Lucas 7:11–16
Jesús y sus discípulos fueron a la ciudad de Naín.
Una gran multitud los siguió. Ahí, salió por la puerta de la ciudad un cortejo fúnebre. Un joven había muerto.
Su madre, una viuda, seguía su cuerpo, llorando.
Una gran multitud de la ciudad se encontraba ahí.
El Señor la vio y tuvo misericordia. «No llores», le dijo él y detuvo el cortejo. Luego dijo: «Joven, te digo, ¡levántate!». El hombre se sentó y comenzó a hablar.
Jesús se lo entregó a su madre. Las multitudes temían.
«Un gran profeta ha venido a nosotros», ellos declararon.
Preguntas: ¿Qué hizo el Señor cuando vio llorando a la viuda? ¿Qué dijo la multitud acerca de Jesús?