Los aceites mezclados con diversos ingredientes aromatizantes añaden profundidad a los alimentos y son especialmente útiles cuando está preparando una comida rápida. Los aceites en infusión son fáciles de hacer, y cuando tenga uno o dos, seguramente los utilizará una y otra vez. Casi cualquier cosa puede ser infundida en aceite, desde un ajo hasta chiles secos e incluso cítricos, por lo que esté abierto a dejar que su imaginación lo lleve a descubrir nuevos sabores. Los aceites en infusión deben refrigerarse y se mantendrán frescos por alrededor de una semana. El aceite se solidifica en el refrigerador, así que déjelo que repose veinte minutos fuera de este antes de usarlo (si está utilizando el horno en ese momento, colóquelo en la estufa para que se suavice rápidamente) o introduzca la botella con aceite en un tazón grande o en una jarra de agua caliente para calentarlo un poco antes de usarlo. Utilice aceite en infusión para:
Los siguientes son algunos aceites en infusión que me gusta tener a la mano, pero no dude en experimentar con ingredientes y descubrir sus favoritos.
ACEITE PICANTE DE PIMENTONES CHERRY
Para alrededor de 2 tazas
1 taza de aceite de oliva extra virgen
1 taza de pimentones cherry encurtidos y envasados
1. Vierta el aceite de oliva en una cacerola pequeña a fuego medio-bajo hasta que el aceite se caliente ligeramente.
2. Coloque los pimentones en el tazón de un procesador de alimentos y triture. Con el procesador funcionando, vierta lentamente el aceite de oliva tibio. Apague el procesador cuando la mezcla esté suave. Pase a un recipiente hermético o a un frasco y deje reposar al menos 1 hora antes de usar.
Para alrededor de 2 tazas
1 taza de aceite de oliva extra virgen
1 tomate grande, partido a la mitad y sin semillas
1. Vierta el aceite de oliva en una cacerola pequeña a fuego medio-bajo hasta que el aceite se caliente ligeramente.
2. Coloque el tomate en el tazón de un procesador de alimentos y triture. Con el procesador funcionando, vierta lentamente el aceite de oliva tibio. Apáguelo cuando la mezcla esté suave. Pase a un recipiente hermético o a un frasco y deje reposar por lo menos 1 hora antes de usar.
ACEITE DE CILANTRO EN INFUSIÓN
Para alrededor de 1½ tazas
½ taza de hojas de cilantro
1½ tazas de aceite de oliva extra virgen
1. Coloque el cilantro en una bolsa plástica resellable para congelar con capacidad de un cuarto de galón y elimine la mayor cantidad de aire posible de la bolsa antes de sellarla. Aplane la bolsa y agítela ligeramente de modo que las hojas queden casi en una sola capa. Guarde la bolsa en el congelador durante toda la noche (o por un máximo de 2 semanas) para que las hojas se congelen totalmente antes de usarlas. NOTA: puede utilizar albahaca en lugar de cilantro.
2. Vierta el aceite de oliva en una cacerola pequeña a fuego medio-bajo hasta que el aceite se caliente ligeramente.
3. Coloque el cilantro en el tazón de un procesador de alimentos y procese hasta que quede finamente picado. Con el procesador funcionando, vierta lentamente el aceite de oliva tibio. Apáguelo cuando la mezcla esté suave. Pase a un recipiente o a un frasco hermético y deje reposar por lo menos 1 hora antes de usar.