Daniel 6:11–17
A pesar de la nueva ley contra la oración, Daniel oraba hacia Jerusalén tres veces al día.
Sus enemigos buscaron rodearlo y le preguntaron al rey por la sentencia de muerte con respecto a la ley.
«Hay alguien, rey, que no obedece esta ley.
Es Daniel de Judá. Antes de la ley, él oraba tres veces al día. Y todavía lo hace». El rey se molestó tanto de que Daniel hubiera sido acusado. Él pasó todo un día intentando salvar a su sabio presidente. Esa tarde, los celosos presidentes insistieron que Daniel fuera castigado.
Entonces, el rey Darío tuvo que dar la orden.
Daniel fue llevado y arrojado en un foso de leones.
«Tú sirves fielmente a tu Dios, Daniel –dijo el rey–. Espero que tu Dios te salve de los leones».
Llevaron una piedra para sellar la boca de la cueva.
Nadie podía sacar a Daniel del foso de los leones.
Preguntas: ¿Cuántas veces al día oraba Daniel? ¿Qué dijo el rey cuando arrojó a Daniel a los leones?