¿Quién es tu mejor amigo?

La recompensa de Rut

El libro de Rut

Rut estaba parada en la polvorienta carretera con su cuñada Orfa y su suegra, Noemí. Las tres mujeres lloraban. Noemí, que era una israelita, estaba regresando a su hogar en Belén.

«Las extrañaré mucho, queridas mías», dijo Noemí, «pero deben regresar a la casa de sus madres».

Orfa le dio un beso de despedida a Noemí, pero Rut no quería separarse. Rut confiaba en Dios. «Yo iré adonde quiera que tú vayas», le dijo a Noemí. «Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios».

 

 

Rut viajó con Noemí hasta llegar a Belén. Allí hallaron un lugar donde vivir. Rut trabajó en los campos de cebada y caminaba detrás de los segadores, recogiendo las espigas que caían en tierra. Ella recogía las espigas y las llevaba a casa para que Noemí cociera pan con ese grano.

El pariente de Noemí, Booz, era el dueño de los campos.

—¿Quién es esta jovencita? —preguntó Booz a los segadores.

—Su nombre es Rut —le respondieron.

Booz supo de la bondad de Rut hacia Noemí.

—Asegúrense de que nadie lastime a Rut —dijo—, y dejen una porción extra de espigas para que ella las recoja.

 

 

«¡Qué emocionante!», dijo Noemí cuando escuchó acerca de Booz. Ella adivinaba lo que sucedería más adelante. ¡Booz y Rut se casaron! Luego tuvieron un hijo varón, Obed, que fue abuelo del gran rey David.