Cuando C-R3BRO regresa a la Edad Media, no calibra DEL TODO BIEN el viaje en el espacio-tiempo.
Ha programado su GPS para localizar a Gala, pero no debe estar bien triangulado porque aparece JUSTO EN LA PUNTA de una chimenea del castillo. No le da tiempo a agarrarse a las paredes.
Al caer en el fuego de la lumbre, provoca una GRAN explosión.
—¡Ay! —chilla molesto.
Los presentes en el gran salón se quedan petrificados cuando, después de la llamarada, oyen un grito proveniente del fuego y una figura que sale del interior. Es lo más parecido a los fuegos demoníacos que han visto en las pinturas de las iglesias.
Creen que es el mismísimo diablo, en conexión directa desde el infierno.
—¡Ostras, esto está LLENO! —exclama C-R3BRO al ver la recepción. Lo miran petrificados—. ¡Menudo recibimiento!
El robot cree que es un comité de bienvenida, con sus amigos en el centro. Nunca se ha sentido TAN IMPORTANTE.
—¡Has vuelto! —dice Gala, que no se lo acaba de creer.
C-R3BRO se sacude el hollín del cuerpo y saluda a su público. Aquí no lo confundirán con un enchufe ni lo intentarán desmontar. Ya se nota por el respeto con el que lo miran. Toda la sala ha enmudecido y lo miran con los ojos MUY ABIERTOS. Incluso hay una dama de compañía rezando a todos los santos. Esta gente ES FAN, está claro.
Aquí es donde tiene que estar: con sus amigos.
—Muchas gracias por la acogida —responde el robot. Nadie lo contradice porque están en estado de shock—. Han pasado MUCHAS COSAS desde que nos separamos. He puesto el cole patas arriba, he huido y recorrido la ciudad… Incluso he conocido (ejem) a otros robots.
Gala le hace gestos para que se acerque. Hugo no ha visto que los soldados la tienen rodeada.
—Pero todas estas experiencias me han servido para valorar lo VERDADERAMENTE importante —continúa el robot—: la amistad. Gracias, Gala, por traerme al mundo y hacerme único.
Petronila le da un codazo a su padre:
—Lo que te decía: ¡la bruja LO HA INVOCADO!
Hugo teme lo que va a pasar, así que interrumpe el bonito discurso del robot:
—¡Espabila, C-R3BRO! ¡Tenemos que volver al presente!
Los soldados dan UN PASO al frente. El gran salón vuelve al lío de antes. Solo entonces el robot comprende que aquello no es un comité de bienvenida, sino que ha interrumpido UNA BATALLA CAMPAL.
C-R3BRO corre a los brazos de Gala, que primero lo abraza y después comprueba que está todo bien. ¡Qué distinta al resto de los humanos que ha conocido!
Gala, Hugo, el Profesor y C-R3BRO están rodeados. Ese es el momento que han esperado desde que llegaron, su pasaporte de vuelta a la actualidad.
—Sácanos de aquí, por favor —le implora Hugo. No sabe qué le da más miedo: si trabajar un día más en la forja o aprenderse la coreografía de la princesa—. ¡Te lo ruego!
—¿YA os queréis ir? Pero si yo no he visto NADA. —C-R3BRO parece un poco decepcionado. Le apetecía un poco de marcha—. Está bien: dadme un momento para que calibre el viaje.
Los circuitos del robot empiezan a ponerse EN MARCHA.
Los soldados comienzan a salir de su estupor y a desenfundar las espadas.
Van a ir A POR ELLOS.
C-R3BRO está todavía calibrando, pero tiene que darse prisa. MUCHA PRISA. No aguantarán mucho tiempo.
Pero de repente algo falla, es como si sus luces se hubieran apagado de golpe.
PUUUUF
—¿¡QUÉ HA pasado!? —pregunta Hugo.
El Profesor acaba de darle al botón de APAGADO. Ha desenchufado a C-R3BRO y lo tiene agarrado.
—PERO ¡¿QUÉ HACES?! —pregunta Gala.
—No podemos volver al presente TODAVÍA. ¡Estoy a punto de descifrar EL ENIGMA DEL REY EVAPORADO!
Gala y Hugo sienten pánico.
—¡SUELTA A MI ROBOT! —protesta Gala, fuera de sí. Con el rabillo del ojo ve cómo los soldados están a punto de atravesarlos con sus lanzas.
Hugo siente pánico y trata de arrancar el robot de los brazos del Profesor.
—¡No le hagas ni caso, C-R3BRO! ¡Llévanos a casa!
Pero C-R3BRO no responde. El Profesor lo tiene bien agarrado.
«Si es que NO PUEDES FIARTE de los adultos», piensa el chico. Tienen las prioridades cambiadas.
Hugo esto YA lo ha vivido. Y no piensa dejar que vuelva a pasar.
Sujeta a C-R3BRO por los brazos y le da al botón de encendido, mientras que Ulises lo tiene tomado por las piernas.
Finalmente, el robot da con las coordenadas exactas e inicia el viaje.
Pero el Profesor y Hugo siguen forcejeando.
De pronto se oye un
Y a continuación, la esfera de luz.
Cuando el flash de amarillo ámbar desaparece, el Profesor CONTINÚA en el gran salón del castillo de Hedor.
Ulises está agarrado a la mitad inferior de C-R3BRO. Se ha roto por la mitad.
—Te voy a matar —dice Gala mirando al Profesor mientras los soldados se la llevan presa—. O mejor: se lo contaré a tu padre y que te mate él.
La mitad superior del robot y Hugo HAN DESAPARECIDO.