Día 337

En la cima de un monte en Atenas

Hechos 17:26–18:4

En la cima de un monte en Atenas, Pablo declaró al Dios verdadero: «De un ancestro Dios hizo las distintas razas. Él decidió cuándo y en qué lugar de la Tierra vivirían.

¿Por qué? Para que buscaran al Señor, se extendieran y le hallaran. Él no está tan lejos de cada uno de nosotros.

Porque en Él vivimos y nos movemos y somos. Sus poetas han dicho esto mismo. Ellos escribieron: “Porque nosotros también somos sus hijos”».

Pablo continuó: «Ya que somos hijos de Dios, ¿cómo es que Dios puede ser una imagen de piedra hecha por la imaginación humana? Ahora Él le ordena a todo el pueblo que cambie de mentalidad.

El día en que el mundo será juzgado se ha establecido.

Dios a elegido a un hombre para que sea el juez. Él lo ha resucitado de la muerte».

La audiencia de Pablo interrumpió y se burló. «¿Un hombre resucitado de la muerte?». Ellos se rieron. Pero otros se unieron a Pablo y creyeron. Luego de esto, Pablo se marchó de Atenas y se dirigió a Corinto. Ahí, él trabajó con Aquila y su esposa, Priscila. Ellos hacían tiendas, al igual que Pablo.

Cada Sabbat, él intentaba convencer a los judíos y a los griegos acerca de Jesús.

Preguntas: ¿Por qué Dios hizo las distintas razas en la Tierra? ¿Qué dijo Pablo que hizo que su audiencia se burlara?