Kurt Vonnegut (Indianápolis, 1922-Nueva York, 2007) presenció como prisionero de guerra la tormenta de fuego (aliada y justa) que arrasó Dresde en febrero de 1945. Después sería uno de los más grandes escritores norteamericanos de su tiempo. También uno de los más entrañables y queridos. Destacó en todos los terrenos (desde el relato corto al teatro, la autobiografía o el ensayo) e introdujo en ellos una vena satírica siempre atemperada por la benevolencia de su mirada. Si novelas como Las sirenas de Titán, Cuna de gato o Galápagos cimentaron su enorme prestigio, Matadero Cinco, la obra que condensa su brutal experiencia bélica, lo llevó a la memoria de todos. Malpaso ha publicado una espléndida recopilación de cuentos póstumos bajo el título La cartera del cretino. «He intentado conducirme como un hombre digno sin esperar recompensas o castigos después de mi muerte», escribió pocos años antes de que un dios inconcebible lo llamara a juicio.