Hay otra energía que está en la puerta de la casa al mediodía, a la hora del almuerzo. Dicen los abuelos que no hay que sentarse en la puerta a esa hora, porque es tiempo de comer y de descansar un poco de la jornada de la mañana.
Y por eso, dicen que si uno se sienta en la puerta a la hora del almuerzo nunca se llena, se queda uno con hambre.