Segunda parte
Juan 11:25–35
«Yo soy la resurrección y la vida –Jesús le dijo a Marta–. Quienes creen en mí pueden morir, pero vivirán otra vez. ¿Tú lo crees, Marta?».
«Sí, Señor –respondió Marta–. Creo que tú eres Cristo, el Hijo de Dios, que ha venido al mundo».
Entonces ella se apresuró a casa.
«María –susurró Marta–, el Maestro está aquí. Él desea verte». Los judíos vieron a María marcharse y la siguieron. Ellos pensaron que se dirigía a la tumba de Lázaro a llorar. Pero la encontraron arrodillada a los pies de Jesús.
«Señor, debiste haber estado ahí –María lloró–, entonces Lázaro no habría muerto». Jesús la vio llorando. Él levantó la mirada y vio a todos sus amigos judíos llorando. Esto le preocupó.
«¿En dónde lo enterraron?».
«Ven a ver, Señor».
Jesús comenzó a llorar. «¿Ven cuánto amaba a Lázaro?», algunos dijeron.
Pero otros dijeron: «Él le dio vista al ciego. ¿No puedo haber evitado que este hombre muriera?».
Estas palabras entristecieron a Jesús.
Preguntas: Jesús dijo que Él era la resurrección y la vida. ¿Qué pensó Marta que significaba eso? ¿Qué dijo la gente que entristeció a Jesús?