de la Iglesia de Inglaterra o episcopaliana, según donde muera, quiero ser incinerado, y quiero que mis ojos vayan a un banco de córneas, si los aceptan. Como los ojos deben sacarse, según me dijeron, antes de que pase media hora de la muerte, para que sirvan, y deben refrigerarse inmediatamente, parece que eso exigiría algún documento ejecutado en regla entre alguna organización, como un banco de ojos, y yo. La mutilación de un cadáver, excepto para la autopsia y el embalsamamiento (este último es obligatorio en este país) es ilegal, así que el derecho a hacer eso probablemente tiene que ser dado en un documento específico.
En cuanto al servicio fúnebre, no tengo nada que decir al respecto; que se haga en cualquier parte menos en una iglesia, y que no haya nada más que el servicio formal para el muerto: que no se lean poemas, ni se pronuncien discursos, ni haya una de esas malditas personas corteses de la casa funeraria o la capilla. No sé dónde fui bautizado, pero fui confirmado en la Iglesia de Inglaterra por el obispo de Worcester y de joven fui muy devoto. Mi esposa recibió su servicio en una iglesia episcopaliana, aunque ninguno de los dos la habíamos pisado. El vicario era amigo mío, pero no creo que esa fuera la razón. Creo que uno tiene derecho a eso.
R.