Epílogo
EL EPÍLOGO SEÑALA EL FINAL DE UN
TRABAJO, de un proyecto que felizmente se hizo realidad, en el que
todo termina con el último folio. Jamás me ha gustado dicho
término; es como cerrar una puerta. Yo las prefiero siempre
abiertas de par en par.
Queda mucho camino por recorrer y
emociones por vivir. Tal vez nuestros ojos ahora aprendan a mirar
de otra forma cuando nos encontremos frente a una ermita, una
iglesia o bien una inmensa catedral. Posiblemente, si escuchamos
con atención, el alma de sus piedras estará susurrándonos al oído
su historia. De su nacimiento en una cantera lejana, de su
fatigante traslado o de cómo fueron creciendo cuando se les dio
forma.
Ahora, en su decrépita vejez de
siglos, son fiel reflejo de aquellas gentes que, con su esfuerzo,
supieron transmitir quiénes eran, qué pensaban y cómo eran. Sus
creencias están en cada esquina, en cada recodo del edificio. La
trascendencia del ser humano se halla presente. Solo tenemos que
mirar para ver.
Esas piedras son la puerta abierta
para dejar que nuestra mente pase por ella y penetre en un mundo
nuevo, curioso, enigmático y sobre todo distinto. Algunos serán
recibidos por las bendiciones de un ángel asomado en lo alto de un
capitel, otros se sentirán sobrecogidos por las imágenes
amenazantes y aterradoras de seres monstruosos. Pero nadie,
absolutamente nadie quedará indiferente.
Son muchas las cosas que han quedado
fuera de éstas páginas; tal vez demasiadas, lo sé. Pero aquellas
que no se han citado aguardan pacientemente en silencio a que el
buscador de determinados conocimientos se acerque a ellas para
desvelar su mensaje.
Tal vez estas modestas páginas un día
lleguen a formar parte de las alforjas de algún peregrino, quién
sabe. En todo caso, si así fuera, el presente trabajo se vería
recompensado con creces por su confianza.
El hombre, a pesar de su tecnología,
no posee todas las claves.
El estudio de nuestro pasado es el
estudio de las raíces en las que se asienta nuestro presente.
Conocerlo es saber algo más de nosotros mismos. Buen viaje.