AGRADECIMIENTOS
Por mi trabajo como periodista en la India visitaba a menudo bastis como el de Jai. Tengo una enorme deuda con los residentes que me invitaban a sus casas y compartían sus historias conmigo. De no haber sido por su amabilidad y su generosidad nunca habría podido escribir esta novela. También debo agradecer el conocimiento que me han proporcionado las siguientes obras: The Illegal City: Space, Law and Gender in a Delhi Squatter Settlement (Ashgate, Surrey, 2012), de Ayona Datta; In the Public’s Interest: Evictions, Citizenship and Inequality in Contemporary Delhi (Orient Blackswan, Nueva Delhi, 2016), de Gautam Bhan, y Swept Off the Map: Surviving Eviction and Resettlement in Delhi (Yoda Press, Nueva Delhi, 2008), de Kalyani Menon-Sen y Gautam Bhan. Hay una lista de los libros y artículos que dieron forma a esta novela a disposición del público en mi página web <deepa-anappara.com>.
Me siento afortunada de poder trabajar con dos agentes tan brillantes como generosos, Peter Straus y Matthew Turner, que me han guiado a través del proceso de publicación con inteligencia y calidez. Doy especialmente las gracias a Matt, por sus sugerencias editoriales y su buen humor y por mantenerse firme ante el desconcierto que pudieran producirle mis preguntas más neuróticas. Doy también las gracias al equipo de derechos internacionales de RCW, en particular a Stephen Edwards, Laurence Laluyaux, Tristan Kendrick y Katharina Volckmer, y a Gill Coleridge y a todos los que pertenecen a RCW.
No hubiera podido pedir unos editores más entusiastas y meticulosos que Clara Farmer, de Chatto & Windus, y Caitlin McKenna, de Random House. Les agradezco que hayan hecho un hueco para Jai y sus amigos en sus corazones, así como su sensibilidad y su inteligente trabajo de edición. Gracias a toda la gente de Vintage, en particular a Charlotte Humphery por su paciencia y su apoyo, Suzanne Dean, Lucie Cuthbertson-Twiggs y Anna Redman Aylward. Gracias a David Milner por su copy-edit y a John Garrett por la lectura de pruebas. Gracias también a Emma Caruso, Greg Mollica, Evan Camfield, Maria Braeckel, Melissa Sanford, Katie Tull y a toda la gente de Random House, Nueva York. Agradezco especialmente haber tenido el apoyo y el estímulo de la fallecida Susan Kamil.
Gracias al equipo de Penguin Random House, India, en especial a Manasi Subramaniam, por sus sugerencias, y a Gunjan Ahlawat.
Mi amor y gratitud a los amigos que me han mantenido cuerda durante un tiempo increíblemente difícil: Roli Srivastava, por sus notas a esta novela y la amabilidad que no ha dejado de mostrarme en dos décadas; Rineeta Naik, por su atenta mirada y por ofrecerme siempre un techo en Delhi; Taymour Soomro, por su sabiduría, sus agudas críticas y todas las charlas virtuales que hemos mantenido sobre cosas que nada tienen que ver con el trabajo, y Kristen Potgieter, por sus impresiones y su generosidad. Gracias inmensas a Harriet Tyce por su apoyo. Gracias también a Avani Shah y Rory Power.
De la Universidad East Anglia, mi agradecimiento a Joe Dunthorne, Andrew Cowan y mis grupos de trabajo por sus comentarios sobre los primeros capítulos de la novela. Gracias también a Giles Foden.
Mientras escribía Los detectives de la línea morada recibí los primeros espaldarazos de concursos para primeras novelas en marcha. Gracias a los organizadores, lectores y jueces del Premio Bridport/Peggy Chapman, el Premio de Ficción Lucy Cavendish y el Premio para Escritores de la Fundación Deborah Rogers.
Gracias a Euan Thorneycroft por su apoyo. Gracias en especial a aquellos que han estado ahí desde el principio: Alison Burns, Emma Claire Sweeney y Emily Pedder. Gracias también a las bibliotecas de Essex y a la British Library.
Gracias a mi familia. Mi agradecimiento y mi amor a Shailesh Nair por sus historias, su apoyo y su entusiasmo.
Por último, y al margen de lo aquí escrito, debo añadir que soy la única responsable de cualquier imperfección que pueda haber en esta novela.