| |
Sam miró a Jai compasivamente. Ella no esperaba que le dijera todo lo que tenía, e irónicamente, Sam entendió por qué Jai había reaccionado de la manera que ella lo había hecho. La mujer ya había liderado una larga lista de experiencias para su edad, y era difícil para Sam estar decepcionado por la confusión de Jai. Sam sabía lo que era luchar por la libertad, pero su lucha y la lucha de Jai eran un poco diferentes.
Sam estaba luchando por su independencia, algo que nunca había tenido. La escasa cantidad de autodependencia que tenía, estaba llena de largos días de tratar de sobrevivir. Quería saber cómo ser independiente y feliz por sí misma. Necesitaba saber que podía tener su propia tranquilidad. Ahora, Jai había llegado a su vida, y las cosas habían cambiado radicalmente. Ella quería estar con la otra mujer y seguramente no quería renunciar a todo lo que habían construido durante su tiempo en la granja, pero necesitaba encontrarse a sí misma antes de comprometerse con otra persona.
Jai tenía su propia autorreflexión que hacer. Era hora de que explorara quién era y qué quería. Sam había asumido que parte de la razón por la que estaba en la granja era para obtener la paz de su vida acelerada. Es hora de volver a la realidad y hacer los cambios necesarios para que un nuevo futuro sea posible.
"Jai, quiero salir contigo", comenzó Sam. "Pero primero, voy a pasar un par de meses solo y juntar mi vida. Quiero saber que puedo hacerlo por mí mismo antes de ponerme en otra relación. ¿Me esperarás?"
"Sí, por supuesto", declaró Jai. "Ya es hora de que salga de la granja y me vaya a casa de todos modos. Hay muchas cosas que tengo que hacer por mí mismo, y ya es hora de pagar las cuentas de nuevo. Mis ahorros han estado recibiendo una paliza sin que yo tire de algún papel".
––––––––
"ESTÁ BIEN", DIJO SAM. "Nos reuniremos en la finca en tres meses, el quinto del mes. ¿Trato?"
"Trato", respondió Jai.
"Y si todavía tienes sentimientos por mí en ese momento, comenzaremos a salir", declaró Sam. "Nos lo tomaremos con calma".
"Por supuesto", sonrió Jai.