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INFORME #34424-226

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Nadie asume riesgos innecesarios.  Mi misión principal era completar la experimentación durante cien años.  Esa misión fue abortada por la misma realidad de los hechos desde el mismo momento, que sobrepasé la barrera del tiempo indicada por los científicos de mi época.  Entonces ahora debía enfocarme, en que nueva misión era estudiar esta nueva sociedad.  Debía estudiar: ¿El cómo? ¿El cuándo? ¿El dónde?...  El por qué había salido ileso de una terrible guerra nuclear.  Tal vez mis informes serian leídos por alguien en particular, que le dieran el valor necesario para justificar mi nueva vida llena de muchos paradigmas.  Los detalles de esta ciudad, no dejaban de asombrarme cada día.  Siempre estaba a la espera de una novedad, que colapsara mi mediana credulidad.

Ya nada representaba una frontera al entendimiento, aunque a mí me costara mucho, los hechos siempre estaban a la orden del día superando todos los parámetros.  Esta especie de bitácora redactada por mí, fue aprobada por el fórum del Consejo de Maestros Mayores.  Especie de gobierno totalitario que dirigía los destinos de una ciudad, la cual todavía no entendía.  No tenía noción de sus fronteras.  No tenía noción de su estructura, ya que todavía no había podido salir de sus linderos.  Lo crean a no, esta nave es inmensa, es interplanetaria según los últimos datos recopilados por mí.

Sara22, me prestó una tabla digitalizada no conectada a ningún terminal de la nave.  Así que empecé a escribir en ella todos los datos recopilados, para un informe general de mi situación en WAF.  Tenía mis sospechas, pero al final la incertidumbre fue vencida por lo irreverente de la realidad.  Mis tareas habían estado repartidas en los estudios de la educación prehistórica de la era materialista.  Pude encontrar receptividad en los asuntos del pasado y tratar de entenderlos, aunque fuera a veces por pura curiosidad.  La educación siempre iba dirigida a crear una raza superior, que superara las deficiencias de aquella que formó parte de mi época.

Sobre todo, el sentimiento del engaño vil de la mentira, que era muy repudiado en esta época. En el fondo se trataba de crear una sociedad, que asegurara la especie humana por unos cinco milenios más.  La economía como tal no existía, pues no existía moneda acuñada en circulación.  Hasta donde mis estudios lograron concluir, había tres grandes corrientes, que definían a la ciudad de WAF.  La corriente educativa, donde se preparaba a los estudiantes, a superar todas las debilidades de las generaciones propias del periodo materialista.  La científica y la tecnológica, para seguir apropiándose de los conocimientos cada vez más impresionantes.  Y la corriente política, que estaba dirigida a reconstituir la población humana sobre la tierra y a cederle una nueva oportunidad.  Sobre esto tenían muchas dudas, pero aguardaba el día cuando Sara22 me proporcionaría más datos al respecto.  Usando los aparatos traductores, logre ponerme en contacto con la chica robot de la sala llamada Historiador Neurodigitalizado.  Esto Solo fue posible mediante la intermediación de Sara22.

Logre en cierto modo, simpatizar con la chica robot, aunque suene extraño, ella tenía una central de procesamiento muy especializada, apreciaciones muy interesantes de la empatía de las personas.  Lograba concebir ideas más profundas de los otros robots.  En particular tenía una memoria muy amplia, que les permitía concatenar grandes volúmenes de información, que en su mayoría fueron tomados de las bases de datos antiguas.  Bases de datos de la telefonía celular.

Esas bases de datos fueron salvadas de alguna manera.  Todo indica, que los lugares donde estaban resguardados esos datos, eran fortificados contra bombas nucleares.  Esto le dio muchas caracterizaciones, para incorporar en estos especímenes robóticos.  Sus gestos de risa estaban ausentes en todo momento.  Los de sufrimiento también eran evidentes.  No tenían autorización a develar datos muy técnicos, ni información clasificada sobre políticas y nombres de los principales gobernantes de WAF.

Esa comunicación con la chica robot, me dejó una franca decepción.  Solo alcancé a manejar una información, que considere importante, los hombres con bata blanca trabajaban con seres de otro mundo.  Solo lo hacían a nivel energético, ya que ellos eran personas de carne y hueso con vidas prolongadas.  Con una edad avanzada de por lo menos quinientos años.  Habían encontrado, sin duda, la elipse de la inmortalidad en los glóbulos rojos y los órganos regenerados.  Este dato era significativamente importante para mi informe.

Una tarde mientras escribía en mi cubículo se apareció Sara22, venía de un patrullaje terrestre de las zonas afectadas.  Llegó con un talante desmotivado.  Hablaba con frases desconectadas, retomó temas que yo desconocía, como agua fabril, geografías tectónicas y relicarios furtivos.  Eran traducciones textuales del dispositivo traductor bucal.  Aunque en referencia al lenguaje de la época material, podía haber diferencias, los términos usados estaban muy cercanos a sus significados.

Quise entenderla, pero salió despavorida sin agregar más palabras como aterrorizada o espantada, por lo que vio más allá de las fronteras permitidas.  Me dijo que la acompañara en la siguiente expedición, a unas secciones de estudio clasificadas como cuatro greyes de radiación, que le sería de mucha ayuda con las tareas que adelantaba con el escuadrón de reconocimiento y avance.  Aquella noche no pude dormir.  La chica robot me consiguió unas cápsulas de alimentación adicionales, por lo que dediqué todo ese tiempo a resumir muchas ideas que me rondaban la mente.  Como la posible estructura de gobierno de WAF y sus derivados.  También me inquietaba la posibilidad de hablar con los maestros de bata blanca.  Quería tener una entrevista con ellos, Sara22 estaba al tanto de ese petitorio.

La mañana llego con la entrada de Sara22.  Preguntó que si estaba listo para la travesía, yo le dije que desde muy temprano.  Ella se sonrió.  Lo consideré a sabiendas, que ella estaba al tanto de lo que estaba haciendo, pero me dejaba tranquilo para verme conforme con lo que hacía.  Me costaba entender que todo allí se sabía.  Solo tenían que mirarte, auscultarte mentalmente y de seguida sabían todo lo necesario.  Yo era el que todavía deambulaba por allí en los pasillos, como si fuera una pizarra ambulante.

La acompañé por varios pasillos tipo conductos por donde no había pasado antes.  Volvimos a tomar el elevador llamado Transmutador de Origen.  Fuimos a parar, a lo que vendría siendo el sótano de la nave nodriza.  Era una especie de área de embarque y desembarque de naves más pequeñas tripuladas, como de aproximadamente veinticinco metros cuadrados.  Estas naves eran exploradoras, usadas para visitar las áreas afectadas por el invierno nuclear.  Sara22 me presentó con el piloto, que no era humano, era un ciborg igual que yo.  Me quede con la mano descolgada, pues no terminaba de entender que aquí solo bastaba mirarse unos segundos, para saber tus más profundos secretos.

Cuando apenas retorné del viaje, tomé apunte de lo entendido de no poder mentir y ocultar pensamientos.  Era molestoso acostumbrarse, pero definitivamente era un yoga que purificaba el alma.  Al subir a la nave por la compuerta de servicio, Sota44 me dio a colocar un casco protector contra la radiación severa.  Suponía que nuestros trajes de hule, aguantarían apropiadamente la gama de iones que nos atacarían allá abajo.  Cuando estábamos listos, es decir simplemente parados en el área central, frente a los controles.  Dos compuertas inmensas se abrieron a la atmosfera externa con un cielo lleno de nubarrones.  La nave se movió lentamente hasta otro punto más externo todavía, protegida por otras compuertas de un material transparente.  Fue entonces cuando comprendí, que aquella área actuaba como sector neutro de descontaminación.

Duramos unos segundos allí.  Sota44 tan solo pestañeaba sobre los controles de mando.  De pronto las compuertas transparentes se abrieron, la nave siguió moviéndose lentamente, hasta alcanzar un radio aproximado de cien metros, de la nave nodriza.  Los nubarrones persistían allá abajo y al frente.  Atrás dejábamos la inmensa nave nodriza de WAF.  Esta circunstancia me hizo mover hasta una de las ventanas de la sala de control, para observar mejor la panorámica del Ala Oriental de la nave nodriza.  La superficie se perdía en el horizonte, llegue a pensar que era un continente suspendido en el aire.

Luego que sobrepasamos esos cien metros de radio, la nave se movió a una velocidad sorprendente.  Jamás imaginadas por mí, estaba estupefacto, sin palabras.  Y en el informe acoté el hecho determinante, que esta sociedad había rebasado la velocidad de la luz.  Ese movimiento pendular antes de los cien metros fue, para sobreponerse a la gravedad interna de la nave nodriza.  Este fue un comentario propinado por Sota44.  Quien con un vocablo muy técnico me describió, lo que yo a duras penas pude entender.  Sara22 se movía continuamente de extremo a extremo, de ventana a ventana, para verificar ciertos fenómenos físicos, que se estaban presentando en la atmósfera.  Continuamente revisaba los paneles de chequeo.

El profundo silencio entre Sara22 y Sota44, significaba solo una cosa, que estaban en continua comunicación mental.  Pero de momento, se dieron cuenta de que yo estaba desentendido y comenzaron a trasmitirme parte de la información, que ellos consideraban prudente que yo supiera.  Rocíen entonces, apenas entendí ciertos comentarios.  Descendimos hasta los dos mil metros de la superficie.  Ellos decían cinco “Baros.”  Sara22 me señalo a través de la ventana lateral izquierda, que observara la niebla espesa de radiación que formaba una especie de relámpagos anaranjados.  Estos eran provocados por acumulación de lluvia de iones.

Me parecía impresionante el panorama, pero todavía no miraba lo que tenía que mirar, la superficie terrestre, para poder así constatar que no era mentira todo lo que me habían dicho.  Sara22 leyó mis pensamientos y me dijo, que pronto estaríamos allá, que ella comprendía cuanto anhelaba visitar la superficie terrestre.  Permanecí por varios minutos, pegado a la ventana anhelando la suerte de volver a ver la tierra de mis padres.  La sensación de temblar, fue transferida por mi cerebro a los párpados, por tanto mis párpados temblaban de impaciencia.

Cuando Sota44 consideró conveniente, redujimos la velocidad y descendimos un poco más.  Lo primero que alcance a ver fue una extensa grieta que recorría un continente de extremo a extremo, pero todavía no hacía contacto con el océano.  Sara22 me trasmitió en pensamiento, que se trataba de la falla tectónica que en mi tiempo llamaban “San Andrés.”  Ellos la llamaban el Área 522-A, la consideraban de alto riesgo.  Había presentado tres poderosos sismos de nueve grados, los últimos cincuenta años.  Sota44 ascendió y se movilizó a alta velocidad a otro lugar al este del globo terráqueo, lo supe por qué dejamos atrás, la tenue iluminación del sol al subir a la estratosfera.

Lo que pude observar fue terrorífico, no encontré palabras para describir en paisaje desolador y estéril de la superficie terrestre en esa área.  Fue entonces cuando me desplacé hasta la otra ventana, para observar la panorámica derecha, otra grieta inmensa que se estaba llenando de agua de mar.  Sota44 había descendido hasta los dos mil metros nuevamente y se desplazó lentamente sobre la superficie.  En este instante Sara22 un poco tocado por lo que veíamos, me dijo de voz hablada, que estamos en presencia del nacimiento de un nuevo continente en el valle de Riff.  Que habían llamado el continente “Somali-Nubiano.”

Se trataba del extremo sur del continente Africano, que se había separado en dos.  En este preciso momento estábamos observando asombrados, el agua de mar cuando anegaba la fosa tectónica, cambiando radicalmente la geografía de ese continente.  Yo había oído de esta fractura del suelo terrestre, pero se estimaban muchos años para que esto sucediera.  Sara22 me indico mentalmente, que este acontecimiento fue adelantado por las perturbaciones sísmicas de las detonaciones nucleares.  Guarde un profundo silencio ante tal hecho dantesco.  Sara22 y Sota44 entendieron mi profundo silencio, ellos dedicaron también un silencio mental de unos minutos, en ofrenda a los caídos.

No observaba ninguna clase de vegetación.  Ningún rastro humano, tan solo los monumentos destruidos por el tiempo insolente del olvido, las ruinas de las construcciones que una vez fueron habitadas por el hombre materialista.  Regresamos al área anterior 522-A.  Pero no precisamente a la falla de San Andrés.  Estuvimos en el territorio de lo que era México.  Allí estuvimos viendo los escombros y la desolación de la ciudad de México.

Luego recorrimos la ciudad de Puebla y fue donde quede asombrado por la aparición de muchos lagos juntos.  Casi toda la superficie estaba llena de ellos.  Sota44 me dijo, que se interconectaban por ríos subterráneos, que terriblemente estaban también contaminados por la radiación.  Observamos sectores, que eran azotados por grandes lluvias ácidas.  Este panorama era también lánguido y triste.  Totalmente desolado de cualquier posible vida.  Nos volvimos a mover rápidamente hacia abajo del continente, esta vez hasta chile, en Tierra del Fuego.  Allí también había una falla tectónica, la cual tenía sorprendentes avances, según lo comentado mentalmente por Sara22 a Sota44.  Hubo un instante donde Sara22 miró fijamente a Sota44 y supe, cuando le ordenó que se dirigiera hasta los dólmenes.

Ya estaba cabizbajo.  Me sentía desolado, derrumbado moralmente.  Todos los hechos demostraban la realidad que había padecido la humanidad tiempos atrás.  No sé si lo que me pasó, fue una bendición o una maldición.  Ascendimos y nos movimos, hacia Gran Bretaña, Dinamarca y Noruega.  Fue entonces cuando observamos algunos seres humanos que se ocultaban en cuevas.  Me alegre mucho, esa situación me levantó el ánimo, por lo que me incorpore junto a ellos en la ventana frontal de la nave para escanear visualmente el área.

Mediante la ayuda de mi vista mejorada, pude lograr observar la espalda de uno de las personas que se ocultaban.  Tenían aproximadamente una estatura de un metro y medio.  Con trajes harapientos de tela desdeñada.  Sota44 se movilizó hasta otro sector el cual llamaban área “Dolmen.”  Al llegar lo que vimos, fue una amplia zona llena de piedras muy pesadas equilibradas sobre otras más pequeñas.  A eso ellos le llamaban Dólmenes.  Se abrió la escotilla, Sara22 pulsó botones en mi casco y pulsó botones en su brazalete.  Nos suspendimos en el aire y salimos de la nave.

El primero en salir fue Sota44, luego de hacer mediciones y verificar, que teníamos una grey de radiación dos, entonces nos confirmó la salida definitiva de la nave.  Elevados volando con aquel traje de antigravedad, sentí una nostalgia tan grande que mi pulso artificial se aceleró.  Entre en una crisis incontrolable, donde Sota44 tuvo que intervenir.  La vista se me estaba nublando.  Sara22 le confirmó que se trataba de un shock emocional.  Ella se acercó y me dio los primeros auxilios muy preocupados.  La noté muy interesada y mi mejoría.  Sin duda fue otro sublime gesto humano, que puntualicé en mis notas de bitácora.

Prontamente fui recuperando la vista.  Alcancé una mejoría en tan solo unos minutos, Sara22 sabía muy bien como atacar ese síntoma, que ya en varias oportunidades lo había sufrido.  Cuando pude levantarme ellos estaban analizando el campo magnético de las piedras de granito.  Sara22 me habló mentalmente y me preguntó, porque los pobladores construían esos artificios.  Yo recordé haberlas visto en distintas regiones, pero no en demasía como estaban distribuidas en esa área.

Le dije, que esas formaciones eran muy antiguas.  La mitología decía, que eran usados como portales cósmicos y como singularidades religiosas de la época, donde se presume fueron construidas.  Pero de estas nuevas no tenía la menor idea.  Lo único que sabía, era que generaban un campo magnético en todo su alrededor.  Sara22 corroboró lo que le decía, constatando datos de su brazalete, al verificar grandes campos magnéticos circundantes, que tal vez eran estos los que generaban un gray de menos uno en estas zonas desbastadas.  Y las hacía más habitables de las otras.

En un accionar desenfrenado de ambos, Sota44 y Sara22 se dirigieron volando hacia una de las cuevas y sacaron a un hombre de su profundidad.  Lo sometieron y lo llevaron hasta donde estaba yo.  Quede paralizado por los desórdenes morfológicos de apariencia que presentaban.  Era terriblemente brutal.  Era una anomalía tan grande que parecían unos animales.  Solo emitía quejidos por su boca.  Sara intentaba analizar sus pensamientos, colocándole la palma de su mano sobre su cabeza.  Pero este no tenía pensamientos coherentes, solo veía en sus proyecciones una paranoia de extrema locura.

Sara22 me confirmó, lo que yo estaba pensando.  Los dos no miramos las caras y supimos, que había otro individuo con más conocimientos que esté haciendo los dólmenes.  Y que sabía a ciencia cierta por qué los hacían.  Lo dejaron huir, mientras nosotros volvimos a la nave y regresábamos a WAF.  En resumen, llegué perturbado por todo lo visto.  Sara22 leyó mis pensamientos y dedujo, que me quedaría otra vez despierto.  Por lo que me dio a beber otras cápsulas, que me hicieron dormir profundamente toda la noche.  Sin ningún sueño en particular.  Ya no sabía a ciencia cierta, si despertaba o seguía soñando.  O si estaba en ambas realidades a la vez.