Capilla Sixtina de la América tropical en Medellín*
Una vieja casona del barrio Aranjuez, de Medellín, fue calificada por un crítico italiano como la Capilla Sixtina de la América tropical. Se refería a la casa donde vivió el maestro Pedro Nel Gómez, desde 1936 hasta el momento de su muerte, en 1985. Recinto lleno de arte donde el maestro plasmara más de doscientos metros cuadrados en pintura mural.
La idea de hacer esta residencia Casa-Museo fue durante muchos años, preocupación de la esposa del maestro, doña Giuliana Scalaberni, y hecha realidad en 1975. Actualmente, se está trabajando en la documentación necesaria para que la Casa-Museo sea declarada Monumento Nacional.
Pedro Nel Gómez, arquitecto, muralista, escultor e ingeniero, nació en Anorí, Antioquia, en 1889, en el seno de una familia de mineros, donde pudo captar el sentir de las barequeras –lavadoras de oro en los ríos–, los mitos aborígenes y la fuerza de la raza, temas que predominan en sus obras murales y escultóricas.
La Casa-Museo contiene dos mil obras pictóricas en diversas técnicas: acuarela, óleo, pastel, grabados, dibujos y esculturas, trabajos que abarcan todas las etapas de la vida artística del maestro, desde su juventud hasta pocos días antes de su muerte.
El nombre de Capilla Sixtina de la América tropical se ha dado a esta casa, especialmente por los frescos que totalizan doscientos metros cuadrados, iniciados en 1940 con un mural dedicado a los mitos del trópico, continuado luego en su estudio y llamado Patio pompeyano.
Posee la Casa-Museo una biblioteca de arte con más de quinientos volúmenes, y se conservan con todas las técnicas museográficas, los cartones a escala natural de más de dos mil doscientos metros cuadrados de pintura mural, elaborado por el maestro en varias ciudades de Colombia.
La tarea de la Casa-Museo no se limita a la conservación de la obra guardada, en la que fuera residencia del maestro, sino que está enfocada al cuidado vigilante de los dos mil doscientos metros cuadrados de pintura mural, ejecutados para entidades oficiales y privadas del país. Actualmente, se trabaja en una investigación especial –gracias a un aporte de tres millones de pesos de Colcultura– sobre los primeros frescos pintados entre 1935 y 1938. Se está adelantando, además, un registro fotográfico del mural del Banco Popular, de Medellín, pintado en 1954, y que se conservará en el Parque Berrío, en los bajos del tren metropolitano.
Reproducciones de la obra de Pedro Nel Gómez son enviadas desde la Casa-Museo a exposiciones itinerantes a municipios antioqueños y a centros educativos y de cultura de todo el país.
EL ESPECTADOR, JULIO 25 DE 1989