Segunda parte
Hechos 27:12–26
Buenos Puertos no era un buen lugar para pasar el invierno.
«Arriesguémonos y zarpemos al mar –dijo el capitán–. Intentaremos alcanzar Fenice». Este puerto cercano sería seguro de las tormentas de invierno. Ellos recogieron el ancla y zarparon cerca de la costa. Pronto, un violento viento sopló desde Creta.
El barco no podía volverse de cara a la tormenta. El viento del nordeste los echó mar adentro. Luchando por controlar, la tripulación echó el ancla al mar. Lo único que podían ver era el mar y el cielo. Ellos fueron empujados hacia lo desconocido.
Preguntas: ¿Por qué el capitán fue a navegar a Fenice? ¿Qué sucedió cuando la tormenta sopló de Creta?