EL PERÍMETRO

Sois parte de un pequeño grupo humano luchando para seguir vivos.

El porqué no importa.

Conquista, guerra, muerte, hambre o enfermedad—cualquiera de Los Jinetes lo hará.

Podríais ser nuestros ancestros primitivos, podríais ser unos pioneros, podríais haber quedado abandonados en alguna localización remota, podrías ser supervivientes de un holocausto nuclear o un apocalipsis zombie . De nuevo, no importa. Para los humanos sin acceso a tecnología avanzada, el escenario funciona más o menos de la misma manera.

Tenéis que definir vuestro grupo. Tenéis que definir quién está dentro y quién está fuera, y necesitáis identificar las amenazas potenciales. Necesitáis crear y mantener alguna clase de zona segura alrededor del perímetro de vuestro grupo. Todos tendrán que contribuir a la supervivencia del grupo de alguna manera, salvo que el grupo acuerde proteger y alimentar a alguien que no pueda contribuir debido a su edad o enfermedad. Para los que pueden trabajar, tendréis que decidir quién hace qué, basándoos en lo que se les da bien, en quiénes trabajan bien juntos y en lo que tiene más sentido práctico.

CAZANDO Y LUCHANDO

Cazar y luchar son dos de las tareas más peligrosas que tendréis que realizar para continuar vivos.

Para desarrollarse, los humanos necesitan proteína y grasa. Podéis obtener suficiente proteína y grasa de los vegetales, pero sin una granja consolidada os veréis duramente obligados a reunir suficientes vegetales para cumplir con vuestras necesidades nutricionales. Un animal grande puede proporcionar proteína y grasa para varios días—incluso más si sabéis conservar la carne.

El problema con los animales grandes y ricos en proteínas es que no quieren morir. La carne es músculo, y el músculo hace fuertes a los animales—a menudo más fuertes que a los hombres. Las bestias salvajes vienen equipadas con colmillos, cuernos, pezuñas, garras y dientes afilados. Lucharán por sus vidas. Derribar a un animal grande y rico en proteínas será peligroso. Requerirá fuerza, coraje, técnica y trabajo en equipo. Para encontrar comida también es necesario explorar—aventurarse en lo desconocido— ¿y quién sabe qué acecha ahí fuera ?

Si vais a sobrevivir, vuestro grupo necesita protección frente a los depredadores—animales, humanos, alienígenas o no-muertos. Si hay algo o alguien ahí fuera que quiere lo que tenéis y está dispuesto a luchar por ello, vais a tener que averiguar quiénes de vuestro grupo están dispuestos a pelear. Querréis a la gente más preparada para luchar vigilando, defendiendo todo lo que os importa o saliendo fuera a eliminar la amenaza potencial. Si alguien o algo tiene lo que necesitáis, la mejor manera de conseguirlo podría ser tomándolo. ¿Quiénes de vuestro grupo estarán dispuestos y serán capaces de hacerlo?

Tal vez haya hembras en vuestro grupo. Tal vez no. Si tenéis hembras, no tendrán acceso a medidas de control de natalidad fiables. Machos y hembras no dejarán de tener sexo y las hembras se quedaran embarazadas. Los humanos son mamíferos y, como la mayoría de mamíferos, la mayor parte de la carga reproductiva recaerá en las hembras. No es justo, pero la naturaleza no es justa . Incluso las mujeres fuertes y agresivas se vuelven más vulnerables y pierden movilidad durante la gestación. Incluso las mujeres duras amamantarán a sus crías. Se vinculan a sus retoños y se hacen cargo de ellos rápidamente. Los bebés están indefensos y los niños son vulnerables durante años.

Aunque no hubiera otras diferencias físicas o mentales entre hombres y mujeres, en un entorno hostil, las realidades biológicas de la reproducción humana aún dictarían que, con el tiempo, los hombres estarían mayoritariamente encargados de explorar, cazar, luchar, construir y defender. Los hombres tendrían más tiempo para especializarse y desarrollar las habilidades necesarias para sobresalir en esas tareas. No tendrían excusa para no hacerlo.

Los hombres nunca se quedarán embarazados, nunca amamantarán y se encargarán menos de sus hijos. Incluso puede que no sepan cuáles son suyos. Las mujeres saben de quién son sus hijos. Los hijos no dependen de los padres en la misma medida que dependen de sus madres. Los hombres son más libres para asumir riesgos en pos del bien del grupo, con la creencia de que su prole vivirá.

Tal y como son las cosas, hay diferencias biológicas entre hombres y mujeres que poco tienen que ver con el embarazo y el amamantamiento. Por lo general, los hombres son más grandes y fuertes que las mujeres. Los hombres son más atrevidos, y probablemente están más mecánicamente inclinados y son mejores en lo que se refiere a navegación. Los hombres están programados para los juegos agresivos. Los hombres con la testosterona alta asumen más riesgos y buscan más emociones. Están más interesados en competir por status y, cuando ganan, sus cuerpos les proporcionan un subidón de dopamina y más testosterona. 1

Como vuestro grupo está luchando por sobrevivir, cada decisión cuenta. Si le asignáis el trabajo equivocado a la persona equivocada, esa persona podría morir, tú podrías morir, otra persona podría morir, o todos podríais morir. A causa de las diferencias entre sexos, la mejor persona para trabajos que requieran exploración, caza, lucha, construcción o defensa será, normalmente, un macho. No es ningún prejuicio cultural arbitrario; es el tipo de discriminación estratégica vital que mantendrá vivo a vuestro grupo.

Los humanos, al igual que los chimpancés, a menudo cazarán en equipo porque la caza cooperativa es más efectiva que en solitario. Cuando juntas a un equipo —cualquier clase de equipo— las habilidades en bruto de vuestros candidatos no son los únicos factores a tener en cuenta. También tendréis que considerar la dinámica social del equipo. ¿Qué personas trabajarán mejor juntas? Como líder, querrás crear sinergias, reducir las distracciones y evitar conflictos dentro del grupo. Los machos competirán por status dentro de cualquier grupo, pero también competirán por las hembras. Eliminar una segunda barrera potencial de celos y antagonismo podría ser razón suficiente para elegir a un macho antes que a una hembra.

Si hay hembras en vuestro grupo, tendrán mucho trabajo duro y necesario que realizar. Cada uno tendrá que cargar con su propio peso, pero la caza y la lucha casi siempre recaerán sobre los hombres. Cuando las vidas estén en juego, la gente apartará las etiquetas de igualdad y tomará esa misma decisión una y otra vez, porque tiene más sentido.

En esta división práctica del trabajo es donde comienza el mundo masculino.

EL GRUPO-BANDA

Thomas Hobbes escribió que, cuando los hombres viven sin miedo a un poder común, viven en un estado de “ guerra ”. En guerra , los hombres se enfrentan unos contra otros.

La idea de guerra de Hobbes es interesante a nivel teórico, pero su guerra de todos contra todos no es el estado natural para los hombres. Es natural para un hombre perseguir sus propios intereses, pero esos intereses unen a los hombres rápidamente. Un solitario no tiene a quién pedir ayuda, nadie que vigile su espalda, nadie que lo proteja cuando duerme. Los hombres tienen más posibilidades de sobrevivir juntos que por separado. Siempre han cazado y luchado en pequeños equipos. El estado natural de guerra es un conflicto continuado entre pequeñas bandas de hombres.

Los chimpancés se organizan en grupos-bandas, lo que significa que cambian el tamaño de los grupos en función de las circunstancias. Se unen en grandes grupos y construyen alianzas por motivos estratégicos, para aparearse y para compartir recursos. Cuando las circunstancias cambian, se dividen en grupos más pequeños y partidas de caza. Los grupos más pequeños —las bandas— son los más unidos y estables. Los machos son leales y rara vez cambian de banda. Las hembras se unen a los machos a veces para cazar, pero son más proclives a cambiar de banda a lo largo del tiempo.

Los hombres se organizan de la misma manera.

Tomemos, por ejemplo, las unidades militares:

—Ejército: 80.000 - 200.000 miembros

—Cuerpo: 20.000 - 45.000 miembros

—División: 10.000 - 15.000 miembros

—Brigada: 3.000 - 5.000 miembros

—Regimiento: 3.000 - 5.000 miembros

—Batallón: 300 - 1.300 miembros

—Compañía: 80 - 225 miembros

—Pelotón: 26 - 55 miembros

—Sección/Patrulla/Escuadrón: 8 - 13 miembros

—Escuadra: 2 - 4 miembros

 

Todos los hombres de un determinado ejército son parte del mismo gran equipo, pero la fuerza del vínculo entre hombres se incrementa conforme decrece el tamaño de la unidad. En grupos más pequeños, los hombres son más leales entre sí.

Cuando el escritor Sebastian Junger preguntó a soldados estadounidenses en Afganistán acerca de sus lealtades, le dijeron que “ sin ninguna duda, arriesgarían sus vidas por cualquiera del pelotón o de la compañía, pero que ese sentimiento disminuía rápidamente a partir de ahí. Para cuando llegabas al nivel de la brigada —tres o cuatro mil hombres— todo sentimiento de metas o identidad comunes era prácticamente teórico ”. 2 La rivalidad entre grupos es frecuente. Cada grupo tiene su propia regalía, sus propias tradiciones, su propio simbolismo e historia común.

Algunos investigadores creen que el cerebro humano solo puede procesar información suficiente para mantener relaciones significativas con unas 150 personas en un período determinado. 3 Es, más o menos, el tamaño de una compañía militar, pero también el tamaño de la típica tribu humana primitiva, y aproximadamente el número de “amigos” con los que la mayoría de la gente contacta regularmente a través de las redes sociales.

Dentro de esa tribu de 150, la gente forma incluso grupos más pequeños. ¿A cuánta gente le prestarías mucho dinero? ¿Con cuántas personas contarías en caso de emergencia? ¿Cuántas personas podrían contar contigo?

Si eres como la mayoría, ese número se reduce al tamaño de un pelotón, un escuadrón o incluso a una escuadra. El tamaño de los equipos para la mayoría de los deportes grupales varía entre una escuadra y un pelotón. Los equipos de fútbol americano tienen unos 50 miembros en plantilla, pero solo hay 11 en el campo a la vez. Los equipos de béisbol tienen 25 miembros, con 9 hombres sobre el campo. En los equipos de fútbol juegan entre 7 y 11 miembros. En los equipos de baloncesto juegan 5. Los de waterpolo meten 7 en la piscina.

Los hombres retornan al tamaño de banda arquetípico, incluso para la narración y el esparcimiento. ¿Cuántos personajes principales hay en tus libros, películas o series favoritas? Esa cantidad también funciona con la religión y los mitos. Jesús tenía 12 apóstoles. ¿Cuántos dioses griegos puedes nombrar? ¿Y nórdicos?

El grupo de 2 a 15 hombres es una zona cómoda. Es un tamaño de equipo efectivo para maniobras tácticas, pero también es socialmente manejable. Puedes conocer realmente a esos tipos a la vez. Puedes mantener una buena relación de trabajo y una historia social significativa con unos 100. Más allá, la conexión se vuelve extremadamente superficial, la confianza se rompe y son necesarias más reglas y códigos —siempre conservados bajo la amenaza de la violencia— para mantener “unidos” a los hombres. En momentos de tensión —cuando los recursos escasean, cuando el sistema de reglas y códigos se derrumba, cuando hay un lapso en su cumplimiento, o cuando los hombres tienen poco que perder y mucho que ganar infringiendo la ley— es El Camino de los Hombres el que quiebra los grandes grupos y opera en bandas pequeñas y ágiles.

La banda del tamaño escuadra-pelotón es nuestra unidad más pequeña. Más allá de nosotros están ellos, y la línea que separa el nosotros del ellos es un círculo de confianza.

TRAZANDO EL PERÍMETRO

La primera tarea de los hombres en momentos desesperados siempre ha sido establecer y asegurar “el perímetro”.

Imaginaos de nuevo en vuestro escenario de supervivencia. Las personas no pueden luchar, cazar y matar día y noche, eternamente. Los humanos tienen que dormir, tienen que comer y necesitan desconectar. Necesitáis crear un espacio seguro y establecer un campamento en alguna parte.

También tenéis que localizar algunos recursos deseables, como el acceso al agua y la comida. Una de las primeras cosas que tendréis que tener en cuenta es si el punto os hace vulnerables frente a ataques de depredadores o grupos desconocidos de hombres. Después hacéis un reconocimiento básico —comprobáis los alrededores buscando evidencias de otra tribu o bestias no deseadas. Cansados y satisfechos, tus compañeros y tú montáis un campamento base y vigiláis un perímetro rudimentario.

La supervivencia de vuestro grupo dependerá de vuestra habilidad para reclamar con éxito la tierra y conservarla.

Cuando reclamáis un territorio y trazáis un perímetro, esa línea pasa a separar vuestro grupo del resto del mundo. La gente de dentro del perímetro se convierte en nosotros y todo lo demás fuera del perímetro, conocido o desconocido, pasa a ser ellos.

Más allá de la luz de vuestra hoguera está la oscuridad. Ellos están justo después del centelleo de vuestro fuego, ahí fuera en lo oscuro. Ellos pueden ser animales salvajes, zombies , robots asesinos o dragones. Ellos también pueden ser otros hombres. Los hombres saben lo que necesitan los hombres, y lo que quieren. Si vuestros hombres tienen algo que los hombres quieren o necesitan, tendréis que tener cuidado con otros hombres. Las cosas que tienen valor para los hombres —herramientas, comida, agua, mujeres, ganado, refugio o incluso buenas tierras— tendrán que ser protegidas de otros hombres que podrían estar lo suficientemente desesperados como para haceros daño para conseguirlas. El perímetro separa a los hombres en los que confiáis de los que no confiáis, o no conocéis lo suficiente para confiar en ellos.

A la gente le gusta hacer amigos. Estar constantemente a la defensiva es estresante. La mayoría de las personas quieren confiar en otras personas. La mayoría de la gente quiere poder relajarse. Si sois listos, hasta que los conozcáis, ellos seguirán ahí fuera , al otro lado del perímetro. Incluso si bajáis la guardia para cooperar, puede o puede que no los absorbáis en el nosotros. Mientras los hombres mantengan identidades separadas, siempre existe la posibilidad de que ellos decidan anteponer sus intereses a los vuestros. En los momentos difíciles, los acuerdos entre grupos se vienen abajo. La competición genera animosidad, y los hombres se deshumanizan entre ellos para tomar las duras decisiones necesarias para la supervivencia de su propio grupo.

Si juntáis machos durante un corto período de tiempo, y les dais algo por lo que competir, formarán un equipo nosotros vs ellos . Esto fue excelentemente ilustrado por el “Experimento de la Cueva de los Ladrones” de Muzafer Sherif. Los psicólogos sociales separaron dos grupos de chicos y los obligaron a competir. Cada grupo de niños creó un sentido del nosotros basado en lo que les gustaba de sí mismos o en cómo se imaginaban ellos. También crearon caricaturas negativas del otro grupo. Los grupos se volvieron hostiles el uno contra el otro. Sin embargo, cuando los investigadores les dieron un buen motivo para cooperar, las bandas enfrentadas fueron capaces de aparcar sus diferencias y unirse en un grupo más grande.

Siempre ha sido tarea de los hombres el trazar un perímetro para establecer un espacio seguro, para separarnos a nosotros de ellos y crear un círculo de confianza.

El descubrimiento de nuevas tierras en las Américas lo hizo nuevamente posible en la historia humana reciente. Pequeños grupos de hombres se aventuraron en territorio desconocido porque creían que podían conseguir más arriesgándose, de lo que podían esperar obtener por medio de los canales establecidos en el viejo mundo. Desafiaron a lo salvaje, establecieron campamentos y reinventaron la civilización mientras el resto del mundo miraba. Ahí fuera, en la oscuridad, había indios, osos, serpientes y otras bandas de hombres dispuestos a usar la violencia para hacerse con lo que querían. Tanto los colonos como los nativos eran hombres asediados y tenían que consolidarse frente a las fuerzas externas. Debían decidir en quién podían confiar, en quién no y qué necesitaban de los hombres a su alrededor.

La historia del Oeste Americano es solo una historia. ¿Cuántas bandas, familias, tribus y naciones han sido fundadas por un pequeño grupo de hombres que se aventuraron solos, reclamaron la tierra, la defendieron, la aseguraron y echaron raíces? Si los hombres nunca hubieran hecho esto, no habría gente viviendo en todos los continentes hoy en día.

UN ROL ESPECIAL

Habéis decidido quién está dentro y quién fuera. Habéis decidido en quién confiáis y en quién no. Vigiláis el perímetro, protegiendo lo que está dentro de la luz centelleante, defendiendo todo lo que significa algo para vosotros y los hombres que os apoyan. Todo recae sobre vosotros, los guardianes, porque sabéis que si falláis en vuestro trabajo no puede haber felicidad humana, ni vida familiar, ni historias, ni arte, ni música. Vuestro papel en los sangrientos límites de la frontera entre ellos y nosotros está por encima de cualquier otro rol que tengáis dentro del espacio protegido. El vuestro es un rol especial, y vuestro valor para los otros hombres, que comparten dicha responsabilidad, quedará determinado por lo dispuestos y capaces que seáis para cumplir dicho papel.

Los otros hombres tendrán que saber que pueden confiar en vosotros, porque todo cuenta, y vuestras debilidades, miedos o incompetencia podrían matarlos o poner en riesgo al grupo entero. Los hombres que son buenos en esta tarea —hombres que son buenos en la tarea de ser hombres— se ganarán el respeto y la confianza del grupo. Esos hombres serán honrados y tratados mejor que los hombres que son desleales o de poca confianza. Los hombres que consiguen victorias en los momentos de mayor peligro adquieren el más alto status entre el resto. Serán tratados como héroes, y otros hombres —especialmente los jóvenes— los emularán.

En una sociedad compleja, casi todos nosotros vivimos bien dentro del perímetro. Creamos nuestros propios círculos y camarillas, y los defendemos metafóricamente. Incluimos o excluimos gente por toda clase de motivos. Lejos de cualquier frontera que separe la amenaza de la seguridad, la gente celebra cualidades que no tienen casi nada que ver con la supervivencia. El rebaño bala por cantantes, diseñadores, charlatanes y personas cuyo únicos talentos son ser graciosos o guapos. Los pastores los guían en círculos siempre hacia más de lo mismo.

Cuando los hombres se evalúan entre sí como hombres , aún buscan las mismas virtudes que necesitarían para proteger el perímetro. Los hombres responden y admiran las cualidades que harían a los hombres útiles y prácticos en una emergencia. Los hombres siempre han tenido un rol especial, y aún se juzgan entre ellos de acuerdo a las demandas de dicho rol como guardián en una banda, luchando por la supervivencia contra la perdición de los invasores. Todo lo que tiene que ver específicamente con ser un hombre —no solo una persona— tiene que ver con ese rol.

Mientras estáis espalda con espalda, deteniendo el avance del olvido, ¿qué necesitáis de los hombres de vuestro grupo? Mientras cerráis un estrecho círculo en torno a un peligroso juego que podría alimentaros durante una semana, ¿qué clase de hombres queréis a vuestro lado?