Capítulo Dieciocho
Renovada luego de ir al gimnasio, Lorne encontró al jefe y el resto del equipo repasando los detalles del caso, una vez más.
El jefe le sonrió. —Estaba diciendo, inspectora, que AJ ha estado revisando las direcciones que Tony nos dio y ha encontrado algo muy prometedor. De hecho, AJ, ¿Por qué no le explicas a todos?
El joven cuya lealtad había sido puesta en duda horas antes, pasó al frente y se detuvo delante de la pizarra.
—De las cuatro direcciones que nos dieron, dos resultaron de interés para el escuadrón antidrogas. De hecho, ellos ya las tenían bajo vigilancia desde hace un par de meses. Me contacté con un conocido mío que es parte del escuadrón, y él me contó, de manera extra oficial, que la clientela entraba al edificio con extrema confianza, sin preocupación, como si estuvieran ingresando a una galería pública o algo lejano a lo ilegal. Mi amigo cree que los clientes están siendo protegidos por alguien importante que les asegura mantener a la policía lejos de visitas inesperadas.
El jefe movió la cabeza de lado a lado, decepcionado por la actitud de algunos oficiales. —¿Algo más AJ?
—De hecho sí, jefe. La semana pasada hubo un incidente bastante perturbador fuera de una de las casas. Aparentemente una de las chicas retenidas en la casa Knightsbridge logró escapar. Aunque no llegó demasiado lejos. Un par de matones saltaron sobre ella y la arrastraron de nuevo a la casa. El equipo que estaba de vigilancia pidió refuerzos, pero les ordenaron que dejaran todo como estaba. Una vez que la chica y los dos matones estaban dentro de la casa, escucharon los gritos de ella por unos minutos. Luego solo hubo silencio. Asumen que la chica fue golpeada, quizá incluso asesinada, pero en cuanto a esa posibilidad, no han visto salir nada que parezca un cuerpo encubierto. Tienen todas las entradas vigiladas… —su voz se fue apagando mientras miraba en dirección a Lorne.
Lorne había escuchado atentamente cada una de sus palabras, y de seguro él lo había notado. No había sido su intensión. Mientras ejercitaba en el gimnasio, había intentado convencerse de no exagerar su actitud, sin importar que tan horribles sean los detalles del caso. Tiempo atrás, le había prometido a Charlie, que sin importar las condiciones, ella sería positiva. Era la única manera que encontraba de seguir adelante con esta pesadilla. Ya había fallado la primera prueba.
—Hay algo un poco raro y frustrante acerca de este caso, y mientras más averiguamos, más detesto lo que vamos descubriendo.
—Corrupción es lo que se me viene a la mente, jefa.
—No tenemos evidencia de que así sea, oficial Teller y preferiría que hasta que tengamos pruebas, esos pensamientos queden como tales. ¿Soy clara?
Todos asintieron, pero mirando uno por uno, Lorne notó que el equipo completo pensaba igual que Teller; solo que él había sido el único con los suficientes huevos como para decirlo.