¿Cuál fue la sorpresa más grande que recibiste?
Lucas 1
En la ciudad de Nazaret vivía una joven llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, cuando Dios le envió al ángel Gabriel para darle un mensaje.
—Hola María —le dijo el ángel—. Dios se agradó de ti y él está contigo.
¿Qué querría decir el ángel? María no lo sabía.
—No tengas miedo, María. Dios tiene una maravillosa sorpresa para ti. ¡Vas a tener un bebé! Ponle de nombre Jesús. El bebé será el Hijo de Dios. Dios lo hará rey como a David. Él guiará al pueblo de Dios por siempre.
—No entiendo —respondió María—. ¿Cómo puedo tener un bebé? Todavía no estoy casada.
—Dios hará que esto suceda —le dijo el ángel—. Nada es imposible para Dios.
—Yo sirvo al Señor —dijo María—. Lo que él quiera que haga, lo haré.
El ángel se marchó. María se apresuró a ir a visitar a su parienta Elisabet, que vivía en una zona montañosa.
—¡Hola Elisabet! —saludó María al entrar a la casa.
Dios le habló a Elisabet sobre el bebé de María.
—¡Qué hermosa sorpresa! —exclamó Elisabet—. ¡Qué buenas noticias!
Luego María alabó a Dios por toda su bondad. «¡Él ha hecho cosas hermosas!», dijo.