Día 167

El reloj solar retrocede

2 Reyes 20:1–21

Los asirios habían invadido Judá. Jerusalén estaba en peligro. El rey Ezequías se enfermó y estuvo a punto de morir. Isaías el profeta fue a hablar con él.

«El Señor dice: “Prepara tu vida, porque morirás.

No te recuperarás”».

Ezequías oró: «Recuerda, oh, Señor, cómo te he sido fiel. He hecho lo bueno para ti con todo mi corazón».

Isaías estaba saliendo del palacio. «Regresa –Dios dijo– y habla de nuevo con Ezequías. Dile: “El Dios de tu ancestro David dice: He escuchado tu oración y visto tus lágrimas. Te sanaré y le añadiré quince años a tu vida. La ciudad será salvada de Asiria”».

«¿Cómo comprobará el Señor que me sanará?», Ezequías le preguntó a Isaías.

«Tú elige la señal –respondió Isaías–. ¿El reloj solar deberá ganar diez minutos o perder diez minutos?».

«Normalmente gana tiempo. Que la sobra retroceda».

Isaías clamó a Dios y la sombra retrocedió diez minutos.

En tres días, Ezequías estaba recuperado.

Preguntas: ¿Qué hizo Ezequías cuando le dijeron que moriría? ¿Qué hizo Dios para mostrarle a Ezequías que sería sanado?