Tiempo de preparación: 30 minutos
Mi debilidad en la que encuentro la fortaleza, jajaja: ¡Mi torta de cacao!
Mientras precalientas el horno a 350 °F, engrasa una refractaria con un poco de aceite de coco. Separa las yemas de las claras y con una batidora bate muy bien las claras hasta lograr el punto de nieve.
Debes fundir el cacao al baño María con la leche de almendras, la miel y el aceite de coco. Ve revolviendo con suavidad y paciencia. Cuando ya tengas el cacao completamente derretido retíralo del fuego y agrégale las yemas de los huevos.
Revuelve suavemente con una espátula.
Aparte, mezcla la harina de almendras con el polvo para hornear, mi sugerencia es que lo hagas en un bol para facilitar el proceso. Cuando ya estén bien mezclados los ingredientes, revuélvelos con el chocolate. Es ahora cuando debes agregar las claras de huevo ya listas al chocolate y todo lo demás.
¡Ojo! Esto lo debes realizar en tres tiempos, es decir: un poco de tu nieve y revuelves de manera circular, después otra parte y sigues revolviendo, hasta llegar a la última parte y revolver todo. ¡Listo! Ya tienes la mezcla. Ahora, vierte en la refractaria la mezcla y llévala al horno durante veinte minutos. Para saber que tu torta ya está lista, introduce un cuchillo, si sale limpio eso quiere decir que ya está. Sácala del horno y déjala enfirar durante unos minutos. ¡Buen provecho!
¿Es lo mismo cacao que cocoa?
Técnicamente «cacao» y «cocoa» son la misma cosa, pero en el uso diario, «cacao» se refiere a las semillas crudas y «cocoa» a las semillas tostadas y procesadas que normalmente están mezcladas con leche y azúcar para hacer chocolate. El «cacao» en polvo es una fuente muy poderosa en magnesio, indispensable para la salud de nuestro corazón y de nuestros músculos. Además, el cacao en polvo es lo más saludable a la hora de hacer preparaciones como pancakes, smoothies, tortas, galletas, etc.