A mi mejor amiga, mi compañera y mi esposa, Angela. Sólo pensar en ti me llena de más alegría, de más satisfacción y de más vida que cualquier otra cosa que haya experimentado jamás. Eres mi amada, sin reservas y sin restricciones, y danzamos hacia la eternidad.

A Mary Rose y Robert, mis padres y mis héroes. Debo todo lo que soy a vuestro amor, ejemplo y apoyo. Desde el día en que nací, y durante todos y cada uno de los días que siguieron, siempre habéis encontrado el modo de ayudarme y de quererme. Vivo con la esperanza de poder devolveros el favor.