TURNO DE LA DESGANA

La vida a veces vira

con invariable virulencia y busca

la indefensión del desganado.

Ocurre de repente:

                        irrumpe

en las perplejidades cotidianas

y allí se enfrenta al insurrecto

con su rauda aspereza y con la obscena

condición de la sed

del que huye del agua, esa morosa

forma de prevenir la siempre indeseada

proximidad de los antídotos.

Oh vida más voraz que sus venenos.