Varias personas contribuyeron a la escritura de esta historia. Algunas me ayudaron en la investigación o me inspiraron, otras me sirvieron de modelo para ciertos personajes, y mis editores y traductores hicieron posible la existencia de este libro.
Agradezco muy especialmente a:
Juan Allende, mi hermano, quien siempre me ayuda en la investigación y lee el primer borrador.
Johanna Castillo, mi agente en Nueva York, quien editó el manuscrito.
Lluís Miquel Palomares y Maribel Luque, de la Agencia Balcells, que me ha representado durante cuarenta años.
Lori Barra, quien dirige mi fundación, donde he aprendido sobre la fortaleza femenina en las circunstancias más traumáticas.
Felipe Berríos del Solar, quien inspiró al personaje de Camilo del Valle.
Berta Beltrán, quien sirvió de modelo para la leal Etelvina.
Beatriz Manz, por compartir conmigo su infancia en el campo.
Roger Cukras, por sus anécdotas de la mafia y por su cariño incondicional.
Scott Michael, por instruirme sobre los delitos de impuestos en Estados Unidos.
Elizabeth Subercaseaux, por su ojo de novelista y su apoyo de gran amiga.
Mikkel Aaland, por la información sobre Noruega y su gente.
Jennifer y Harleigh Gordon, cuyas trágicas vidas inspiraron al personaje de Nieves.
A Google y Wikipedia, indispensables en la documentación.