II. Los monstruos

«Entiende: yo no conozco el camino del centro del dédalo a la luz del día. Me pierdo igual que tú. El órgano monstruoso que gobierna esa gran estructura del extravío nos tragaría en par (su apetito es voraz, pregúntale a los que antes de ti nunca salieron a la superficie)»

Sobre Ariadna
Francoise Roy