Capítulo 11

ACTÚE

Usted ya tiene un conocimiento básico sobre de los problemas de insulina / azúcar en la sangre, síndrome metabólico y diabetes. También hemos explicado cómo y por qué el Programa Atkins para el Control del Azúcar Sanguíneo (PACAS) puede ayudarle a mejorar su salud.Ha llegado el momento de decirle cómo poner el plan en acción y tener una vida más saludable.

PRIMERO LO PRIMERO

Como dijimos en el capítulo anterior, es importante que usted visite a su médico para que examine su estado de salud actual antes de comenzar el PACAS. Particularmente, usted necesita saber si tiene algún problema médico especial que requiera ser monitoreado, al igual que los resultados básicos de laboratorio.

FAMILIARÍCESE CON EL PROGRAMA

Las fases básicas del PACAS son paralelas a aquellas del Programa Nutricional de Atkins (ANA). Sin embargo, como su objetivo principal es normalizar su insulina/azúcar en la sangre, el tiempo que usted permanezca en cada una de las fases del programa, y cuándo decida avanzar a la siguiente fase dependerá de los resultados de laboratorio y no de la pérdida de peso.

Encuentre su ACE

Cuando usted sigue el ANA, el Equilibrio Atkins de Carbohidratos™ (ACE) es el número de gramos de Carbohidratos Netos que usted puede consumir en un día y mantener su peso deseado. Sin embargo, si usted ya tiene síndrome metabólico, prediabetes o diabetes, su ACE será también la cantidad de carbohidratos con los que pueda mantener su azúcar sanguíneo en un nivel aceptable, mejorar sus lípidos sanguíneos y mantener su presión arterial estable. Si usted tiene sobrepeso pero aún no ha demostrado tener problemas de azúcar en la sangre, su Nivel Crítico de Carbohidratos para Perder Peso (CCLL) será mayor de lo que sería para una persona que tenga trastornos o problemas de azúcar en la sangre. (Vaya al Capítulo 10.) Lo mismo puede decirse de su ACE, una vez que usted haya alcanzado su peso deseado.

¿Cómo saber cual es el número apropiado para usted? Empiece por seguir la fase de Inducción que acabamos de describir. Cuando sus resultados de laboratorio hayan mostrado una mejoría, comience a agregar de nuevo carbohidratos a su dieta en incrementos de 5 gramos. En términos generales, usted puede aumentar semanalmente los carbohidratos en el ANA. Sin embargo, usted deberá proceder más lentamente en el PACAS e incorporar carbohidratos mientras examina su peso, azúcar en la sangre (si es posible) y presión arterial. Sabrá si ha sobrepasado su ACE, si:

  • Vuelve a subir de peso.
  • Su azúcar sanguíneo en ayunas aumenta.
  • Su presión arterial aumenta.
  • Siente más hambre y ansias de alimentos.

Si presenta alguno de esos síntomas de la disminución del control metabólico, reduzca su consumo de carbohidratos hasta que los síntomas mejoren. Cuando esto suceda, usted habrá encontrado su ACE. Para algunos de ustedes, ese número será de sólo 20 gramos al día; para otros podrá ser de 40 o incluso de 60 gramos diarios. A medida que siga el programa, pierda peso y elimine algunos de los medicamentos formulados que retrasen o eviten la pérdida de peso, usted podrá incrementar moderadamente su consumo de carbohidratos. Pero no olvide que si está leyendo este libro, usted será una persona muy sensible a los efectos de los carbohidratos en su dieta. Debido a ello, su ACE a largo plazo probablemente sea de un máximo de 60 gramos diarios, y posiblemente menos, incluso si pierde peso y normaliza sus niveles de azúcar.

Utilice su Escala Glicémica de Atkins (AGR)

Si usted sufre de síndrome metabólico, prediabetes o de diabetes de Tipo 2, necesita mantener su azúcar y sus lípidos en niveles normales mediante su consumo de carbohidratos. Cuando se trata de carbohidratos, la cantidad influye tanto como la calidad, y usted necesita elegir cuidadosamente los carbohidratos que tengan el menor impacto en su azúcar sanguíneo. Sabrá exactamente a qué nos referimos cuando lea el Capítulo 16. Para decirlo en términos simples, aproveche los gramos de carbohidratos de los vegetales bajos en éstos y de frutos secos en pequeñas cantidades. La mayoría de las personas podrá disfrutar de frutas bajas en índice glicémico; algunas incluso podrán consumir legumbres, otras verduras y, ocasionalmente, cereales integrales.

Hemos incluido las porciones de frutas en la siguiente tabla para que usted entienda el concepto de la AGR. (Otras porciones comienzan en la página 507.) Cuando usted está en las fases iniciales, descubrirá que puede ingerir una fruta que aparece en la columna 1, como fresas, antes de introducir las frutas que aparecen en la columna 2. Así mismo, las frutas de la columna 2 deben ser incorporadas antes que las que figuran en la columna 3. Usted querrá elegir básicamente las frutas que figuran en la columna 1, así esté manteniendo su peso ideal. Tenga en cuenta que el AGR es una guía general, aunque usted podrá encontrar ciertos alimentos en una columna, pero no necesariamente otros. Además, algunas personas nunca son capaces de pasar más allá de las dos primeras columnas, o aún de la primera.

1. CONSUMA CON FRECUENCIA 2. CONSUMA CON MODERACIÓN 3. CONSUMA OCASIONALMENTE
Manzana Albaricoques enlatados Bananas
Moras Albaricoques secos Coctel de arándanos sin azúcar
Arándanos azules (blueberries) Albaricoques frescos
Uvas verdes y rojas Jugo de arándanos sin azúcar
Cerezas Jugo de toronja sin azúcar
Arándanos (cranberries) Coctel de frutas enlatado en almíbar
Jugo de kiwi
Toronja Mango Jugo de uvas
Naranja Melón (cantaloupe) Jugo de naranja
Melocotón Melón (Crenshaw) Ciruelas pasas
Pera Melón (honeydew) Pasas
Ciruela Nectarina
Granada Papaya
Frambuesas Piña fresca
Fresas Sandía
Mandarina

Coma con Frecuencia

Saltarse las comidas o comer a deshoras puede bajarle el azúcar. Estos descensos en el azúcar sanguíneo y la respuesta hormonal del organismo producen un hambre excesiva y ansias de carbohidratos, así como cambios en el temperamento y en la energía que pueden dificultarle sus actividades cotidianas, e incluso hacerle subir de peso.

Para comenzar, ingiera al menos tres comidas y un snack a lo largo del día. Cada comida o snack debería contener proteínas y grasas. Consuma siempre los carbohidratos acompañados de proteínas o grasas, ya que si sólo come carbohidratos, podría disparársele el azúcar. Como usted sentirá menos hambre, asegúrese de comer lo suficiente en cada comida para sentirse satisfecho pero no lleno. Sin embargo, si usted lo prefiere, puede ingerir cinco o seis refrigerios pequeños durante el día que sean altamente nutritivos y bajos en carbohidratos, además de un snack en la tarde y otro en la noche. Eventualmente, usted encontrará los horarios que le sean más cómodos. Cuando tenga unos niveles de azúcar más estables, es muy probable que sienta menos deseos de comer snacks.

Independientemente del horario de alimentación que elija, es importante balancear los nutrientes a lo largo del día. Si reserva todos los carbohidratos para una sola comida, tenga la seguridad de que el azúcar se le disparará. En vez de esto, reparta los carbohidratos—y el resto de los alimentos—durante el día; así podrá controlar el azúcar y se alimentará mejor. Si usted come regularmente, continúe con su límite diario de Carbohidratos Netos, mezcle las proteínas con las grasas en cada comida o snack y reparta los nutrientes tan uniformemente como pueda a lo largo del día. Haga lo que sea más conveniente para usted.

Ingiera Alimentos Saludables

Muchos alimentos comunes y corrientes han demostrado ser particularmente útiles para aquellas personas que tienen diabetes y poca tolerancia a la glucosa. No es pura coincidencia que estos alimentos también sean bajos en carbohidratos y en el Nivel Glicémico de Atkins. Éstos son los alimentos ideales:

  • Verduras ricas en antioxidantes y vitaminas, minerales y fibra como el brócoli, la coliflor y otras de la familia de las coles como la col rizada, coles crespas y otras verduras de hojas oscuras.
  • Pescado, especialmente los de aguas frías como el atún, el salmón y las sardinas.
  • Alimentos ricos en calcio y bajos en carbohidratos como el queso, el tofu y verduras de hojas oscuras.
  • Cereales integrales ricos en fibra, como la cebada, el bulgur, el arroz integral y el salvaje. Pero recuerde: como no todo funciona para todos, algunas personas tendrán que consumir estos alimentos ricos en carbohidratos muy ocasionalmente, o tendrán incluso que abstenerse de ellos.

ESTRATEGIAS PARA UNOS SNACKS SALUDABLES

Cuando usted sigue el PACAS, los snacks entre comidas son una parte importante de su estrategia para mantener el azúcar estable. En vez de ingerir comidas basuras (como donuts, por ejemplo), usted podrá consumir snacks bajos en carbohidratos. Es decir, un snack que contenga grasas y proteínas (una pierna de pollo al horno o una loncha de queso, por ejemplo), y en algunos casos, una pequeña cantidad de carbohidratos (un puñado de arándanos con algo de proteína y/o grasas). Si reemplaza los carbohidratos de baja calidad por proteínas y grasas de alta calidad, usted saciará el hambre que siente entre comidas sin alterar sus niveles de azúcar. Si come carbohidratos con proteínas y/o grasas, y no sólo carbohidratos, permitirá que la glucosa entre a su corriente sanguínea. Esto le ayudará a controlar su azúcar, energía, apetito y temperamento.

En los últimos capítulos explicaremos detalladamente por qué estos alimentos son tan valiosos.

Cuente las Calorías si es Necesario

Los principios básicos del PACAS ayudan a una gran cantidad de personas a superar el síndrome metabólico, la prediabetes y la diabetes, simplemente controlando el consumo de carbohidratos. No obstante, a un pequeño número de personas no le bastará con controlar los carbohidratos. Sus organismos tienen tanta resistencia a la insulina, que necesitan suprimirlos completamente de su dieta para revertir dicha resistencia. Esto puede deberse a un medicamento formulado, pues muchas medicinas dificultan la pérdida de peso, probablemente porque aumentan la resistencia a la insulina.

Sin embargo, la restricción calórica no significa que usted tenga que pasar hambre; simplemente significa que deberá mantener los carbohidratos a un mínimo, reducir las porciones y llevar la cuenta del contenido calórico de lo que usted consume. Como regla general, una mujer que necesite restringir las calorías debería consumir entre 1,200 y 1,800 calorías diarias, y un hombre, entre 1,500 y 2,000.

Una nota importante sobre la restricción de calorías: un gramo de grasas contiene 9 calorías y un gramo de carbohidratos o de proteínas contiene sólo 4. Esto puede hacerlo caer en la trampa de creer que usted debe consumir más alimentos bajos en grasas y menos alimentos ricos en grasas: no lo haga, pues su cuerpo necesita esos gramos de grasas y proteínas para mantener niveles estables de azúcar y para proporcionarle los nutrientes esenciales. Usted debe consumirlos, pues ellos le harán sentirse satisfecho. Si reduce las grasas, hará lo mismo con las calorías, pero también sentirá hambre y estará desnutrido. ¿Qué sucede entonces? Usted sentirá ansias de carbohidratos, y si sucumbe a ellas, se le dispararán el azúcar y la insulina.

Si tiene que reducir las calorías, hágalo siguiendo el Programa Atkins. Continúe consumiendo porciones moderadas de grasas y proteínas saludables, pero disminuya el tamaño de las porciones, consuma pocos carbohidratos y asegúrese de ingerirlos por medio de verduras frescas. Consuma proteínas, grasas y fibra en cada comida. Restringir el tamaño de las porciones acelerará la pérdida de peso y contribuirá a mejorar su resistencia a la insulina. Una vez que tenga todo bajo control, usted podrá consumir porciones más grandes. Sólo recomendamos la opción de calorías reducidas cuando el control natural del apetito del ANA/PACAS, unido al ejercicio y al consumo de suplementos, no produzca la mejora inicial que se necesita en un caso individual. Algunos pacientes tienen una diabetes tan avanzada que necesitan acudir a todos los medios posibles para escapar del desastre metabólico.

EL PACAS Y LOS MEDICAMENTOS RECETADOS

Si reduce el consumo de carbohidratos, su necesidad de insulina (si la está tomando) y de otros medicamentos recetados seguramente disminuirá o desaparecerá. Consulte con su médico para que disminuya gradualmente sus medicamentos, mientras vigila su consumo de carbohidratos y retoma el control de su metabolismo. Cuando haya disminuido o eliminado los medicamentos, especialmente aquellos para el control del azúcar sanguíneo, y sus niveles de azúcar en ayunas se hayan normalizado (cuando estén por debajo de 100 mg/dL), usted podrá experimentar con su ACE, y es posible que pueda consumir unos pocos carbohidratos adicionales sin ganar peso ni registrar un aumento en sus niveles de azúcar.

Si toma medicamentos—ya sean recetados o de venta libre—coméntele al médico su decisión de seguir el Programa de Carbohidratos Controlados antes de comenzarlo, y para que él o ella monitoree su condición con frecuencia y vaya disminuyendo gradualmente sus dosis de medicamentos, evitando así cambios repentinos que puedan resultar excesivos o insuficientes.

Esperamos que se haya convencido de que el PACAS le ayudará a recuperar su salud al revertir los desequilibrios metabólicos. El Programa requiere un cambio permanente en su forma de alimentación y en la cantidad de ejercicio que hace. ¿Le parece difícil? Miles de pacientes del Doctor Atkins dicen justamente lo contrario. Una vez siguieron el Programa se sintieron tan bien que les resultó muy fácil comprometerse definitivamente con él, y estamos seguros de que lo mismo le sucederá a usted.

EVALÚE SU PROGRESO

Consulte con su médico sobre los exámenes que aparecen abajo (lea de nuevo los Capítulos 6, 7 y 8, que le explicarán en qué consisten y para qué sirven) antes de comenzar el Programa Atkins para el Control del Azúcar Sanguíneo. Anote los resultados iniciales y compárelos con los exámenes que se hará un año más tarde. Hemos incluido algunos intervalos, pero exámenes como los de la presión sanguínea, la relación cintura/caderas y los lípidos de rutina deben monitorearse con mayor frecuencia.

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UNA ANFITRIONA CON SUERTE

Glenda Carter era el sueño de la industria farmacéutica. Tomaba medicamentos formulados para la diabetes, el colesterol alto, la hipertensión y la artritis, pero una reservación fortuita que hizo en su hotel le ayudó a liberarse de los medicamentos y a rebajar 56 libras.

NOMBRE: Glenda Carter
EDAD: 53 años
ESTATURA: 5 pies, 3 pulgadas
PESO ANTERIOR: 245 libras
PESO ACTUAL: 189 libras

 

PRESIÓN SANGUÍNEA ANTERIOR: 165/110
PRESIÓN SANGUÍNEA ACTUAL: 100/60
COLESTEROL TOTAL ANTERIOR: 220
COLESTEROL TOTAL ACTUAL: 144
HDL ANTERIOR: 48
HDL ACTUAL: 52
LDL ANTERIOR: 137
LDL ACTUAL: 113
TRIGLICÉRIDOS ANTERIORES: 313
TRIGLICÉRIDOS ACTUALES: 128

Tenía graves problemas de peso desde los trece años, y creo que en total he perdido unas 1,000 libras y he vuelto a subir otras 1,000. A la edad de treinta y siete años ya tenía problemas de presión y a los cuarenta y cuatro me diagnosticaron diabetes. Mi médico me puso en una dieta baja en grasas, la cual seguí casi todo el tiempo, pero no perdía peso. Sentía vergüenza cuando tenía consultas porque creía que el médico iba a pensar que yo estaba haciendo trampa con mi dieta y que le estaba mintiendo. Comencé a pedir citas para que me volvieran a formular medicamentos. Tomaba insulina para la diabetes, Cozzar y Lozol para la hipertensión, Lipitor para el colesterol y Vioxx para la artritis. ¡Me gastaba entre $600 y $700 mensuales en medicamentos! Como enfermera y terapeuta de la salud mental que era, puedo decirles que no estaba nada contenta con mi situación.

Mi vida cambió en agosto de 2003. Mi esposo Bob, y yo administrábamos un pequeño hotel cerca de Jasper, Alberta, en las Montañas Rocosas. Una mujer de Virginia me llamó para hacer una reservación. Como de costumbre, le pregunté si seguía alguna dieta en especial. Me dijo que seguía la dieta de Atkins. Yo había oído hablar de ésta en la década de los setenta; incluso la hice durante un tiempo, pero me pareció muy estricta. Ella me habló en detalle y me dijo que estaba segura que me funcionaría.

Al día siguiente, mi esposo y yo comenzamos a seguir el Programa, utilizando como guía el libro La Nueva Revolución Dietética de Atkins y el Internet. Prometimos que seguiríamos el Programa sin contravenir ninguna de las reglas. Al cabo de treinta y dos horas tuve que suspender la insulina, pues mi azúcar bajó a 48: no podía creerlo. Mi doctora se había ausentado por tres semanas y fui a verla cuando regresó. Se sorprendió gratamente de mis resultados, pero estaba muy escéptica. “Glenda, esto te va a afectar los riñones.” Me ofreció su apoyo para seguir el Programa si yo me hacía los siguientes exámenes cada cuatro semanas: A1C, lípidos, ALT, AST (exámenes del hígado) y creatinine para los riñones, glucosa en ayunas y potasio. Después de cuatro meses de magníficos resultados, ella no necesitó más pruebas; ya es una creyente.

Bob y yo mantenemos nuestro nivel de carbohidratos entre 20 y 30 gramos diarios. Nunca me he sentido tan bien y dejé de tomar medicamentos. No extraño el pan ni la pasta. Desayuno huevos y salchicha dos veces por semana, los otros días como muffins de linaza o semillas de linaza con fresas, crema batida y canela. El almuerzo puede ser una ensalada de salmón enlatado con mayonesa, cebolla y apio envuelto en hojas de lechuga. Si estamos trabajando afuera, comemos alimentos que antiguamente nos eran prohibidos, como lonchas de cerdo, salchichas, aceitunas, quesos y dips con verduras. Una comida típica puede ser piernas de pollo al horno, ensalada de espinacas con aguacate y queso de cabra. Hay que tener imaginación para comer variado. Inventé una receta para reemplazar el puré de papas por coliflor, queso crema y crema agria. La ventaja de tener diabetes es que, teniendo que hacerme pruebas de sangre todos los días, puedo incorporar nuevos alimentos a mi plan de alimentación y ver cómo afectan mis niveles sanguíneos. Por ejemplo, el butternut squash era demasiado alto en carbohidratos, pero el espagueti squash me sentaba bien. Lo relleno con salsa de carne, le pongo queso Cheddar encima y lo preparo al horno. Es simplemente delicioso.

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ANTES

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DESPUÉS

Dos meses después de haber comenzado el Programa Atkins, me compré una máquina Bow-Flex, en la cual hago ejercicio tres veces por semana (es como hacer shuffleboard en el hielo) durante el invierno. Antes, necesitaba hacer una siesta de dos horas diarias, pero actualmente descanso leyendo, pues me siento con mucha energía. La artritis ha desaparecido de mi espalda, rodillas, manos y pies. Sólo tengo dos dedos afectados, pero confío en que pronto me dejarán de doler.

En diciembre, cuatro meses después de haber comenzado el Programa, fui a comprar un vestido para una fiesta de Navidad. Fui a la misma tienda para mujeres obesas en donde había comprado mi ropa durante los últimos veinticinco años. Yo era talla 44, 3X o 4X. Todo lo que me probé me quedó grande. “Glenda, puedes comprar en una tienda normal,” me dije sorprendida, sin saber adónde ir. Me dirigí a una tienda por departamentos y me compré un vestido negro y plateado talla 16 y un nuevo sostén que por fin no parecía un cabestro para caballos. Al cabo de seis meses, había perdido 56 libras. Bob, que mide seis pies y tres pulgadas, bajó de 275 a 220 libras durante el mismo período. Su cintura pasó de 44 a 36 pulgadas, y su meta es llegar a 190 libras.

Comencé a hacer un boletín de Atkins para propietarios de hoteles de Canadá y ya se han unido quince propietarios, varios de ellos diabéticos. Mi doctora me pidió que conformara un grupo de Atkins como voluntaria. Jasper es una población pequeña, pues tiene alrededor de 10,000 habitantes, pero en menos de veinticuatro horas se inscribieron dieciséis personas. Hace poco fui a un restaurante y una de las camareras me dijo, “Hola, señora de los carbohidratos bajos,” así que sé que la voz se está regando. Me gustaría rebajar otras 30 libras y pesar 160; sé que es posible. Me alegro de no estar tomando medicamentos, pues no tengo que prestarle atención a los horarios. Consumo alimentos nutritivos y luzco mejor que nunca antes. Hacer Atkins me ayudó a curarme.

 

Nota: Sus resultados individuales pueden ser diferentes de los que se muestran aquí. Como se dijo anteriormente, Atkins recomienda una evaluación inicial de laboratorio y seguimiento continuo en coordinación con su proveedor de salud.