Altos estudios colombianos en Antioquia
Hace ya varios años, tal vez doce, oímos hablar por primera vez del Instituto de Integración Cultural y del interés que el doctor Jorge Rodríguez Arbeláez tenía por la creación de una Aldea de la Cultura y la fundación de un Colegio de Altos Estudios Colombianos. Sin hacer mucho caso al asunto pensamos, como muchas otras personas: es una quimera, un bello ideal que apenas llegará a ser un sueño.
Han pasado los años y hoy tenemos que pensar diferente, porque esos ideales del doctor Rodríguez han ido tomando forma: en el curso de los años se han realizado importantes actividades que han demostrado que la integración cultural es posible. El trabajo periodístico nos ha permitido vivir los primeros pasos de la Aldea de la Cultura y nos ha mostrado que el Colegio de Altos Estudios Colombianos está próximo.
El mismo doctor Jorge Rodríguez Arbeláez, abogado de profesión, estudioso de tiempo completo y humanista de alta talla, se siente hoy complacido al poder comentar que “en Antioquia también se puede trabajar en algo que no dé dividendos en dinero. Aquí también se puede investigar y pensar en grande con la meta de una integración cultural que nos permita encontrar la propia identidad de nuestros pueblos en búsqueda de un mejor estar para toda la comunidad”.
No en vano la Unesco autorizó realizar un estudio profundo y somero sobre el Instituto de Integración Cultural y dio como resultado el apoyo del organismo internacional a sus programas. El informe presentado a la Unesco por Alexander B. Leman sobre la labor del Instituto de Integración Cultural, titulado Cultura... Desarrollo... Urbanización... Civilización..., es exhaustivo, minucioso y recomienda que el Instituto de Integración Cultural –Quirama– deberá ser establecido como un centro latinoamericano para la Unesco. Inclusive, dice, se debería dar a esta institución todo el apoyo posible “con el fin de establecer un programa de investigación, búsqueda, indagación y divulgación sobre el tópico de las interrelaciones entre cultura, desarrollo, urbanización y civilización”. Más aún, añade el informe Leman, que la Unesco debe recomendar al Instituto de Integración Cultural –Quirama– ante las agencias e instituciones para el desarrollo, nacionales e internacionales, para que le proporcionen todo el apoyo que esté a su alcance.
¿Qué es el Instituto?
Casi al año 1959 se remonta la creación del Instituto de Integración Cultural, cuando intelectuales colombianos propusieron la fundación de un Colegio de Altos Estudios en ciencias y humanidades. De reunión en reunión y de una idea a otra se llegó por fin a la fundación, en 1968, del Instituto de Integración Cultural por parte de la Fundación Colombiana para la Cultura Superior. El objetivo del Instituto es “buscar una cultura auténtica en Colombia y América Latina por medio de la integración cultural, que permita acelerar el proceso de emancipación en los ámbitos humanístico, científico y tecnológico, para lograr así una mayor independencia política y económica”.
Al crearse el Instituto surgió su primera etapa: el recinto Quirama, la sede del Instituto de Integración Cultural en el Oriente antioqueno, a cincuenta kilómetros de la capital del departamento y donde en un ambiente, por demás agradable y tranquilo, han tenido lugar encuentros, seminarios, convenciones, eventos culturales, científicos y artísticos de carácter nacional e internacional, organizados no solo por el Instituto sino también por otros organismos públicos y privados.
El recinto Quirama cuenta con la infraestructura hotelera necesaria para alojar a convencionistas y a personas que deseen un descanso. En una vieja casa de estilo republicano, con todas las comodidades modernas y en medio de ochenta hectáreas de naturaleza se dan cita investigadores, escritores, artistas, profesores universitarios para intercambiar y realizar trabajos de interés para el futuro del país. A su vez, el recinto también presta servicio como centro de descanso creativo, y se programan allí actividades especiales en los periodos de vacaciones. Para cumplir con su objetivo social, el recinto Quirama invierte en cultura el remanente de las utilidades que produce.
Con las actividades del recinto Quirama se ha dado el primer paso para la Aldea de la Cultura, la cual está concebida como una típica aldea del Oriente antioqueño donde investigadores, en calidad de residentes o visitantes, tendrán a su disposición o para reuniones formales e informales, áreas de servicio y un gran Centro Referidor de Información, conectado electrónicamente con importantes bibliotecas. Esta experiencia ya se ha tenido, la Aldea de la Cultura se está llevando a cabo, y allí muchos investigadores de diferentes disciplinas han podido analizar de cerca, en ese “laboratorio viviente” que es el Oriente antioqueño, toda la problemática que vive una región ante el desarrollo apresurado por la construcción de obras importantes en su territorio como han sido el aeropuerto José María Córdova y las centrales hidroeléctricas.
Actividad investigativa
Actualmente el Instituto de Integración Cultural está trabajando en un proyecto de convenio con Cornare para adelantar una investigación sobre “nuevo modelo de desarrollo”, donde el hombre sea el protagonista, y el desarrollo sea del hombre y para el hombre. Por otro lado, el Instituto ha presentado a Colciencias un proyecto de estudio titulado: “Transferencia de tecnología”; ya hay una conciencia clara sobre los tropiezos que se tienen al tratar de inculcar nuevas tecnologías a los campesinos, sin tener en cuenta su calidad de vida; se pretende que el campesino se apropie de la tecnología en forma correcta sin atropellar su identidad cultural.
Personal del Instituto está trabajando en un proyecto sobre teoría y proceso de desarrollo; en él participarían personas de diferentes profesiones, teniendo como base los procesos de cambio del Oriente antioqueño para llegar a saber cómo actuar, dónde y en qué forma, y entendiendo como desarrollo no el crecimiento económico, sino la valoración del hombre y sin desconocer que la cultura está inmersa en el desarrollo.
En formación avanzada para dirigentes se está trabajando en Quirama –conjuntamente con otras entidades– para brindar a ejecutivos, catedráticos universitarios y dirigentes la oportunidad para ampliar su campo de acción y conocimiento, mediante seminarios, tertulias, lectura de textos comentados y coloquios sobre diversas materias con el fin primordial de conocer lo propio, rescatar los valores de la propia cultura y tener una perspectiva más amplia.
El Centro Referidor de Información de Quirama es un proyecto que ya se ha presentado a Colciencias. Servirá de vínculo entre los usuarios y las fuentes de información, y el plan es vincularlo a la red de información nacional (Icfes-Colciencias) para ponerlo a disposición de investigadores del país y del continente, en forma sistematizada y mediante la publicación de directorios especializados y catálogos. En primera instancia, este Centro se especializará en la creación de un banco de datos sobre planeación regional, para ponerlo al servicio del Oriente antioqueño.
Consecuencia lógica de la primera etapa de la Aldea de la Cultura y de los proyectos e investigaciones que se adelantan en el Instituto es El Colegio de Altos Estudios de Colombia. Este se concibe como un colegio de humanistas y científicos dedicados al estudio, al trabajo creativo, y a la difusión de sus avances investigativos. Las ideas, los proyectos y las realizaciones del Instituto de Integración Cultural –Quirama– son cada vez mayores y más ambiciosas, porque están cimentados en los óptimos resultados obtenidos. “El pregón por la cultura auténtica ha dado resultados. Quirama ha sido un foco de irradiación importante, con una dimensión humanística inclusive para grupos de la empresa privada”, ha dicho en varias oportunidades el doctor Jorge Rodríguez Arbeláez.
Después de escudriñar más allá de los ciclos de conferencias, de los conciertos, de los programas de descanso creativo y de las exposiciones que organiza Quirama, nos damos cuenta de que el doctor Rodríguez tenía razón: la actividad del Instituto de Integración Cultural con su Aldea de la Cultura y el Colegio de Altos Estudios no son utopía. El respaldo de la Unesco a sus programas así lo corrobora.
EL ESPECTADOR, ABRIL 6 DE 1986