CÓMO INICIAR UNA BANDA

 

Cualquier retorno al Camino de los Hombres probablemente ocurrirá en Estados “huecos”, a través de medios extralegales. Las bandas se originan por necesidad o para aprovechar oportunidades. Conseguirán más tracción en zonas en las que la influencia del Estado es débil, generándose tanto la necesidad como la oportunidad. Es más, las bandas son protoestados. Los protoestados amenazan el poder de Estados mayores existentes por lo que, cuando los hombres los formen para reafirmar sus propios intereses, sus acciones serán declaradas ilegales por los otros Estados.

No intento deciros cómo empezar una empresa criminal.

He romantizado las bandas, en cierto modo, para resaltar la naturaleza del hombre, pero no me engaño creyendo que las bandas modernas las dirigen “buenos tipos” que roban al rico para dárselo al pobre. Tengo razones de sobra para creer que la vida en una banda, hoy en día, sería sucia, brutal y corta. Tengo razones de sobra para creer que la vida en una banda, dentro de un estado en colapso, sería sucia, brutal y corta. No faltan precisamente evidencias sobre la brutalidad, las luchas internas, el tráfico de personas, las violaciones o los asesinatos simplemente por el hecho de asesinar. Wrangham y Peterson llamaban “demonismo” masculino a los impulsos de la banda por una buena razón.

La conclusión a la que he llegado mientras escribía este libro es que la banda es el meollo de la identidad masculina. También creo que es el meollo de la identidad nacional, tribal y étnica. La cultura de la banda es, como decía la autora bell hooks en un contexto bastante diferente, “ la esencia de la masculinidad patriarcal ”. 78

Si queréis seguir El Camino de los Hombres, si queréis anticipar el retorno al honor y a la virtud viril, si queréis endureceros contra un futuro incierto—iniciad una banda.

El honor necesita un cuadro de honor, un grupo de hombres con valores similares. El honor requiere la posibilidad del deshonor a ojos de los compañeros cuyo respeto valoráis. El cultivo de la virtud viril se ve acelerado por la acción y por las esperanzas de los compañeros. Y si queréis ser resilientes ante la incertidumbre y el caos, necesitáis un círculo de hombres en el que confiéis y del que podáis depender.

Algunos lectores inevitablemente responderán: “Mi esposa/novia es maravillosa. Boxea, dispara armas y arregla coches. Es mi socia”.

Es genial. Pero si vuestra estrategia para el futuro consiste en haceros fuertes con Mamá y los críos, vuestra estrategia apesta. No me importa si vuestra novia es una ninja diplomada, no vale lo que ocho hombres. Kill Bill no era un documental. Una mujer fuerte y habilidosa puede merecer la pena para ti antes que una prima donna , pero no puede reemplazar a los hombres en tu vida. Ninguna mujer puede ocupar el lugar de los hombres en la vida de un hombre.

Es evolutivamente bueno para las mujeres el querer asegurar vuestro compromiso con ellas e intentar situarse en el centro de vuestros mundos. Querrán estar involucradas en todo lo que hagáis y estarán en guardia contra aquello que perciban como una amenaza contra su seguridad y vuestro compromiso.

Los hombres han estado negociando la “crisis de la masculinidad” —el tira y afloja entre la domesticación civilizada y la atracción de la vida de la banda— durante siglos. Los hombres necesitan marcar límites y tener tiempo para estar con otros hombres en su vida. Es importante para su sentido de identidad, es importante para su sentido de seguridad y pertenencia y es una buena estrategia de supervivencia. Parte de la razón de que estemos donde estamos es que los hombres dejaron de depender unos de otros y pasaron a depender del Estado. La unidad familiar no es suficiente. Una red de apoyo de diez es mejor que una de dos.

Para haceros a la idea de cómo uno podría expandir esa red de apoyo e “iniciar una banda”, aquí tenéis una definición práctica de lo que es realmente, en base a la idea del vínculo masculino, la creación de una identidad grupal y el establecimiento de un perímetro:

Banda: una coalición vinculada y jerárquica de machos, aliados para reafirmar sus intereses contra fuerzas externas.

Una banda es, en esencia, una identidad grupal masculina, es un nosotros . Es el grupo de hombres aliados al que recurrir contra ellos .

En una situación de emergencia, el nosotros a menudo viene definido por la proximidad. Habéis visto la película. Un puñado de personajes inverosímiles se reúne, por circunstancias imprevistas, y se ven obligados a apartar sus diferencias y a aprender a depender los unos de los otros. Ciertamente podría ocurrir, pero depender del azar no es una gran estrategia. Elegir a tu equipo es mejor.

Cread proximidad

Internet es un buen filtro. Es una buena manera de encontrar hombres que compartan vuestros valores. Sin embargo, vuestros amigos de los foros y de las redes sociales, esparcidos por todo el mundo, no van a estar ahí para vosotros cuando todo se vaya a tomar por culo como nunca se haya ido antes. Invertid más tiempo estableciendo contacto con hombres que estén geográficamente cerca de vosotros. Si tenéis amigos íntimos en vuestra zona, considerad el mudaros al mismo bloque de apartamentos o a unas calles de distancia. Pensad en cómo empiezan las bandas dentro de las ciudades. Hombres y niños han muerto defendiendo tribus con territorios de solo unos poco bloques. La proximidad genera familiaridad e identidad compartida. Nos crea a nosotros . Esparcir nuestras alianzas por naciones y continentes nos mantiene supeditados al poder del Estado y a la economía global. Los hombres que están separados y no tienen a nadie en quien confiar, deben depender del Estado.

Elegid vuestro nosotros

Un montón de factores pueden definir los límites del nosotros contra ellos . Si vuestra religión os resulta importante, es un buen sitio por el que empezar. Los mormones, por ejemplo, probablemente encajarían con bastante facilidad en una banda comunitaria. Si vuestra herencia étnica o raza es algo que sentís profundamente, como ocurre a menudo con las bandas, ese podría ser vuestro punto de partida. La familiaridad y la semejanza hacen más sencillo el establecer la confianza. No obstante, los equipos deportivos lo hacen bastante bien con hombres de entornos diferentes. Si una meta deseable y superior —como la supervivencia — hace acto de presencia, está probado que los hombres pueden dejar de lado todo tipo de diferencias.

Hombres con puntos de vista opuestos pueden respetarse mutuamente y disfrutar de debates civilizados, pero a la hora de formar el nosotros , es mejor tener un grupo de hombres que estén en la misma página en lo relativo a los asuntos que les parezcan más importantes.

Si habéis decidido, después de leer este libro, que queréis retornar al Camino de los Hombres , los hombres de vuestra banda tendrán que comprometerse a echar abajo la sociedad masturbatoria globalista, a agujerear por dentro al Estado y a revivir una cultura de honor.

Cread Fraternidad

Una banda es una fraternidad, una hermandad de hombres vinculados. Dicho esto, no empecéis justo ahora a intentar determinar vuestros colores o vuestro saludo secreto. Esta clase de fenómenos culturales masculinos ocurrirá orgánicamente como resultado de compartir historia e identidad. Sólo grandes organizaciones, como el ejército, pueden organizar a un puñado de hombres de forma efectiva y, artificialmente, crear una banda o una hermandad. Es posible que los movimientos políticos lo hagan, pero si solo parecen ser abiertamente anti-gubernamentales, su llamativa posición atraerá la atención de las autoridades.

No necesitáis un grupo formal o carnets de miembros, ni tampoco elegir un presidente. Lo que necesitáis es veros. Podéis relacionaros con otros hombres online , pero solo hasta cierto punto. Las personas pueden ocultarse ahí, de formas que no pueden en persona. Los hombres son pensadores tácticos. Se protegen. Para llegar a conocer a un hombre necesitáis pasar tiempo con él, tenéis que hacer cosas juntos, tenéis que construir confianza. No esperéis que un conocido casual os cuide las espaldas cuando estéis en problemas. Una amistad sólida es como cualquier otra relación. Hay que dar y recibir. Requiere tiempo y algo de historia común.

Si conocéis a tipos con los que podéis conectar y que están, más o menos, en la misma página filosófica que vosotros, aseguraos de que les dedicáis tiempo. Reservad tiempo para crear esa historia y construir confianza. Incluso las mujeres que son “como uno de los chicos” tendrán un efecto inhibitorio en ese proceso. Los hombres no son sinceros entre sí, de la misma manera, cuando hay mujeres presentes, y establecer confianza requiere de sinceridad. Los hombres querrán tener novias, esposas, familias y otras conexiones con mujeres en su vida y todo eso está bien pero, como dije, no podéis esperar que hombres que no os conocen realmente os ayuden en momentos duros. Esforzaos. Comer y beber juntos está bien, pero es más lógico planear salidas tácticamente orientadas. Necesitáis aprender a leeros entre vosotros y a trabajar juntos, como grupo. Id al campo de tiro. A cazar. A jugar al paintball. Id al gimnasio. A clases de artes marciales. Apuntaos a algún equipo. Montad un taller. Aprended cosas útiles. Arreglad algo. Construid algo. Haced algo. Moved el culo y haced cualquier cosa.

En momentos duros, los hombres con los que hagáis esas cosas serán los primeros a los que llaméis. Serán vuestra banda. Serán vuestro nosotros .

Voy a terminar este libro con algo de sabiduría vikinga relativa a la amistad masculina, de Las Palabras del Hár , también conocidas como Hávamál .

 

Si tienes un amigo en quién confiar,

y si con él una buena relación quieres:

tu juicio ligarás al suyo,

os haréis regalos,

y mucho os visitaréis.

 

Si un amigo tienes, en quién confías,

ve a verle a menudo;

pues crecen arbusto y altas hierbas

en senda que nadie pisa . 79