Para 6 personas
Los frijoles negros son un elemento básico en las cocinas latinas, donde son servidos sobre el arroz en casi todas las comidas. Usar frijoles secos en lugar de enlatados da una riqueza maravillosa al caldo de frijol y una consistencia más cremosa. Si prefiere usar frijoles enlatados para ahorrar tiempo, reemplace los frijoles secos por 2 latas de 15 onzas de frijoles negros enjuagados.
½ libra de frijoles negros secos (alrededor de 1¼ tazas)
1 hoja de laurel
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
1 cebolla amarilla, finamente picada
1 pimentón verde grande, partido a la mitad, sin semillas y finamente picado
10 dientes de ajo, picados en pedazos muy pequeños
2 cucharaditas de comino en polvo
2 cucharaditas de orégano seco
1 cucharadita de cilantro en polvo
1 cucharada de vinagre de vino tinto, y más para servir
1 cucharada de sal kosher
1 pizca de pimienta de cayena
Pimienta negra recién molida
1. Coloque los frijoles en una olla grande con 12 tazas de agua y la hoja de laurel, y hierva a fuego alto. Cubra, retire del fuego y deje reposar 1 hora.
2. Vuelva a cocinar los frijoles a fuego alto. Destape la olla, reduzca el fuego a medio-bajo y cocine a fuego lento por alrededor de 1½ horas hasta que estén blandos.
3. Caliente el aceite de oliva a fuego medio-alto en una sartén mediana. Añada la cebolla y los pimentones y cocine por alrededor de 5 minutos revolviendo con frecuencia, hasta que estén suaves. Agregue el ajo, el comino, el orégano y el cilantro, y cocine por alrededor de 1 minuto hasta que el ajo esté fragante. Apague el fuego y vierta la mezcla de la cebolla en los frijoles. Siga cocinando los frijoles por alrededor de 1½ horas más hasta que estén muy tiernos y el líquido esté ligeramente espeso (si el líquido parece demasiado espeso después de este tiempo, rectifique la consistencia añadiendo un poco de agua).
4. Agregue el vinagre, la sal, la pimienta de cayena y la pimienta negra al gusto y sirva con más vinagre a un lado.