Entra un CIUDADANO y el PRIOR.
CIUDADANO Oigan los cielos y la tierra entienda
tan nueva y tan estraña maravilla,
y su paternidad a oílla atienda;
que, puesto que no pueda referilla
con aquellas razones que merece, 5
peor será que deje de decilla.
Apenas a la vista se le ofrece
doña Ana al padre Cruz, sin la fe pura
que a nuestras esperanzas fortalece,
cuando, con caridad firme y segura, 10
hizo con ella un cambio de tal suerte,
que cambió su desgracia en gran ventura.
Su alma de las garras de la muerte
eterna arrebató, y volvió a la vida,
y de su pertinacia la divierte; 15
la cual, como se viese enriquecida
con la dádiva santa que el bendito
padre le dio sin tasa y sin medida,
alzó al momento un piadoso grito
al cielo, y confesión pidió llorando, 20
con voz humilde y corazón contrito;
y, en lo que antes dudaba no dudando,
de sus deudas dio cuenta muy estrecha
a quien agora las está pagando;
y luego, sosegada y satisfecha, 25
todos los sacramentos recebidos,
dejó la cárcel de su cuerpo estrecha.
Oyéronse en los aires divididos
coros de voces dulces, de manera
que quedaron suspensos los sentidos; 30
dijo al partir de la mortal carrera
que las once mil vírgines estaban
todas en torno de su cabecera;
por los ojos las almas distilaban
de gozo y maravilla los presentes, 35
que la süave música escuchaban;
y, apenas por los aires transparentes
voló de la contrita pecadora
el alma a las regiones refulgentes,
cuando en aquella misma feliz hora 40
se vio del padre Cruz cubierto el rostro
de lepra, adonde el asco mismo mora.
Volved los ojos, y veréis el monstruo,
que lo es en santidad y en la fiereza,
cuya fealdad a nadie le da en rostro. 45
(Entra el PADRE CRUZ, llagado el rostro y las manos; tráenle dos ciudadanos de los brazos, y FRAY ANTONIO.)
CRUZ Acompaña a la lepra la flaqueza;
no me puedo tener. ¡Dios sea bendito,
que así a pagar mi buen deseo empieza!
PRIOR Por ese tan borrado sobreescrito
no podrá conoceros, varón santo, 50
quien no os mirare muy de hito en hito.
CRUZ Padre Prior, no se adelante tanto
vuestra afición que me llaméis con nombre
que me cuadra tan mal, que yo me espanto.
Inútil fraile soy, pecador hombre, 55
puesto que me acompaña un buen deseo;
mas no dan los deseos tal renombre.
CIUDADANO En vos contemplo, padre Cruz, y leo
la paciencia de Job, y su presencia
en vuestro rostro deslustrado veo. 60
Por la ajena malicia la inocencia
vuestra salió, y pagó tan de contado,
cual lo muestra el rigor desta dolencia.
Obligástesos hoy, y habéis pagado
hoy.
CRUZA lo menos, de pagar espero, 65
pues de mi voluntad quedé obligado.
CIUDADANO 2 ¡Oh, en la viña de Dios gran jornalero!
¡Oh caridad, brasero y fragua ardiente!
CRUZSeñores, hijo soy de un tabernero;
y si es que adulación no está presente, 70
y puede la humildad hacer su oficio,
cese la cortesía, aquí indecente.
ANTONIO Yo, traidor, que a la gula, en sacrificio
del alma, y a la hampa, engendradora
de todo torpe y asqueroso vicio, 75
digo que me consagro desde agora
para limpiar tus llagas y curarte,
hasta el fin de mi vida o su mejora;
y no tendrá conmigo alguna parte
la vana adulación, pues, de contino, 80
antes rufián que santo he de llamarte.
Con esto no hallará ningún camino
la vanagloria para hacerte guerra,
enemigo casero y repentino.
CIUDADANO 2 Venistes para bien de aquesta tierra. 85
¡Dios os guarde mil años, padre amado!
CIUDADANO 1¡Sólo en su pecho caridad encierra!
CRUZPadres, recójanme, que estoy cansado.
(Éntranse todos, y salen dos demonios; el uno con figura de oso, y el otro como quisieren. (Esta visión fue verdadera, que ansí se cuenta en su historia).)
SAQUIEL ¡Que así nos la quitase de las manos!
¡Que así la mies tan sazonada nuestra 90
la segase la hoz del tabernero!
¡Reniego de mí mismo, y aun reniego!
¡Y que tuviese Dios por bueno y justo
tal cambalache! Estúvose la dama
al pie de cuarenta años en sus vicios, 95
desesperada de remedio alguno;
llega estotro buen alma, y dale luego
los tesoros de gracia que tenía
adquiridos por Cristo y por sus obras.
¡Gentil razón, gentil guardar justicia, 100
y gentil igualar de desiguales
y contrapuestas prendas: gracia y culpa,
bienes de gloria y del infierno males!
VISIELComo fue el corredor desta mohatra
la caridad, facilitó el contrato, 105
puesto que desigual.
SAQUIELDesa manera,
más rica queda el alma deste rufo,
por haber dado cuanto bien tenía,
y tomado el ajeno mal a cuestas,
que antes estaba que el contrato hiciese. 110
VISIELNo sé qué te responda; sólo veo
que no puede ninguno de nosotros
alabarse que ha visto en el infierno
algún caritativo.
SAQUIEL¿Quién lo duda?
¿Sabes qué veo, Visiel amigo? 115
Que no es equivalente aquesta lepra
que padece este fraile, a los tormentos
que pasara doña Ana en la otra vida.
VISIEL¿No adviertes que ella puso de su parte
grande arrepentimiento?
SAQUIELFue a los fines 120
de su malvada vida.
VISIELEn un instante
nos quita de las manos Dios al alma
que se arrepiente y sus pecados llora;
cuanto y más, que ésta estaba enriquecida
con las gracias del fraile hi de bellaco. 125
SAQUIELMas deste generoso, a lo que entiendes,
¿qué será dél agora que está seco
e inútil para cosa desta vida?
VISIEL¿Aqueso ignoras? ¿No sabes que conocen
sus frailes su virtud y su talento, 130
su ingenio y su bondad, partes bastantes
para que le encomienden su gobierno?
SAQUIEL¿Luego, será prior?
VISIEL¡Muy poco dices!
Provincial le verás.
SAQUIELYa lo adivino.
En el jardín está; tú no te muestres, 135
que yo quiero a mis solas darle un toque
con que siquiera a ira le provoque.
(Éntranse.)
(Sale FRAY ÁNGEL y FRAY ANTONIO.)
ANTONIO ¿Qué trae, fray Ángel? ¿Son huevos?
AHable, fray Antonio, quedo.
ANTONIO¿Tiene miedo?
ATengo miedo. 140
ANTONIODéme dos de los más nuevos,
de los más frescos, le digo,
que me los quiero sorber
así, crudos.
AHay que hacer
primero otra cosa, amigo. 145
ANTONIO Siempre acudes a mi ruego
dilatando tus mercedes.
ASi estos huevos comer puedes,
veslos aquí, no los niego.
(Muéstrale dos bolas de argolla.)
ANTONIO ¡Oh coristas y novicios! 150
La mano que el bien dispensa
os quite de la despensa
las cerraduras y quicios;
la yerba del pito os dé,
que abre todas cerraduras, 155
y veáis, estando a escuras,
como el luciérnago ve;
y, señores de las llaves,
sin temor y sobresalto,
deis un generoso asalto 160
a las cosas más süaves;
busquéis hebras de tocino,
sin hacer del unto caso,
y en penante y limpio vaso
deis dulces sorbos de vino; 165
de almendra morisca y pasa
vuestras mangas se vean llenas,
y jamás muelas ajenas
a las vuestras pongan tasa;
cuando en la tierra comáis 170
pan y agua con querellas,
halléis empanadas bellas
cuando a la celda volváis;
hágaos la paciencia escudo
en cualquiera vuestro aprieto; 175
mándeos un prior discreto,
afable y no cabezudo.
A Deprecación bien cristiana,
fray Antonio, es la que has hecho;
que aspiró a nuestro provecho 180
es cosa también bien llana.
Grande miseria pasamos
y a sumo estrecho venimos
los que misa no decimos
y los que no predicamos. 185
ANTONIO ¿Para qué son esas bolas?
AYo las llevaba con fin
de jugar en el jardín
contigo esta tarde a solas,
en las horas que nos dan 190
de recreación.
ANTONIO¿Y llevas
argolla?
AY paletas nuevas.
ANTONIO¿Quién te las dio?
AFray Beltrán.
Se las envió su prima,
y él me las ha dado a mí. 195
ANTONIOCon las paletas aquí
haré dos tretas de esgrima.
Precíngete como yo,
y entrégame una paleta,
y está advertido una treta 200
que el padre Cruz me mostró
cuando en la jácara fue
águila volante y diestra.
Muestra, digo; acaba, muestra.
AToma, pero yo no sé 205
de esgrima más que un jumento.
ANTONIOPonte de aquesta manera:
vista alerta; ese pie, fuera,
puesto en medio movimiento.
Tírame un tajo volado 210
a la cabeza. ¡No ansí;
que ése es revés, pese a mí!
A¡Soy un asno enalbardado!
ANTONIO Ésta es la brava postura
que llaman puerta de hierro 215
los jaques.
A¡Notable yerro
y disparada locura!
ANTONIO Doy broquel, saco el baldeo,
levanto, señalo o pego,
repárome en cruz, y luego 220
tiro un tajo de voleo.
(Entra el PADRE CRUZ, arrimado a un báculo y rezando en un rosario.)
CRUZ Fray Antonio, basta ya;
no mueran más, si es posible.
A¡Qué confusión tan terrible!
CRUZ¡Buena la postura está! 225
No se os pueden embotar
las agudezas de loco.
ANTONIOIndigesto estaba un poco,
y quíseme ejercitar
para hacer la digestión, 230
que dicen que es conveniente
el ejercicio vehemente.
CRUZVos tenéis mucha razón;
mas yo os daré un ejercicio
con que os haga por la posta 235
digerir a vuestra costa
la superfluidad del vicio;
vaya y póngase a rezar
dos horas en penitencia;
y puede su reverencia, 240
fray Ángel, ir a estudiar,
y déjese de las tretas
deste valiente mancebo.
ANTONIO¿Las bolas?
AAquí las llevo.
ANTONIOToma, y lleva las paletas. 245
(Éntrase FRAY ANTONIO y FRAY ÁNGEL.)
CRUZ De la escuridad del suelo
te saqué a la luz del día,
Dios queriendo, y yo querría
llevarte a la luz del Cielo.
(Vuelve a entrar SAQUIEL, vestido de oso. (Todo fue ansí).)
SAQUIEL Cambiador nuevo en el mundo, 250
por tu voluntad enfermo,
¿piensas que eres en el yermo
algún Macario segundo?
¿Piensas que se han de avenir
bien para siempre jamás, 255
con lo que es menos lo más,
la vida con el morir,
soberbia con humildad,
diligencia con pereza,
la torpedad con limpieza, 260
la virtud con la maldad?
Engáñaste; y es tan cierto
no avenirse lo que digo,
que puedes ser tú testigo
desta verdad con que acierto. 265
CRUZ ¿Qué quieres deso inferir,
enemigo Satanás?
SAQUIELQue es locura en la que das
dignísima de reír;
que en el cielo ya no dan 270
puerta a que entren de rondón,
así como entró un ladrón,
que entre también un rufián.
CRUZ Conmigo en balde te pones
a disputar; que yo sé 275
que, aunque te sobre en la fe,
me has de sobrar tú en razones.
Dime a qué fue tu venida,
o vuélvete, y no hables más.
SAQUIELMi venida, cual verás, 280
es a quitarte la vida.
CRUZ Si es que traes de Dios licencia,
fácil te será quitalla,
y más fácil a mí dalla
con promptísima obediencia. 285
Si la traes, ¿por qué no pruebas
a ofenderme? Aunque recelo
que no has de tocarme a un pelo,
por muy mucho que te atrevas.
¿Qué bramas? ¿Quién te atormenta? 290
Pero espérate, adversario.
SAQUIELEs para mí de un rosario
bala la más chica cuenta.
Rufián, no me martirices;
tuerce, hipócrita, el camino. 295
CRUZAun bien que tal vez, malino,
algunas verdades dices.
(Vase el demonio bramando.)
Vuelve, que te desafío
a ti y al infierno todo,
hecho valentón al modo 300
que plugo al gran Padre mío.
¡Oh alma!, mira quién eres,
para que del bien no tuerzas;
que el diablo no tiene fuerzas
más de las que tú le dieres. 305
Y, para que no rehuyas
de verte con él a brazos,
Dios rompe y quiebra los lazos
que pasan las fuerzas tuyas.
(Vuelve a entrar FRAY ANTONIO con un plato de hilas y paños limpios.)
ANTONIO Éntrese, padre, a curar. 310
CRUZParéceme que es locura
pretender a mi mal cura.
ANTONIO¿Es eso desesperar?
CRUZ No, por cierto, hijo mío;
mas es esta enfermedad 315
de una cierta calidad,
que curarla es desvarío.
Viene del cielo.
ANTONIO¿Es posible
que tan mala cosa encierra
el cielo, do el bien se encierra? 320
Téngolo por imposible.
¿Estaráse ahora holgando
doña Ana, que te la dio,
y estaréme en balde yo
tu remedio procurando? 325
(Entra FRAY ÁNGEL.)
A Padre Cruz, mándeme albricias,
que han elegido prior.
CRUZSi no te las da el Señor,
de mí en vano las codicias.
Mas, decidme: ¿quién salió? 330
ASalió su paternidad.
CRUZ¿Yo, padre?
ASí, en mi verdad.
ANTONIO¿Búrlaste, fray Ángel?
ANo.
CRUZ ¿Sobre unos hombros podridos
tan pesada carga han puesto? 335
No sé qué me diga desto.
ANTONIOCególes Dios los sentidos:
que si ellos te conocieran
como yo te he conocido,
tomaran otro partido, 340
y otro prior eligieran.
A Ahora digo, fray Antonio,
que tiene, sin duda alguna,
en esa lengua importuna
entretejido el demonio: 345
que si ello no fuera ansí,
nunca tal cosa dijeras.
ANTONIOFray Ángel, no hablo de veras;
pero conviene esto aquí.
Gusta este santo de verse 350
vituperado de todos,
y va huyendo los modos
do pueda ensoberbecerse.
Mira qué confuso está
por la nueva que le has dado. 355
APuesto le tiene en cuidado.
ANTONIOEl cargo no aceptará.
CRUZ ¿No saben estos benditos
como soy simple y grosero,
y hijo de un tabernero, 360
y padre de mil delitos?
ANTONIO Si yo pudiera dar voto
a fe que no te le diera;
antes, a todos dijera
la vida que de hombre roto 365
en Sevilla y en Toledo
te vi hacer.
CRUZTiempo te queda:
dila, amigo, porque pueda
escaparme deste miedo
que tengo de ser prelado, 370
cargo para mí indecente:
que, ¿a qué será suficiente
hombre que está tan llagado
y que ha sido un...?
ANTONIO¿Qué? ¿Rufián?
Que por Dios, y así me goce, 375
que le vi reñir con doce
de heria y de San Román;
y en Toledo, en las Ventillas,
con siete terciopeleros,
él hecho zaque, ellos cueros, 380
le vide hacer maravillas.
¡Qué de capas vi a sus pies!
¡Qué de broqueles rajados!
¡Qué de cascos abollados!
Hirió a cuatro: huyeron tres. 385
Para aqueste ministerio
sí que le diera mi voto,
porque en él fuera el más doto
rufián de nuestro hemisferio;
pero para ser prior 390
no le diera yo jamás.
CRUZ¡Oh, cuánto en lo cierto estás,
Antonio!
ANTONIO¡Y cómo, señor!
CRUZ Así cual quieres te goces,
cristiano, y fraile, y sin mengua, 395
que des un filo a la lengua
y digas mi vida a voces.
(Entra el PRIOR y otro FRAILE de acompañamiento.)
PRIOR Vuestra paternidad nos dé las manos,
y bendición con ellas.
CRUZPadres míos,
¿adónde a mí tal sumisión?
PRIORMi padre 400
es ya nuestro prelado.
ANTONIO¡Buenos cascos
tienen, por vida mía, los que han hecho
semejante elección!
PRIORPues qué, ¿no es santa?
ANTONIOA un Job hacen prior, que no le falta
si no es el muladar y ser casado 405
para serlo del todo. ¡En fin: son frailes!
Quien tiene el cuerpo de dolores lleno,
¿cómo podrá tener entendimiento
libre para el gobierno que requiere
tan peligroso y trabajoso oficio 410
como el de ser prior? ¿No lo ven claro?
CRUZ¡Oh qué bien que lo ha dicho fray Antonio!
¡El cielo se lo pague! Padres míos,
¿no miran cuál estoy, que en todo el cuerpo
no tengo cosa sana? Consideren 415
que los dolores turban los sentidos,
y que ya no estoy bueno para cosa,
si no es para llorar y dar gemidos
a Dios por mis pecados infinitos.
Amigo fray Antonio, di a los padres 420
mi vida, de quien fuiste buen testigo;
diles mis insolencias y recreos,
la inmensidad descubre de mis culpas,
la bajeza les di de mi linaje,
diles que soy de un tabernero hijo, 425
porque les haga todo aquesto junto
mudar de parecer.
PRIOREscusa débil
es ésa, padre mío; a lo que ha sido,
ha borrado lo que es. Acepte y calle,
que así lo quiere Dios.
CRUZ¡Él sea bendito! 430
Vamos, que la esperiencia dará presto
muestras que soy inútil.
ANTONIO¡Vive el cielo,
que merece ser Papa tan buen fraile!
AQue será provincial, yo no lo dudo.
ANTONIOAqueso está de molde. Padre, vamos, 435
que es hora de curarte.
CRUZSea en buen hora.
ANTONIOVa a ser prior, ¿y por no serlo llora?
(Éntranse.)
(Salen LUCIFER, con corona y cetro, el más galán demonio y bien vestido que ser pueda, y SAQUIEL y VISIEL, como quisieren, de demonios feos.)
LUCIFER Desde el instante que salimos fuera
de la mente eternal, ángeles siendo,
y con soberbia voluntad y fiera 440
fuimos el gran pecado aprehendiendo,
sin querer ni poder de la carrera
torcer donde una vez fuimos subiendo,
hasta ser derribados a este asiento,
do no se admite el arrepentimiento; 445
digo que desde entonces se recoge
la fiera envidia en este pecho fiero,
de ver que el cielo en su morada acoge
a quien pasó también de Dios el fuero.
En mí se estiende y en Adán se encoge 450
la justicia de Dios, manso y severo,
y dél gozan los hombres in eterno,
y mis secuaces, deste duro infierno.
Y, no contento Aquél que dio en un palo
la vida, que fue muerte de la muerte, 455
de verme despojado del regalo
de mi primera aventajada suerte,
quiere que se alce con el cielo un malo,
un pecador blasfemo, y que se acierte
a salvar en un corto y breve instante 460
un ladrón que no tuvo semejante;
la pecadora pública arrebata
de sus pies el perdón de sus pecados,
y su historia santísima dilata
por siglos en los años prolongados; 465
un cambiador, que en sus usuras trata,
deja a sola una voz sus intricados
libros, y por manera nunca vista
le pasa a ser divino coronista;
y agora quiere que un rufián se asiente 470
en los ricos escaños de la gloria,
y que su vida y muerte nos la cuente
alta, famosa y verdadera historia.
Por esto inclino la soberbia frente,
y quiero que mi angustia sea notoria 475
a vosotros, partícipes y amigos,
y de mi mal y mi rancor testigos;
no para que me deis consuelo alguno,
pues tenerle nosotros no es posible,
sino porque acudáis al oportuno 480
punto que hasta los santos es terrible.
Este rufián, cual no lo fue ninguno,
por su fealdad al mundo aborrecible,
está ya de partida para el cielo,
y humilde apresta el levantado vuelo. 485
Acudid y turbadle los sentidos,
y entibiad, si es posible, su esperanza,
y de sus vanos pasos y perdidos
hacedle temerosa remembranza;
no llegue alegre voz a sus oídos 490
que prometa segura confianza
de haber cumplido con la deuda y cargo
que por su caridad tomó a su cargo.
¡Ea!, que espira ya, después que ha hecho
prior y provincial tan bien su oficio, 495
que tiene al suelo y cielo satisfecho,
y da de que es gran santo gran indicio.
SAQUIELNo será nuestra ida de provecho,
porque será de hacerle beneficio,
pues siempre que a los brazos he venido 500
con él, queda con palma y yo vencido.
LUCIFER Mientras no arroja el postrimero aliento,
bien se puede esperar que en algo tuerza
el peso, puesto en duda el pensamiento;
que a veces puede mucho nuestra fuerza. 505
VISIELYo cumpliré, señor, tu mandamiento:
que adonde hay más bondad, allí se esfuerza
más mi maldad. Allá voy diligente.
LUCIFERTodos venid, que quiero estar presente.
(Éntranse todos, y salen tres almas, vestidas con tunicelas de tafetán blanco, velos sobre los rostros y velas encendidas.)
ALMA 1 Hoy, hermanas, que es el día 510
en quién, por nuestro consuelo,
las puertas ha abierto el cielo
de nuestra carcelería,
para venir a este punto
todo lleno de misterio, 515
viendo en este monasterio
al gran Cristóbal difunto,
al alma devota suya
bien será la acompañemos,
y a la región le llevemos 520
do está la eterna Aleluya.
ALMA 2 Felice jornada es ésta,
santa y bienaventurada,
pues se hará, con su llegada,
en todos los cielos fiesta: 525
que, llevando en compañía
alma tan devota nuestra,
darán más claro la muestra
de júbilo y de alegría.
ALMA 3 Ella abrió con oraciones, 530
ayunos y sacrificios,
de nuestra prisión los quicios,
y abrevió nuestras pasiones.
Cuando en libertad vivía,
de nosotras se acordaba, 535
y el rosario nos rezaba
con devoción cada día;
y, cuando en la religión
entró, como habemos visto,
muerto al diablo y vivo a Cristo, 540
aumentó la devoción.
Ni por la riguridad
de las llagas que en sí tuvo
jamás indevoto estuvo,
ni falto de caridad. 545
Prior siendo y provincial,
tan manso y humilde fue,
que hizo de andar a pie
y descalzo gran caudal.
Trece años ha que ha vivido 550
llagado, de tal manera
que, a no ser milagro, fuera
en dos días consumido.
ALMA 1 Remite sus alabanzas
al lugar donde caminas, 555
que allí las darán condignas
al valor que tú no alcanzas;
y mezclémonos agora
entre su acompañamiento,
escuchando el sentimiento 560
deste su amigo que llora.
(Éntranse.)
(Sale FRAY ANTONIO llorando, y trae un lienzo manchado de sangre.)
ANTONIO Acabó la carrera
de su cansada vida;
dio al suelo los despojos;
del cuerpo voló al cielo la alma santa. 565
¡Oh padre, que en el siglo
fuiste mi nube obscura,
mas en el fuerte asilo,
que así es la religión, mi norte fuiste!
Trece años ha que lidias, 570
por ser caritativo
sobre el humano modo,
con podredumbre y llagas insufribles;
mas los manchados paños
de tus sangrientas llagas 575
se estiman más agora
que delicados y olorosos lienzos:
con ellos mil enfermos
cobran salud entera;
mil veces les imprimen 580
los labios más ilustres y señores.
Tus pies, que mientras fuiste
provincial, anduvieron
a pie infinitas leguas
por lodos, por barrancos, por malezas, 585
agora son reliquias,
agora te los besan
tus súbditos, y aun todos
cuantos pueden llegar a donde yaces.
Tu cuerpo, que ayer era 590
espectáculo horrendo,
según llagado estaba,
hoy es bruñida plata y cristal limpio:
señal que tus carbuncos,
tus grietas y aberturas, 595
que podrición vertían,
estaban por milagro en ti, hasta tanto
que la deuda pagases
de aquella pecadora
que fue limpia en un punto: 600
¡tanto tu caridad con Dios valía!
(Entra el PRIOR.)
PRIOR Padre Antonio, deje el llanto,
y acuda a cerrar las puertas,
porque si las halla abiertas
el pueblo, que acude tanto, 605
no nos han de dar lugar
para enterrar a su amigo.
ANTONIOAunque se cierren, yo digo
que ha poco de aprovechar.
No ha de bastar diligencia, 610
pero con todo, allá iré.
(Entra FRAY ÁNGEL.)
A¿Dónde vas, padre?
ANTONIONo sé.
AAcuda su reverencia,
que está toda la ciudad
en el convento, y se arrojan 615
sobre el cuerpo, y le despojan
con tanta celeridad.
Y el virrey está también
en su celda.
PRIORPadre Antonio,
venga a ver el testimonio 620
que el cielo da de su bien.
(Éntranse todos.)
(Salen dos ciudadanos: el uno con lienzo de sangre, y el otro con un pedazo de capilla.)
CIUDADANO 1 ¿Qué lleváis vos?
CIUDADANO 2Un lienzo de sus llagas.
¿Y vos?
CIUDADANO 1De su capilla este pedazo,
que le precio y le tengo en más estima
que si hallara una mina.
CIUDADANO 2Pues salgamos 625
aprisa del convento, no nos quiten
los frailes las reliquias.
CIUDADANO 1¡Bueno es eso!
¡Antes daré la vida que volvellas!
(Entra otro.)
CIUDADANO 3Yo soy, sin duda, la desgracia misma;
no he podido topar de aqueste santo 630
siquiera con un hilo de su ropa,
puesto que voy contento y satisfecho
con haberle besado cuatro veces
los santos pies, de quien olor despide
del cielo; pero tal fue él en la tierra. 635
El virrey le trae en hombros, y sus frailes,
y aquí, en aquesta bóveda del claustro,
le quieren enterrar. Música suena;
parece que es del cielo, y no lo dudo.
(Traen al santo tendido en una tabla, con muchos rosarios sobre el cuerpo; tráenle en hombros sus frailes y el VIRREY; suena lejos música de flautas o chirimías; cesando la música, dice a voces dentro LUCIFER; o, si quisieren, salgan los demonios al teatro.)
LUCIFERAun no puedo llegar siquiera al cuerpo, 640
para vengar en él lo que en el alma
no pude: tales armas le defienden.
SAQUIELNo hay arnés que se iguale al del rosario.
LUCIFERVamos, que en sólo verle me confundo.
SAQUIELNo habemos de parar hasta el profundo. 645
ANTONIO¿Oyes, fray Ángel?
AOigo, y son los diablos.
VIRREYHáganme caridad sus reverencias,
que torne yo otra vez a ver el rostro
deste bendito padre.
PRIORSea en buen hora.
Padres, abajen, pónganle en el suelo, 650
que, pues la devoción de su excelencia
se estiende a tanto, bien será agradalle.
VIRREY¿Que es este el rostro que yo vi ha dos días
de horror y llagas y materias lleno?
¿Las manos gafas son aquéstas, cielo? 655
¡Oh alma que, volando a las serenas
regiones, nos dejaste testimonio
del felice camino que hoy has hecho!
Clara y limpia la caja do habitaste,
abrasada primero y ahumada 660
con el fuego encendido en que se ardía,
todo de caridad y amor divino.
CIUDADANO 1Déjennosle besar sus reverencias
los pies siquiera.
PRIORDevoción muy justa.
VIRREYHagan su oficio, padres, y en la tierra 665
escondan esta joya tan del cielo;
esa esperanza nuestro mal remedia.
Y aquí da fin felice esta comedia.
FIN DESTA COMEDIA
(Hase de advertir que todas las figuras de mujer desta comedia las pueden hacer solas dos mujeres.)