Cuando juegas a disfrazarte, ¿qué personaje te gusta ser?

La valiente reina Ester

El libro de Ester

La hermosa Ester, una jovencita judía, llegó a ser la reina de Persia. A ella le encantaba usar vestidos con brillos y joyas resplandecientes para agradar a su esposo el rey.

Pero ser reina también podía resultar difícil. Uno de los ayudantes del rey lo engañó para que creara una ley malvada. Esa ley dañaba al pueblo judío. ¡El rey no sabía que Ester era judía!

 

 

Entonces un mensajero vino a ver a Ester trayéndole noticias de su tío Mardoqueo: «Ester, debes ir ante el rey y suplicarle. Debes ayudar a tu pueblo».

«Pero nadie puede ver al rey sin ser invitado primero», replicó Ester. «A menos que el rey extienda su cetro para darme su aceptación, ¡yo podría morir!».

Luego vino otro mensaje de parte de Mardoqueo: «Tal vez llegaste a ser reina para un tiempo como este, ¡para salvar a tu pueblo!».

La valiente reina Ester aceptó ir delante del rey. Ella se puso sus vestidos reales y entró al salón del trono del rey. El rey extendió su cetro; ¡Ester no iba a morir!

 

 

Ella invitó al rey a una cena. Allí le dijo: «Tu ley para herir al pueblo judío me dañará a mí también, porque yo soy judía».

Molesto al escuchar lo que él mismo había hecho, el rey estuvo de acuerdo en ayudar a los judíos y no lastimarlos. ¡La valiente decisión de Ester ayudó a salvar a su pueblo!