Ethan


Ethan cierra la tapa de su portátil y levanta el papel que ha impreso. No quiere seguir las instrucciones mal. No si eso quiere decir que no conseguirá el ordenador nuevo que necesita. Los gráficos del que tiene ahora son una mierda. Y la velocidad del procesador… Normal que estén dándole una paliza en el Mercenary of War. Pero el que D.E.S.E.O. le dará después de esto lo hará posicionarse en lo alto de la lista de clasificación en nada de tiempo. A lo mejor no es lo más recomendable, pero en el gran esquema de las cosas, tampoco es que sea para tanto. En esencia, Ethan se dice a sí mismo que solo va a gastar una broma inocente.

Vale, puede que no tan inocente, pero no es como si alguien fuera a hacerse daño de verdad ni nada así. Y los héroes de Mercenary of War a veces deben participar en misiones en las que en realidad no creen. Es la única forma de obtener la experiencia y fama necesarias para subir de rango. Simplemente va a hacer lo que su personaje haría. Y cuando termine, tendrá un ordenador nuevo. Nadie puede culparlo. Y si su madre pregunta por el PC, bueno, Ethan le dirá que por fin ha ahorrado bastante dinero como para comprárselo. Técnicamente no es mentira. Porque D.E.S.E.O. le pagará por el trabajo que le ha pedido que lleve a cabo. Su primer encargo como mercenario en la vida real.

Pero cada cosa a su tiempo. Ahora tiene que pasear a Sombra y reconocer la zona. Un mercenario siempre reconoce el terreno antes de realizar una misión, es la única forma de garantizarse el éxito. Y si lleva a Sombra, nadie se preguntará qué está haciendo paseando con el frío que hace, ni pensarán en él cuando oigan lo que va a pasar después. Es la tapadera perfecta. Siempre y cuando no lo pillen.