Nos sentimos frustrados cuando somos víctimas de enfermedades como el cáncer, el mal de Alzheimer, o en mayor medida, algunos tipos de enfermedades del corazón que amenazan nuestras vidas. Sin embargo, existe una enfermedad asesina bastante común frente a la cual tenemos mucho por hacer. Quizá se soprenda, pero la diabetes de Tipo 2 es una enfermedad epidémica que puede prevenirse casi por completo. Claro, nadie elige adquirir diabetes de manera consciente. Varios factores, algunos de los cuales—pero no todos—están bajo nuestro control, se mezclan para crear el infortunado escenario. Pero si todos cuidáramos nuestro organismo y estuviéramos atentos a los factores que podemos controlar, la epidemia de diabetes no existiría. ¿Creen que estamos sobredimensionando las cosas? De ninguna manera. De hecho, lo que esperamos haber creado con este libro es una guía realista y práctica para erradicar la diabetes de Tipo 2 en todas y cada una de las personas.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud, en el año 2002 se pensó que un número récord de americanos—18.2 millones, equivalente al 6.3 por ciento de la población—tenía diabetes. De éstos, 13 millones fueron diagnosticados, mientras 5.2 millones probablemente tienen diabetes pero no han sido diagnosticados.1 Ello quiere decir que millones de americanos están recorriendo a ciegas este peligroso camino. Lastimosamente, y de acuerdo a nuestra experiencia, podemos afirmar que muchos profesionales de la salud bien intencionados les dan a sus pacientes la información y la consejería usuales, que a veces terminan por perpetuar la enfermedad que se supone deben curar o prevenir. Por esta razón, el Doctor Atkins consideró que era crucial escribir este libro.
En los años 2002 y 2003, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) redefinió y estandarizó el criterio sobre las anormalidades del azúcar en la sangre. Infortunadamente, ninguno de estos cambios sirvió para detectar esta anormalidad con mayor antelación. Nuestro objetivo es identificar a los pacientes con estos problemas metabólicos antes de que lleguen a tener el nivel “oficial” de azúcar en la sangre definido como diabetes.2, 3, 4
Sin embargo, si usted sabe qué es lo que debe hacer, podrá identificar los síntomas de problemas con bastante anterioridad y actuar de forma inmediata. Si está leyendo este libro, es claro que usted está preocupado por su salud o por un ser querido. De cualquier forma, felicitaciones por leer este libro.
Le indicaremos cómo hacer cambios relativamente simples en su estilo de vida, que reducirán significativamente su riesgo de adquirir diabetes, incluso si ya tiene algunos síntomas. Y si usted ya ha sido diagnosticado con dicha enfermedad, este libro le ayudará a mitigar sus efectos o a detener su evolución.
Aunque nosotros podemos ser su guía en el camino hacia una mejor salud, es usted quien debe tomar el control de su destino, elegir las mejores opciones y ponerlas en práctica. Imagínese que está ante una encrucijada en el mapa de su vida. Usted tiene dos caminos por delante: uno conduce casi inevitablemente a la diabetes y a varios problemas de salud; el otro conduce a una salud óptima. ¿Cuál escogería usted?
Les hablaremos de la opción que el Doctor Atkins les recomendó a sus pacientes durante varias décadas. Ésta difiere significativamente de la que se les ha enseñado a la mayoría de los profesionales de la salud, y más bien identifica los riesgos de diabetes tan pronto como es posible, se concentra en la prevención e involucra cambios permanentes en el estilo de vida para tratar los problemas metabólicos subyacentes que conducen a la diabetes. Estos cambios en el estilo de vida pueden ser tan simples como decidir lo que usted come, que es infinitamente preferible a tomar una gran cantidad de drogas caras y potencialmente peligrosas. Aquellos que han leído otros libros del Doctor Atkins reconocerán un punto que él ha recalcado por décadas: en vez de tratar los síntomas, su enfoque corrige el problema en sí mismo.
Finalmente, esta opción disminuye o elimina la necesidad de medicamentos para su tratamiento en aquellas personas cuyas anormalidades de azúcar en la sangre están más avanzadas o para quienes ya tienen diabetes. (¿Sabía usted que, de hecho, algunos de estos medicamentos hacen más difícil perder peso? Es como un círculo vicioso.) Bien sea que usted esté comenzando a preocuparse por la diabetes o que ya haya sido diagnosticado, controlar los carbohidratos será la solución que lo sacará del camino de la autodestrucción y lo llevará al de la recuperación y a tener una salud excelente.
La decisión de mejorar su salud es obvia, pero para seguir este “camino correcto”—y permanecer en él—necesita instrucciones claras y un buen mapa. Esto es lo que le da el Programa Atkins™ para el Control del Azúcar Sanguíneo (PACAS), un programa altamente individualizado para el control de peso y el manejo permanente de los factores de riesgo de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Este programa funciona, y no sólo para nuestros pacientes.
Estoy de acuerdo. He sido testigo de la mejoría que le ha cambiado la vida a pacientes como esta mujer de cuarenta y cinco años de edad. Ruth L. pesaba 375 libras, tenìa un índice de masa corporal (IMC) de 60.5 y una diabetes de Tipo 2 que estaba descontrolada. A pesar de que Ruth tomaba tres medicamentos diarios para controlar su nivel de azúcar en la sangre, su hemoglobina glicada (A1C) era de 11 (más de dos veces la normal, y que mostraba muy poco control del azúcar en la sangre). El día que comenzó el programa le suspendí todos sus medicamentos para el azúcar en la sangre. Después de dos meses, su A1C había descendido a 7.7. Luego de 18 meses, había perdido 132 libras y sus resultados de laboratorio eran normales, con un A1C de 5.4. Lo cierto es que Ruth sigue sin tomar medicamentos para el azúcar de la sangre.
—MARY VERNON, M.D.
La epidemia de la diabetes está creciendo a pasos agigantados alrededor del mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2000, el número total de personas en el mundo con diabetes de Tipo 2 fue superior a los 176 millones. Se estima que ese número aumentará a unos 370 millones de personas en el año 2030. Para el 2025, la incidencia mundial de diabetes en adultos se habrá incrementado en un 35 por ciento, y el número de personas con diabetes en un 122 por ciento.5 Los países con mayor número de diabéticos en el 2030 serán: India (unos 80.9 millones), China (unos 42 millones) y Estados Unidos (unos 30 millones).6
El PACAS elabora los conceptos básicos de carbohidratos controlados a partir del famoso Método Nutricional Atkins™ y lo individualiza específicamente para personas como Ruth, que tiene o se encuentra en riesgo de diabetes y de anormalidades en el azúcar sanguíneo.
Cuando usted tome la dirección correcta, el programa le ayudará a permanecer en él y a realizar un seguimiento de su progreso a medida que supera obstáculos significativos. El PACAS incluye un programa nutricional de carbohidratos controlados; suplementos de vitaminas, minerales, otros nutrientes y ejercicio—todo esto ajustado a sus necesidades—.
Para comenzar, usted necesita saber más acerca de esta peligrosa enfermedad. Comencemos con lo básico.
Es definida como una afección en la que los niveles de azúcar sanguíneo o glucosa están por encima del rango normal. En la minoría de los casos esto ocurre porque su cuerpo está dejando de producir la hormona insulina, la cual lleva la glucosa a sus células, donde puede ser convertida en energía. Esto es conocido como diabetes de Tipo 1, a veces llamada diabetes juvenil o diabetes mellitus dependiente de la insulina (IDDM). En la diabetes de Tipo 1, las células beta del páncreas dejan de producir la hormona insulina, la cual es necesaria para transportar la glucosa (azúcar sanguíneo) a las células, donde es quemada para producir energía. La diabetes de Tipo 1 usualmente comienza en la niñez; actualmente, las personas con este tipo de diabetes requieren una administración de insulina y una alimentación cuidadosa de por vida a fin de preservar su vida. La diabetes de Tipo 1 es responsable del 5 al 10 por ciento de todos los casos de diabetes.10 En la mayoría de los casos, la causa de la diabetes de Tipo 1 es una enfermedad auto inmune causada por el organismo, que ataca y destruye equivocadamente las células del páncreas que producen insulina. La diabetes de Tipo 1 usualmente ataca de repente—la persona puede parecer estar bien un día y sufrir alguna enfermedad grave pocas semanas o días después.
Cada año, un 4 por ciento de mujeres embarazadas, o al menos 135,000 mujeres en los Estados Unidos, desarrollan diabetes gestacional.7 Si usted tiene más de veinticinco años de edad, es obesa, tiene problemas de azúcar en la sangre o de presión sanguínea, antecedentes familiares de diabetes o pertenece a algún grupo étnico, puede estar en riesgo de adquirir diabetes gestacional.
La diabetes gestacional puede ser un problema serio, ya que es posible que el bebé tenga mucho sobrepeso, lo cual causa dificultades durante el parto, incluyendo un mayor riesgo de parto por cesárea. Además, las mujeres son más propensas a desarrollar hipertensión durante el embarazo y a seguir padeciéndola después del parto.8 Los bebés también tienen riesgos: si están expuestos a altas concentraciones de glucosa antes del nacimiento, pueden tener problemas para mantener su nivel de azúcar en la sangre en los primeros días después del nacimiento. También son más propensos a tener problemas respiratorios y si nacen prematuramente necesitan oxígeno artificial.
La diabetes gestacional generalmente puede ser controlada por medio de la dieta y el ejercicio durante el embarazo. Los niveles de azúcar en la sangre usualmente vuelven a equilibrarse después del parto. Sin embargo, si usted tuvo diabetes gestacional, tiene un 20 a 50 por ciento de posibilidad de contraer diabetes de Tipo 2 en los cinco a diez años siguientes.9 Además, su bebé puede ser más propenso a tener sobrepeso y contraer diabetes más adelante en la vida, porque ha heredado sus tendencias metabólicas.
Las mujeres que tienen síndrome poliquístico de ovarios (SPO) corren el riesgo de contraer diabetes de Tipo 2. Así como la diabetes, el SPO se asocia con una mayor resistencia a la insulina y una alta secreción de ésta. 11
El SPO es un desequilibrio hormonal que puede causar menstruación irregular, infertilidad, aumento de peso y exceso de crecimiento de pelo. Es sorpresivamente común, se calcula que hasta el 11 por ciento de todas las mujeres de veinte a cuarenta años de edad padecen este síndrome. 12 Afortunadamente, el SPO responde muy bien al programa de carbohidratos controlados. Muchas de nuestras pacientes con SPO vuelven a tener niveles normales de azúcar en la sangre al poco tiempo de hacer Atkins; sus otros síntomas también mejoran. Incluso, algunas pacientes quedan encinta cuando siguen el programa.
Se ha demostrado que el 35 por ciento de las mujeres con SPO podrían contraer diabetes cinco a diez veces más rápido que las mujeres que no padecen el síndrome.13
Puesto que la diabetes de Tipo 2 es la más común, y debido a que puede ser prevenida y tratada a través de la dieta y cambios en el estilo de vida, será el tema central de este libro. A pesar de que algunos de los consejos que aquí ofrecemos también pueden servir de ayuda a personas con diabetes de Tipo 1, cuando hablamos sobre diabetes nos referimos básicamente a la diabetes de Tipo 2.
Entre el 90 y 95 por ciento de las personas con diabetes padece la de Tipo 2, una enfermedad muy diferente a la de Tipo 1.14 En la gran mayoría de los casos de diabetes de Tipo 2 todavía se produce insulina; de hecho, puede producirse en grandes cantidades, pero las células responden más lentamente a su presencia en la corriente sanguínea. Esta respuesta lenta se llama resistencia a la insulina. Si usted tiene diabetes de Tipo 2, con el paso del tiempo y a medida que sus células se vuelven más resistentes a la señal de insulina, el azúcar sanguíneo se eleva por encima de los niveles normales. ¿Qué es lo que sucede? Es como si la insulina tocara a la puerta de las células y le pidiera a la glucosa que la dejara entrar, pero las células no le abren la puerta. Entonces la cantidad de glucosa circulante en la sangre aumenta—usted se vuelve hiperglicémico—y esto causa mucho daño. Para forzar a la glucosa a entrar a las células, su páncreas secreta más insulina. Eventualmente, el páncreas se vuelve incapaz de producir semejantes niveles de insulina, y a manera de remedio, deberá suministrarse insulina para controlar el azúcar sanguíneo.
Hasta hace poco, la diabetes de Tipo 2 era básicamente un problema que sufrían principalmente los adultos mayores; era muy raro que niños o personas menores de cuarenta años tuviesen diabetes de Tipo 2. Sin embargo, actualmente incluso los niños están siendo diagnosticados con esta enfermedad. Algunos expertos estiman que hasta un 45 por ciento de todos los niños que han sido diagnosticados recientemente con diabetes padecen la de Tipo 2.15 Los niños contraen esta enfermedad por las mismas razonoes que los adultos: obesidad, un estilo de vida sedentario y una dieta rica en carbohidratos. Los niños con diabetes de Tipo 2 son más propensos a tener una historia familiar de esta enfermedad. Los niños con diabetes enfrentan un futuro con serios problemas de salud que probablemente reducirán sus años de vida y afectarán significativamente la calidad de ésta. Afortunadamente, como explicaremos en el Capítulo 25, el Programa Atkins para el Control del Azúcar Sanguíneo es muy efectivo para las personas jóvenes.
El término “lípidos sanguíneos” (lípido es otra palabra para designar la grasa) es utilizado en general para describir diversos tipos de colesterol y grasa que se encuentran normalmente en la corriente sanguínea. Las personas con problemas de azúcar en la sangre o diabetes, generalmente también padecen de trastornos en sus lípidos sanguíneos. Explicaremos detalladamente el tema de los lípidos más adelante, especialmente en el Capítulo 9 (enfermedades del corazón), pero veamos ahora los principales tipos de lípidos:
Colesterol. Técnicamente, el colesterol no es una grasa. Es una sustancia cerosa muy semejante a ésta, pero la principal diferencia es que usted no quema el colesterol para obtener energía en sus células como sí lo hace con la grasa. El colesterol es esencial para su salud. Entre muchas de las funciones que ejerce en su cuerpo, se utiliza para elaborar las membranas celulares, formar la capa aislante de las células nerviosas y fabricar muchas hormonas, incluyendo las sexuales: la testosterona, el estrógeno y la progesterona.
Lipoproteína de baja densidad o colesterol LDL. Su hígado recubre el colesterol ceroso con proteínas para que pueda circular por el organismo. El colesterol LDL con frecuencia es llamado el colesterol “malo”—de forma simplista—porque los altos niveles de éste en la sangre se asocian estadísticamente con un incremento en el riesgo de enfermedades cardiacas.
Lipoproteína de alta densidad, o colesterol HDL. Llamado con frecuencia colesterol “bueno” porque lleva el colesterol de vuelta al hígado, donde puede ser procesado como bilis y ser excretado.
Triglicéridos. Son pequeñas gotitas de grasa que se encuentran en la corriente sanguínea. Los triglicéridos se almacenan como grasa corporal.
El desequilibrio metabólico aumenta sus niveles de azúcar sanguíneo y causa muchos otros problemas graves de salud, como la hipertensión, lípidos sanguíneos anormales, ceguera, gangrena en las extremidades (que conducen a la amputación) y un mayor riesgo de cáncer. 16 De hecho, la peligrosa combinación de altos niveles de insulina y de azúcar sanguíneo puede afectar todas las células de su organismo, motivo por el cual la diabetes y sus complicaciones son la sexta causa de muerte en los Estados Unidos.17
La diabetes es muy costosa. En el 2002, los costos directos de tratamiento de la enfermedad fueron de $92,000 millones sólo en los Estados Unidos. Los costos indirectos ocasionados por discapacidad, trabajo perdido y muerte prematura, fueron de $40,000 millones adicionales, aumentando el costo total de la diabetes a $132,000 millones en sólo un año.18
Y el precio pagado por las personas con diabetes y sus familias, el cual es devastador en lo que a calidad de vida se refiere, es peor aún que el costo monetario.
La acumulación gradual de varios factores de riesgo conduce a un largo camino que desemboca en diabetes. Esos factores de riesgo son:
Obesidad. De todos los factores de riesgo de diabetes, el mayor es tener sobrepeso o ser obeso. El riesgo es mucho mayor si su exceso de peso se acumula alrededor de su abdomen. Pero en general, cuanto más pesado esté, mayor será su riesgo.
Dieta. Una dieta rica en carbohidratos de baja calidad y con un alto índice glicémico, especialmente los alimentos azucarados y almidonados, contribuye fuertemente a la obesidad y a la diabetes.
Vida sedentaria. La falta de ejercicio y un mal estado físico son los mayores factores de riesgo de la diabetes. Un estilo de vida sedentario incrementa la resistencia a la insulina y contribuye a la obesidad y a la pérdida de masa muscular.
Herencia. Tener un pariente cercano, especialmente un papá o un hermano con diabetes de Tipo 2, incrementa el riesgo. Pero no piense que está a salvo si no tiene antecedentes familiares: Hemos visto muchos pacientes, incluso algunos muy jóvenes, que van camino a la diabetes debido a su dieta y estilo de vida poco saludables.
Factores étnicos. Algunos grupos étnicos, incluyendo los afroamericanos, asiáticoamericanos, latinoamericanos, indígenas americanos e isleños del Pacífico tienen una gran incidencia de diabetes de Tipo 2.
Historia de la diabetes gestacional. Las mujeres que han tenido diabetes gestacional o que han tenido un bebé que haya pesado más de nueve libras son más propensas a contraer diabetes de Tipo 2 en el futuro.
Síndrome metabólico. También conocido como el síndrome X, este grupo de síntomas incluye obesidad abdominal, hipertensión y lípidos anormales, que son señales de un mayor riesgo de enfermedad cardiaca, prediabetes y diabetes.
Azúcar sanguíneo alto. Si usted tiene altos niveles de azúcar sanguíneo, tendrá un mayor riesgo de contraer esta enfermedad con el paso del tiempo así sus niveles sean inferiores a los de una persona diabética. Mientras tanto, los múltiples daños ocasionados por los niveles de azúcar en su sangre ya han empezado su peligrosa evolución.
Lípidos sanguíneos anormales. La combinación de triglicéridos altos y colesterol HDL bajo es una importante señal de advertencia de que usted puede tener un metabolismo anormal del azúcar sanguíneo.
Hipertensión. El azúcar sanguíneo alto y la hipertensión suelen ir de la mano. Cada uno de estos factores es señal de advertencia del mismo problema metabólico subyacente.
Edad. Envejecer incrementa el riesgo de diabetes de Tipo 2, especialmente si se combina con cualquier otro factor de riesgo.
En los últimos capítulos de este libro analizaremos en detalle estos factores de riesgo y lo que usted puede hacer al respecto. Por ahora, lo más importante es recordar que la diabetes de Tipo 2 casi siempre tarda años en desarrollarse y está relacionada principalmente con el sobrepeso. La mayoría de las personas tienen más de un factor de riesgo y síntomas que aparecen mucho antes que la diabetes sea diagnosticada. Ésta es una tragedia y a la vez una esperanza para este problema metabólico. Es una tragedia, porque a menudo los síntomas tempranos son ignorados, hasta que la diabetes se desarrolla—para ese entonces, el proceso que lleva a la diabetes de Tipo 2 puede haber resultado en un daño serio. Pero es también una esperanza, porque mientras más pronto se reconozcan esos síntomas tempranos y se ponga en acción el Programa Atkins de Control del Azúcar Sanguíneo (PACAS), más pronto puede aumentar sus posibilidades de detener esta devastadora enfermedad.
Responda este cuestionario para tener una idea:
Tengo sobrepeso. | Sí | No |
Tengo exceso de peso alrededor de mi cintura. | Sí | No |
Mi dieta es rica en carbohidratos como pan, papas y pasta. | Sí | No |
Como bocados almidonados y/o dulces todos los días. | Sí | No |
Hago menos de tres horas de ejercicio a la semana. | Sí | No |
Soy afroamericano, asiáticoamericano, latinoamericano, indígena americano o isleño del Pacífico. | Sí | No |
Mi mamá, papá, hermano o hermana han tenido o tienen diabetes. | Sí | No |
Tuve diabetes gestacional. | Sí | No |
Mi azúcar sanguíneo es alto. | Sí | No |
Mi presión sanguínea es alta. | Sí | No |
Mis triglicéridos están elevados. | Sí | No |
Tengo más de 45 años. | Sí | No |
Mientras más respuestas afirmativas tenga, mayor será la posibilidad de que usted contraiga diabetes o de que ya la tenga. Si ha respondido afirmativamente a más de cinco respuestas, hable con algún médico lo más pronto posible para saber si tiene diabetes.