Este libro fue posible gracias a la respuesta generosa que tuvo mi primer libro, The Heart of Adicction (El corazón de la adicción). Les doy mis más sinceras gracias a aquellos que se mostraron receptivos ante un enfoque nuevo y muy distinto respecto al tratamiento de las adicciones.
Connie, mi esposa, una escritora con talento, leyó cada palabra de este libro antes que nadie, y cuando se sintió satisfecha, supe que estaba listo para que lo leyeran otros. También aceptó con paciencia mis peticiones de que se leyera una y otra vez las secciones en las que más había trabajado. Apoyó mis esfuerzos en este libro lo mismo que me ha apoyado en la vida.
También quiero darle las gracias a mi editor de Harper Collins, Jason Sack. Además de ser alguien con quien es un placer trabajar, me ofreció sugerencias muy valiosas que han mejorado mucho la lectura del libro.
Quienes también me han ayudado con mucho, desde fraguar palabras descriptivas hasta ideas para la cubierta del libro, han sido Zachary Dodes, Joshua Dodes, Farrah Dodes, Pamela Douglas y Rowena Raborar. No hay nada mejor que la familia, y les doy las gracias a todos por ello.
Zick Rubin me ayudó a encontrar a mi maravilloso agente, Ed Walters, y también les doy las gracias a ambos.
Por último, pero no por ello menos importante, debo repetir lo que dije en mi primer libro: que mis investigaciones sobre la adicción no habrían sido posibles sin los muchos pacientes que me han permitido conocer sus vidas, tanto internas como externas, y que han compartido conmigo su viaje hacia la comprensión de sí mismos. Gracias, gracias a todos y cada uno de ellos.