—Lo tengo, Thondup… o al menos, una idea que puede desarrollarse: ¿no puedes condicionar a Isanusi?
—Claro que no, Gema.
—Me lo imaginaba… pero no importa; creo que podrás sugestionarlo, o hipnotizarlo de modo que olvide esta conversación e inducirlo a creer que estamos en los módulos de hibernación, solo que no debe despertarnos, que debe…
—Inútil, Gema; para producir una sugestión de tal envergadura no tengo medios. Eso son cosas que requieren un laboratorio altamente especializado, y mucho tiempo… ¡Gema!
—¿Qué?
—¿No podría ser esa la solución? ¿Instalarlo a él en el autopiloto e introducirnos nosotros en los hibernadores?
—No. El tiempo que necesitaríamos para instruirlo, para seguir guiando la nave mientras él aprende, no sería menor de tres semanas; para ese momento muy probablemente tú ya estarías muerto, y yo en un estado que no toleraría la hibernación; moriría durante el proceso… No, Thondup. Sigue pensando.
Y siguieron pensando.