TARDE O TEMPRANO

A veces me arrepiento de incidencias

pueriles, de brumosas

conductas de noctámbulo,

de culpas imprecisas, pero nunca

de aquel error que cometí aquel día

y que fue trasmitiéndose

a través de los años y los sueños

hasta que al fin se decantó

en lo más vulnerable de mi alma

y allí ha permanecido

como el más terco poso de la vida

hasta llegar al sitio que ahora ocupa

en la maraña general del tiempo.

Con ese error viví, me conjuré

conmigo, hasta que supe finalmente

que todas las verdades

segregan siempre restos de mentiras.