Como el término lo sugiere, no puede haber una advertencia más clara para impedir la diabetes de Tipo 2 que la cuarta de las seis etapas: prediabetes o, para decirlo en términos más técnicos, resistencia a la insulina con hiperinsulinismo y trastornos de la tolerancia a la glucosa. Por muchos años, antes de que se le diera un reconocimiento oficial, los doctores le dieron varios nombres a esta etapa, como síndrome de resistencia a la insulina, diabetes subclínica, diabetes en el límite o diabetes leve.
En los años 2002 y 2003, la Asociación Americana de Diabetes emitió unos parámetros actualizados para el diagnóstico y el tratamiento de la diabetes.1 Entre otras cosas, los nuevos parámetros definieron formalmente la prediabetes. Usted tiene prediabetes si manifiesta uno o dos de estos problemas de azúcar en la sangre:
Estos límites máximos del azúcar sanguíneo para la prediabetes están basados en una extensa investigación sobre el organismo, que muestra que el daño a los pequeños vasos sanguíneos de los ojos y riñones comienza a ocurrir en estos niveles. En otras palabras, el daño causado por la hipoglicemia ya ha comenzado.
Es evidente que si usted tiene prediabetes, su condición médica es seria. Y si tiene sobrepeso, es casi seguro que desarrolle diabetes de Tipo 2 en los próximos diez años, a menos que tome medidas desde ahora.3 La prediabetes debe ser su voz de alarma para tomar el control de su salud.
Cuando Justine M. vino a verme en 1996, tenía cincuenta y dos años, con cinco pies y una pulgada de estatura y un peso de 237 libras, y sus resultados de laboratorio eran casi normales, con un azúcar sanguíneo en ayunas (FBS) de 92. En 1997, su peso había aumentado a 248 libras y su FBS había subido a 109. Un año más tarde había aumentado otras 10 libras y su hemoglobina glicada (A1C) se había incrementado a un nivel diabético de 8.3. Me fue remitida tres años después, momento en el cual pesaba 306 libras. ¡Su cintura medía 60 pulgadas y su IMC era de 58! Justine estaba tomando dos medicamentos para el azúcar sanguíneo y otro para la presión. Ahora, dos años más tarde, pesa 191 libras, su cintura mide 41 pulgadas y ya no toma medicamentos. Sus resultados de laboratorio son los siguientes: FBS: 102; péptido c: 2.2; A1C: 5.7; colesterol: 159; triglicéridos: 42; HDL: 57 y LDL: 2.93. Ella se ve y se siente muy bien y sus gastos médicos han disminuido notablemente.—MARY VERNON, M.D.
Como el Doctor Atkins lo sabía luego de haber observado a sus pacientes durante varios años, los exámenes estándar de azúcar en la sangre no detectan a tiempo los cambios en los procesos de la insulina y la glucosa. Además, el examen de azúcar en ayunas no ha sido completamente comprobado. Usted ya sabe que este proceso puede ser diagnosticado y tratado en una etapa más temprana si su doctor sabe cómo examinarlo.
Hoy en día, los parámetros de la Asociación Americana de Diabetes recomiendan una rutina de exámenes de azúcar sanguíneo en ayunas a todas las personas mayores de cuarenta y cinco años. Si los resultados del examen son normales, éste debe realizarse de nuevo en un período máximo de tres años. Si usted tiene otros factores de riesgo de diabetes, se sugiere realizar estos exámenes antes de los tres años.4 Desafortunadamente, es muy común que los parámetros de evaluación no siempre se sigan, razón por la que casi un tercio de los casos de diabetes en los Estados Unidos no son detectados. Si todas las personas que tienen sólo un factor de riesgo de diabetes fueran examinadas, se descubriría casi en el 100 por ciento de los casos.5
El problema es que algunos médicos no están siguiendo los parámetros de revisión actuales, pero incluso si los siguieran muchas personas no serían diagnosticadas a tiempo. Actualmente existe un examen de diagnóstico que el Doctor Atkins consideró inexacto pero que además se utilizó demasiado tarde. ¡No es de asombrarse que tanta gente esté sufriendo las consecuencias!
Casi todas las personas que desarrollan diabetes de Tipo 2 ya han padecido prediabetes. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud, al menos 20.1 millones de personas en los Estados Unidos entre los cuarenta y setenta y cuatro años de edad tuvieron prediabetes durante los años 1988–1994.6 Esto representa un 21.1 por ciento de la población. Pero hoy en día, muchas personas menores de cuarenta—incluso niños y adolescentes—tienen prediabetes. Esto significa que el número de personas con esta afección probablemente sea mucho mayor—quizá uno de cada tres americanos la padezca.
Existe una fuerte evidencia de que tener prediabetes es tan peligroso para su salud como tener diabetes. Si su azúcar sanguíneo sigue dentro del rango de la prediabetes, su riesgo de enfermedad cardiaca y de muerte aumentará considerablemente.7, 8 Recientemente, los investigadores encontraron que muchas personas hospitalizadas por ataques cardiacos tienen prediabetes o diabetes no diagnosticadas. Un estudio reciente en Suecia observó a 181 pacientes admitidos en un hospital por ataques cardiacos. Durante su estadía se encontró que el 31 por ciento tenía diabetes y 35 por ciento prediabetes, pero ninguno de ellos lo sabía. No se trataba de ninguna coincidencia. Tres meses después de haber sido dados de alta, los exámenes del azúcar sanguíneo se repitieron y los resultados confirmaron los iniciales. Los autores percibieron que, probablemente, la verdadera incidencia de diabetes en los pacientes admitidos por ataque cardiaco podría ser del 45 por ciento.9
Los resultados de este estudio corroboraron lo que el Doctor Atkins afirmó todo el tiempo: es absolutamente necesario que una evaluación y un tratamiento tempranos se conviertan en las prácticas habituales para evitar que aquellas personas que aún no han sido diagnosticadas con prediabetes sufran ataques cardiacos. Nos comprometemos a ofrecerle las herramientas para que usted no llegue a ese estado. La prediabetes no diagnosticada es casi una garantía de que el daño silencioso continúe hasta que desemboque en un serio problema cardiovascular. Queremos aseguranos que esto no le suceda a usted.
Si usted tiene prediabetes y no sabe nada al respecto, ¿qué tan cerca está de avanzar hacia una diabetes de Tipo 2? El Doctor Atkins estaba convencido de que eso estaba prácticamente garantizado. Un estudio realizado en Holanda a un amplio número de personas mostró que en un período de seis años, el 64.5 por ciento de aquellos que tenían trastornos de glucosa y de glucosa en ayunas contraían diabetes. Para decirlo de otra manera, las personas con IFG e IGT tenían aproximadamente un riesgo diez veces mayor de contraer diabetes que aquellas personas que tenían el azúcar de la sangre normal. 10
Durante su práctica, el Doctor Atkins veía con frecuencia este tipo de casos. Muchos de los pacientes acudían a él cuando ya habían desarrollado diabetes de Tipo 2, una situación que habrían podido evitar si hubiesen comenzado con un programa de carbohidratos controlados cuando fueron diagnosticados con síndrome metabólico. Un buen ejemplo de esta situación es Ruth T. Varios años antes de que el Doctor Atkins la viera, su médico le había dicho que tenía síndrome metabólico y le aconsejó perder peso. Sin embargo, ella fracasó con todas las dietas que intentó y cuando visitó al Doctor Atkins, ya era diabética. Fue sólo entonces cuando comenzó a seguir su Programa alimenticio que perdió peso y mejoraron sus niveles de azúcar y lípidos sanguíneos. ¡Si tan sólo hubiese tomado el camino de los carbohidratos controlados más temprano! Habría podido evitar fácilmente muchos años de infelicidad y el daño silencioso producido por sus altos niveles de azúcar en la sangre.1
Si le han diagnosticado prediabetes, usted también sabrá que tiene una gran probabilidad de contraer diabetes, a menos que sea capaz de realizar cambios inmediatos en su estilo de vida. Si comienza a tener síntomas como sed, hambre y micción frecuente, es muy probable que usted tenga diabetes de Tipo 2, pero también es posible que usted haya contraído tardíamente una diabetes de Tipo 1. Aunque esta enfermedad ataca a personas menores de veinticinco años, puede presentarse a cualquier edad. Cuando se presenta en personas mayores, generalmente se le conoce como diabetes autoinmune latente en adultos (LADA). Esta es una seria afección que necesita ser diagnosticada y tratada rápidamente para evitar complicaciones peligrosas. Si siente algún síntoma de diabetes, visite de inmediato a su doctor.
Janet M. tenía treinta y nueve años cuando la vi por primera vez. Se quejaba de fatiga. En general, se sentía muy mal y había empezado a perder peso. Su azúcar sanguíneo inicial estaba en 326, lo que era una clara señal de diabetes. Su hemoglobina A1C era superior a 16 y un péptido c que no podía ser detectado, es decir, que ella no estaba produciendo insulina. Su colesterol era de 217, sus triglicéridos de 179, su HDL de 46 y su LDL de 135. Puesto que ella quería usar la menor cantidad de medicamentos posible, decidió comenzar a controlar sus carbohidratos, se suministró alrededor de diez unidades de insulina de efecto prolongado (NPH) dos veces al día, y se revisó cuidadosamente sus niveles de azúcar sanguíneo. Cuando le hicieron otra prueba de sangre tres meses después, su azúcar sanguíneo en ayunas se había normalizado en 96, su A1C se había normalizado en 5.3 y sus lípidos mejoraron. Su colesterol era de 165, sus triglicéridos de 47, su HDL de 62 y su LDL de 93. Debido a su diabetes de Tipo 1, volvió a ganar las 15 libras que había perdido.
—MARY VERNON, M.D.
¿Las siguientes afirmaciones describen su caso? Sus respuestas determinarán si tiene prediabetes:
1. | Tengo sobrepeso y mi exceso de grasa tiende a acumularse en el abdomen. | Verdadero | Falso |
2. | No hago mucho ejercicio. | Verdadero | Falso |
3. | Tengo dos o más síntomas de síndrome metabólico (vea el Capítulo 4). | Verdadero | Falso |
4. | El médico me ha dicho que tengo el síndrome metabólico. | Verdadero | Falso |
5. | El médico dice que mi azúcar sanguíneo en ayunas está por encima de 100mg/dL, pero por debajo de 1,125 mg/dL. | Verdadero | Falso |
6. | Me hicieron el examen oral de tolerancia a la glucosa y mi azúcar sanguíneo superó los 140 mg/dL pero no llegó a los 200 mg/dL. | Verdadero ▫ | Falso |
Si usted respondió “verdadero” en cualquiera de las cuatro primeras afirmaciones, es probable que tenga prediabetes. Si contestó “verdadero” a la quinta o sexta afirmación, es casi seguro que tiene prediabetes, y en ese caso necesita tomar medidas de manera inmediata para prevenir la diabetes de Tipo 2. Por favor siga leyendo este libro, pues le dará información que usted podrá discutir con su médico.