Para 4 personas
Siempre estoy buscando formas inesperadas de servir vegetales frescos que sean fuertes, crujientes, refrescantes y emocionantes de comer. En esta variación súper simple del carpaccio de res, se utiliza una económica mandolina para cortar los pepinos en rodajas finas, y luego se aderezan con una rápida vinagreta con granos de pimienta. Usted ni siquiera necesita encender el horno o calentar una cacerola para hacer esta delicia que es ideal para los días de calor.
1 pepino grande sin pelar y sin las puntas
El jugo de 1 limón amarillo
1½ cucharaditas de mostaza Dijon
1 diente de ajo, picado en pedazos muy pequeños
¼ de cucharadita de pimienta rosada recién molida
¼ de taza de aceite de oliva extra virgen
1 puerro, sin las puntas, sólo la parte blanca, finamente picado
1 bloque de queso parmesano-reggiano de 2 a 3 onzas, laminado con una mandolina o con un pelador de vegetales
¼ de taza de hojas de perifollo
1. Corte el pepino en rodajas muy finas con una mandolina o cuchillo afilado. Divida las rodajas en cuatro platos, colocándolas en círculo.
2. Bata el jugo de limón amarillo, la mostaza, el ajo, los granos de pimienta y 2 cucharadas de agua en un tazón pequeño. Incorpore lentamente el aceite de oliva hasta que la vinagreta esté espesa y emulsionada. Rocíe la vinagreta sobre cada plato de pepinos. Adorne con los puerros, las láminas de queso parmesano-reggiano, el perifollo y sirva de inmediato.