Rut 1:1–22
Una hambruna golpeó la tierra cuando los jueces gobernaban Israel. Elimelec de Belén mudó a su familia a Moab. Luego de diez años ahí, Elimelec murió. Sus dos hijos se casaron con mujeres de Moab.
Pero luego murieron también. Entonces, la esposa de Elimelec, Noemí, y sus nueras, quedaron viudas.
Noemí escuchó que Dios había traído buenas cosechas a Israel y ella decidió regresar. Le dijo a cada una de las esposas de sus hijos: «Regresen a la casa de su madre.
Que Dios sea bueno con ustedes y les dé un nuevo esposo».
Las besó y lloraron juntas.
Una de las jóvenes viudas, Orfa, sí regresó con su familia.
Pero la segunda, Rut, no dejó a Noemí.
«Mira –dijo Noemí–, Orfa regresó a su pueblo y a sus dioses.
Tú también vete».
«No hagas que te deje o que deje de seguirte –dijo Rut–. A donde vayas, yo iré. Donde vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde mueras, yo moriré, y ahí seré enterrada. Solo la muerte puede separarnos».
Noemí vio que Rut era firme. No dijo más y regresaron juntas a Belén.
Preguntas: ¿Por qué Elimelec mudó a su familia a Moab? ¿Por qué crees que Rut se quedó con Noemí?