Capítulo Veintiocho

Momentos después de haber recibido el regaño de Baldwin, los hombres parecían tener un cohete metido en el trasero. Trabajaron con eficiencia, y en unas horas, tenían el camión cargado y se dirigían a la autopista.

Tony y Lorne se hospedaron en una pequeña y encantadora cabaña cerca de las seis de la tarde, aun charlando de lo que había visto.

Lorne comenzó a abrir su bolso, lista para sacar su ropa, pero Tony la detuvo.

—­Yo no haría eso en tu lugar. Probablemente tengamos que salir pronto.

—Entonces debo prescindir de mi bolso... Eso le hará bien a mi imagen, ir caminando por ahí con ropa sucia.

Ella entró al baño, con su bolso bajo el brazo antes de que él pudiera contestarle.

Lorne pasó la próxima media hora con los ojos cerrados, sumergida en agua caliente y burbujas. Se enjabonó suavemente las piernas, luego subió a sus brazos y cuello. Luego imaginó que sus manos eran las del capitán y comenzó a recorrer sus pechos y pezones. Sonrió y su corazón se aceleró cuando sus manos cayeron entre sus piernas, en el agua tibia, buscando con los dedos al punto de-

Abrió los ojos de golpe. ¡Demonios! ¿Qué rayos sucede contigo, mujer? Esa noche con él fue un error, un grave error.

Lorne se vistió y volvió a la habitación para encontrar a Tony sentado en la mesa contra la pared opuesta, hablando por celular con alguien. Ella lo observó mientras él asentía con el ceño fruncido. La miró, le sonrió y continuó tomando notas en su libreta.

Lorne se sentó al final de su cama y se secó el cabello con la toalla mientras esperaba que finalice la llamada. Vio una araña en la esquina de la pared y tembló. Odiaba las arañas. Las odiaba más que al Manchester United.

Tony apenas emitió un par de palabras hacia la persona con quien hablaba, pero Lorne alcanzó a escuchar las palabras: arte, financiar, oro, cuentas, Mónaco.

Finalmente terminó de hablar y se sentó en la cama junto a Lorne. con la libreta todavía en sus manos, Tony apoyó los codos en las rodillas y dijo:

—Mmm... interesante.

—Por Dios, de nuevo lo mismo. Tony debes empezar a compartir la información conmigo.

—¿Alguna vez intentaste meditar?

—¿Qué?

—Suele calmar a las personas... Bien, esto es lo que encontraron los chicos. En primer lugar, los dos hombres asesinados eran los ministros de economía de China y Rusia. Si mal no recuerdo, el idiota del capitán ya nos había dicho eso. Casualmente, se le olvidó decirnos que el mismo día que estos dos hombres volaron a Francia, también lo hicieron los ministros de economía de cada país.

Lorne quedó con la boca abierta.

—¿De cada país?

—Digamos que de cada país grande. ¿Por qué crees que el capitán no nos dijo eso?

—Quizá no lo sabía.

—Lo dudo. Se está metiendo en un juego muy peligroso. Me sorprende que los otros oficiales todavía no lo hayan descubierto.

—Como te dije antes, no hay ninguna prueba de lo que dices. ¿Qué más hay?

Tony sacudió la cabeza.

—Yo estaba en lo cierto con respecto al archivo que encontramos. La lista coincidía con lo robado. Vimos la evidencia con nuestros propios ojos esta mañana, Lorne. Hablando de esta mañana, ¿Tienes algo para curarte esas heridas? —él le señaló el codo.

—Me olvidé el kit de primeros auxilios. No te preocupes, sobreviviré. ¿Qué más puedes decirme?

Tony suspiró, se puso de pie y unos segundos más tarde volvió con un antiséptico y algodón. Se los entregó y se sentó junto a ella. Lorne lo recibió sorprendida al ver que tenía un kit.

Él se encogió de hombros.

—Bien, lo que tenemos que averiguar es: ¿Hacia dónde va el arte? ¿Esta guardado en el castillo de Baldwin? ¿Lo venderá? Por lo que vimos hoy, se trata de una operación importante. No puedo creer que haya llegado hasta aquí tan fácilmente. La gente de interpol y la policía tienen que estar al tanto de esto.

Lorne sabía que Tony tenía razón y se preguntaba qué tan inocente era el capitán, mientras se frotaba en el codo la crema que le había dado Tony.

—Cuanta más evidencia juntamos, parece ser más probable que alguien sepa que está sucediendo en ese castillo. ¿Esa persona es Michel? No lo sabemos. ¿Qué más descubrieron los chicos? Escuché que hablabas de oro.

—Así es. Escucha esto: Ambos sabemos el estado en el que está la economía mundial —ella asintió— Bueno, parece ser que Baldwin está en busca de las reservas mundiales de oro.

—¿Qué? ¿Cómo?

—Los chicos creen que ese es el motivo de la reunión. Baldwin quiere poner sus garras en el oro de todos. Cuando se interrogó a los ministros de economía, todos se negaron a contestar, como si tuvieran miedo. Pero luego obtuvieron el premio mayor con la gente de Filipinas. Él nos contó que la velada comenzó bien, buena comida, música y chicas lindas. Pero todo dio un giro macabro rápidamente.

Lorne levantó una ceja.

—Los hombres asesinados fueron los que se negaron a seguir los planes de Baldwin. Antes de que se dieran cuenta, recibieron un disparo en la cabeza. Ambos sabemos cómo funciona la mente de Baldwin, parece que esta vez sus tácticas de matón se potenciaron.

—Pero no tiene sentido. ¿Por qué iría tras el oro? ¿Dónde carajo lo pondría? ¿Y por qué mierda reunió a los ministros de economía en Francia? Y una última pregunta: ¿Cómo hace para contactarse con estos tipos? Supongo que hay algún chantajeo de por medio...

—Eso es lo que dice el tipo de Filipinas. Al parecer, Baldwin tiene un expediente para cada uno de los jefes de estado, y amenaza con exponerlos si ellos no cumplen sus demandas. Debe haber pasado años planeando esta estafa. El motivo por el que la reunión se llevó a cabo en Francia es porque Baldwin quería mostrar su nueva propiedad. Todos estos hombres eran amigos de él.

—Es un hijo de puta. Todos estos años se encargó de entablar relación con estos tipos, sabiendo muy bien el rol que cumplían en sus respectivos gobiernos. Según ellos, él es solo un importante hombre de negocios. Ten en mente que recién el año pasado desciframos su identidad.

—Tienes razón. Pero, ¿Qué hay del oro?

Tony acomodó la almohada, se quitó los zapatos y se  metió debajo de las sábanas.

—Esa es la parte en la que están teniendo problemas. Como dijiste, ¿Dónde mierda lo escondería? Es un plan muy complejo que parece estar funcionando a la perfección.

Lorne se acostó en su cama, copiando la pose de Tony.

—¿A qué te refieres?

—Nuestra gente está vigilando las cuentas de estos países, buscando específicamente transferencias de montos elevados que se dirijan a las islas Caimán. Hasta ahora se han transferido £500 millones.

Lorne movió las piernas hacia arriba y abajo para sentarse y, desde el borde de la cama, dijo:

—¿Qué? ¿Y no pueden detenerlo? ¿Recién dijiste libras, no oro?

—Bueno, quizá oro fue una manera de decir. Parece funcionar bien hasta ahora. No sabemos cuánto más espera sacar de estos países. Ah, me olvidaba, está haciendo todo esto para cumplir su ambición.

—¿Cuál es?

—Ser el hombre más rico del mundo.