Así como la vida se compone de muchas historias de amor distintas, este libro se construyó gracias a la bondad de muchas personas diferentes. Debo comenzar dándoles las gracias a todos mis entrevistados. Su generosidad, franqueza y consideración no solo hicieron posible este libro, sino que también hicieron que escribirlo fuera un placer. A todos: os estoy realmente agradecida.
También quiero darle las gracias a Caroline Jones, quien transcribió diligentemente la mayoría de estas entrevistas. Tus correos electrónicos entusiastas me hicieron compañía durante los solitarios periodos de escritura. Y a la increíblemente talentosa Anna Morrison, quien diseñó la preciosa portada original. Admiro mucho tu trabajo y estoy emocionada de que seas parte de Hablemos sobre el amor.
Estoy en deuda con todos los trabajadores de la editorial Penguin. Gracias por creer en este libro y por darme el espacio y el tiempo necesarios para escribirlo. ¡Le mando un agradecimiento especial a Isabel Wall, mi editora y compañera, amante del amor! Su entusiasmo y amabilidad convirtieron un proceso aterrador en uno agradable. Gracias por preocuparte tanto por el libro y por esforzarte en mejorarlo.
Gracias a las personas que me ayudaron pero que tal vez no lo saben: a Jennie Agg, cuyas palabras me hicieron sentir menos sola cuando me sentía triste; a Pandora Sykes y Dolly Alderton, por apoyar a este libro en los primeros días de The High Low; a Heather Havrilesky, por aceptar ser mi primera invitada en la newsletter; y a Lucy Henderson, por alentarme a escribir este libro un día cualquiera después de Navidad.
¡Le debo mucho a mi jefa y amiga Sarah Tomczak, quien editó y pulió mi escritura hace años, cuando me esforzaba demasiado! Aprendí mucho sobre el amor al verte criar a Coco y Sylvie con elegancia y optimismo. Gracias por apoyar siempre mi escritura y por demostrarme que la maternidad y el propósito individual pueden coexistir.
Muchos amigos me enseñaron lecciones sobre el amor antes de que comenzara a entrevistar a gente al respecto. Me siento profundamente agradecida con Caroline Steer, Roxanne Robinson, Jennifer Livingston, Jessica Russell-Flint, Louise Waller, Ruth Lewis, Lois Kettlewell, Katy Taylor, Kristina Henderson y Katy Takla. Quiero darle especialmente las gracias a Marisa Bate, por decirme que podía escribir este libro cada vez que me preocupaba no poder hacerlo. Y a Lucy Lee, por su brillante cerebro y sus inteligentes sugerencias. Sois todos muy valiosos para mí. Os quiero mucho.
Gracias a Joni por existir. Si lees este libro algún día: ¡te quiero!
Gracias a mi familia: a mi madre Niki y mi padre Chris, cuya historia de amor fue la primera que presencié. Antes odiaba el hecho de que me hubieran transmitido unas expectativas demasiado altas sobre las relaciones, pero ahora veo que me enseñaron a no conformarme con menos. Gracias por crear un hogar que siempre estuvo lleno de amor. Ser vuestra hija es maravilloso.
Mi hermano Oliver fue mi primer lector y compañero. Ols: gracias por tus perspicaces comentarios y por aconsejarme ser más clara. ¡Siempre tuviste razón! Gracias también por enseñarme cosas sobre el amor desde el principio y por recordarme que el humor es un elemento esencial en el día a día. Espero poder bailar juntos la música de Springsteen todos los años que nos queden en esta Tierra.
Carrie Plitt es todo lo que podría desear en una agente: inteligente, carismática, dura, sabia y siempre divertida para conversar. Carrie, no es una coincidencia que comenzara a trabajar correctamente en esta obra justo después de que nos conociéramos. Este libro no existiría sin ti. Gracias por ser la persona a la que siempre quiero impresionar.
Gracias a mi esposo Dan, quien tan generosamente me dio la libertad de contar algunas de nuestras historias. Amarte me ha enseñado a vivir de forma ilimitada y valiente. Gracias por apoyar siempre mis sueños. Te amo de todas las formas posibles, para siempre.
Y, por último, gracias a los suscriptores de mi newsletter Hablemos sobre el amor, en particular a los que me dijeron que querían que existiera este libro. Cada vez que me atascaba o dudaba de mí misma, releía vuestros correos electrónicos. Vuestras palabras me recordaron por qué quería escribir. Encontré amor en ellas.