ETERNIDAD, VASO VACÍO

Eternidad, vaso vacío

que remite al terror, abismo

en el abismo interpolándose,

numeración que empieza

                                        y hasta cuándo

allí donde termina.

Detrás no hay nada, enfrente

nada, y a cada lado el hueco

circulatorio de la nada,

la índole pavorosa de la perduración.

Los infinitos nudos cardinales

diseminan los vórtices del caos

y en los embudos por donde circulan

los días venideros, contribuye

la prenoción de lo no visto

a hacer del tiempo una oquedad perpetua,

mientras queda la vida conturbándose

como la mano amputada que aún duele.

Terror y eternidad en lo absorto cohabitan.