Sin esperar a ver la reacción del equipo de desarrollo, me apresuro por el pasillo y entro en la oficina de Vlad.
Él no está.
Maldita sea.
¿Dónde estará?
Busco una agenda, pero por supuesto, no estamos en 1989 o cuando fuera que todo el mundo dejó de utilizar el papel.
Espoleada por mi atuendo y por el encuentro con Britney, rodeo el escritorio de Vlad y devuelvo su ordenador a la vida.
Está bloqueado.
Por supuesto. Es política estándar de la empresa, lo que es un asco, porque si pudiera echarle un vistazo a su agenda digital, averiguaría dónde está.
Si pudiese deducir su código pin...
Me muerdo el labio, mientras reflexiono sobre eso.
Nuestros códigos pin son de seis dígitos, por lo que hay un millón de combinaciones aleatorias diferentes.
Así que adivinarlo al azar queda descartado.
Tengo que intentar pensar en lo que realmente podría usar él.
Miro hacia arriba y, efectivamente, hay una cámara de seguridad en la esquina de su oficina.
¿Es eso en caso de que alguien intente lo que yo estoy a punto de hacer?
Bueno, espero que no se enoje demasiado conmigo.
Saludo a la cámara y digo: «Esto es lo que te pasa por espiarme en tus salas de reuniones», por si acaso él ve la cinta más tarde.
Por ahora, pruebo con 12356 para el código pin.
Pues no. Habría sido demasiado fácil.
Pruebo con 654321.
Tampoco.
Intento diferentes permutaciones de su fecha de nacimiento.
Ninguna funciona.
Los dígitos iniciales y finales de su número de teléfono tampoco funcionan.
Si sigo así, el ordenador me bloqueará por hacer demasiados intentos fallidos.
Entonces recuerdo algo que él me dijo justo antes de que yo saliera furiosa de esa sala de reuniones, sobre cómo se pueden usar los números para representar las letras del alfabeto de tu palabra favorita.
¿Podría ser tan simple?
Convierto lo que creo que podría ser su palabra favorita, «Neo», en 140516.
¡Premio!
El ordenador se desbloquea, y lo primero que aparece es un correo electrónico que Vlad debe haber estado redactando antes de bloquear su pantalla.
Su asunto dice: «Despido de Britney Archibald».
Incapaz de contenerme, leo rápidamente el mensaje.
Por supuesto.
Vlad se dio cuenta de que ella era la de la filtración y quien difundía los rumores. Se adjuntan las transcripciones de las conversaciones de mensajería instantánea en las que le dijo a Mike cómo yo estaba probando juguetes eróticos con varios hombres de Binary Birch, incluido el tío de RR.HH. cuyo nombre aparece como destinatario del correo electrónico de Vlad.
¡Está tan jodida!
De alguna manera, Vlad incluso logró desenterrar pruebas de que Britney había pirateado las cuentas de redes sociales de su ex del departamento de ventas, algo que hasta ahora había sido un mero rumor.
Es oficial.
Britney ha mordido más de lo que podía tragar cuando le dio el nombre de Vlad a Cosmo.
Minimizando el correo electrónico, reviso el calendario de Vlad para ver dónde está.
Ajá.
Está en 1000 Demonios, y allí donde tendría que venir el tema de la reunión ha escrito mi nombre.
¿Le está pidiendo a su hermano algún consejo sobre relaciones?
No, eso no me cuadra. Vlad ha adjuntado mi currículum a esta reunión, así como enlaces al código de mi aplicación. Espero que no sean fundamentales para cualquier relación que podamos tener o no.
Entonces caigo.
Me está consiguiendo un trabajo.
Salto de su silla, salgo corriendo del edificio y me meto corriendo en un taxi.
Es hora de que me enfrente a 1000 Demonios.