2 Reyes 9:1–15
«Toma este aceite –Eliseo le dijo a un joven profeta–. Ve a Ramot de Galaad. Halla a Jehú.
Luego di: “El Señor dice esto: ‘Te he ungido rey sobre Israel’”. Cuando termines, regresa de inmediato».
El joven profeta llevó la redoma de aceite a Ramot de Galaat. Él encontró a los capitanes sentados juntos en el campamento de Israel. «Tengo un mensaje para usted», dijo él.
«¿Para quién?», preguntó Jehú.
«El mensaje es para usted, señor».
El profeta derramó el aceite sobre la cabeza de Jehú.
«El Señor dice esto: “Te he ungido como rey sobre mi pueblo Israel”. Usted destruirá a la familia de Acab, porque ellos mataron a los profetas de Dios». Luego, el profeta se marchó.
«¿Por qué vino a ti aquel loco?», los demás le preguntaron a Jehú.
«Sin razón alguna. Ya saben cómo parlotean».
«Dinos la verdad».
«Acaba de ungirme como rey sobre Israel».
Los capitanes arrojaron su manto a los pies de Jehú.
Una trompeta sonó y todos gritaron: «¡Jehú es rey!».
Preguntas: ¿Qué dijo el joven profeta que Eliseo no le había dicho? ¿Qué hicieron los otros capitanes cuando escucharon que Jehú era rey?