Nadia llega al instituto en el que Erena imparte clases. Se comprometió a dar una charla aprovechando una hora de tutoría y siente curiosidad por probarlo. Para hacerlo bien, ha procurado dejarse el universo en casa y centrarse en su tarea. La chica entra en clase, donde hay unos cuarenta chicos y chicas obligados a escucharla, o por lo menos, a hacer ver que la escuchan. Hablar en público no es su fuerte. Según ella el truco está en canalizar los nervios y la inseguridad en el fin de disfrutar del momento. Lo que no significa que sea fácil de hacer.
No sabe si sentarse o permanecer en pie. Su amiga se ha situado al fondo del aula para controlar. Nadia saluda, se presenta y empieza su charla.
-Estoy aquí, para intentar enseñaros lo que deberían haberos enseñado vuestros profesores y no han hecho. Y no lo han hecho porque han sido maleducados del mismo modo que vosotros habéis sido maleducados.
>>Seguro que en esta clase, al igual que en todas, hay alumnos que sacan muy buenas notas y otros que suspenden casi siempre. Pues sabed que todos vuestros excelentes y todos vuestros suspensos no sirven para nada. Todos vuestros años de colegio e instituto se resumirán en una sola frase en vuestro currículum vítae. Y la frase será igual para todos.
>>Bueno, a no ser que alguno quiera quedar mal ante los empleados de recursos humanos. Ya que siempre se valorará más la experiencia y la preparación posterior.
Nadia sonríe.
-Alguno estará pensando en la universidad, pero no quiero adelantar temas. Siempre hay gente que quiere dejar los estudios. Es normal. Pueden haber muchos motivos para ello. Lo importante es que escojáis aquello que os dé más opciones. Ese es el camino correcto, porque tiene más oportunidades.
>>Pero... ¿puede trabajar seriamente una persona que no ha rendido a su nivel en el colegio? "Evidentemente", "por supuesto", "yo me pongo y lo hago", "yo me esfuerzo cuando quiero",... Y es que no hace falta oíros, a más de uno se le ve la respuesta en la cara. Desgraciadamente, todo eso no es más que basura.
>>Hay una clara falta de actitud. De respeto. Respeto a todo cuanto os rodea. Si os pensáis que todo cuanto encontraréis en un puesto de trabajo es muy diferente a lo que os habéis encontrado en vuestra etapa escolar estáis muy, pero que muy equivocados. Todo eso que hayáis podido ver de falta de autoridad, de gente que hace lo que le da la gana, de compañeros que no se hablan, de profesores maniáticos y todo cuanto se os pueda venir ahora mismo a la cabeza... os lo encontraréis en un puesto de trabajo.
>>Del mismo modo que paseáis vuestro ego por el aula, lo haréis en vuestro puesto de trabajo. En donde puede que tengáis compañeros. Y ya sabéis, porque lo habéis vivido, que siempre se empieza conviviendo como una familia feliz. Con gente que acumula rencor, odio, narcicismo, rivalidad, miedo, acoso, hurto, envidia, venganza. Lo mismo, solo que llevado a un terreno más serio, en el que quien se chiva al profe te puede poner de patitas en la calle.
>>Sí, por si no os habéis dado cuenta, dentro de este aula estáis repitiendo los mismos errores que los adultos. Bienvenidos a la mayoría de edad. Como podéis comprobar, no hace falta la edad mínima legal para sentirse como un adulto.
Nadia coge una tiza de la pizarra, la necesitará para más adelante. Mientras tanto, el simple hecho de juguetear con ella le calmará los nervios.
-Entonces, si no sois capaces de ser mejores que los adultos dentro de este aula, ¿cómo vamos a construir una sociedad mejor?
La chica los mira por si alguno quiere responder.
-No se puede, evidentemente. Porque solo estamos fabricando robots. Robots diferentes, sí, pero robots. No me hace falta preguntar a vuestra tutora para adivinar que no sois capaces de respetar a todos vuestros compañeros, que no sabéis ayudaros los unos a los otros, que tenéis vuestra pequeña pirámide de estamentos sociales y que, aún sin quererlo, os creéis superiores. Si os preguntase, seguro que todos sabríais nombrarme a alguien de la clase que es peor que vosotros.
>>Después nos preguntamos por qué las futuras generaciones no logran hacer evolucionar nuestra sociedad. Y la respuesta es muy simple. No hacemos más que mirarnos al espejo. Todos vosotros, dentro de vuestra pequeña clase, habéis logrado imitar el modelo de sociedad de los adultos. Y enseguida os lo demuestro.
Nadia se pone de cara a la pizarra y dibuja un triángulo bien grande.
-Veréis, nuestra sociedad, aunque pueda ser democrática, en realidad está estructurada de forma que se crean unos estamentos ordenados en función del poder que se ostenta. Ya sea un poder económico, social o político. Aunque estos dos últimos están muy ligados al primero, que es la base sobre la cual se organiza la pirámide.
>>Bien, esta es nuestra sociedad. ¿Cómo se representa esto aquí, en esta clase?
Nadia mira a su alrededor, pero ya sabe que ninguno querrá participar. "Seguramente estén ya todos muertos de aburrimiento." Bromea para sus adentros.
-Es muy sencillo.- Explica dibujando un pequeño triángulo un poco más abajo del que ha dibujado anteriormente.- Seguramente os intriga saber cómo voy a organizaros, sobretodo porque como no os conozco de nada estaréis esperando que me equivoque.- Dice sonriendo.- Bueno, el caso es que no puedo meter esta, ni ninguna clase, aquí dentro.- Les reconoce señalando el triángulo.- Porque la realidad es que hay tantos triángulos como alumnos.
La chica dibuja un par más de triángulos para que se hagan una idea de lo que les explica.
-¿Y qué es lo que habría en estos triángulos? Pues muy sencillo, si yo le pregunto a cualquiera de la clase quién es para él la persona más importante de la clase incluyéndose a sí mismo; lo más seguro es que me responda que primero va él; después van sus amigos; y por último está el resto. Y así en cada uno de los triángulos, con alguna pequeña variante de si la pareja o de si antes del resto pondría a un grupo de conocidos. La cuestión es que, como podéis ver, ya tenéis bien asimilada la estructura social de nuestra sociedad. Esa diferenciación entre los superiores y los inferiores, o como nos gusta decirlo a los adultos, los ganadores y los perdedores.
>>Si os fijáis bien, estáis tan bien preparados mentalmente, que una vez salgáis del instituto tan solo hay que borrar ese lastre llamado "amigos" y el "resto"; y todos vuestros triángulos podrán incorporarse abajo de todo sin que el triángulo principal pierda su estructura. Siempre existen excepciones dinásticas, pero en general es así. Todos empezamos de cero.
Nadia deja la tiza en la pizarra y se limpia un poco las manos.
-Como habrán visto, a lo largo de la explicación he tenido que citar excepciones. Eso se debe a que no somos una sociedad democrática. Escoger a nuestros líderes mediante el voto significa que tenemos un sistema electoral de sufragio universal, lo que en la modernidad nos define políticamente como una democracia, pero no nos define como sociedad democrática.
>>Todas esas excepciones no son más que negligencias. Tratos de favor. Un ejemplo con el que visualizarán rápidamente lo que les quiero decir es la negligencia de la amistad. Ustedes, a sus amigos, les perdonan y les perdonarían miles de cosas que si hiciese cualquier otro no le consentirían, e incluso les penalizarían.
>>Eso, es el principio de los estamentos, la base sobre la cual se han construido todos sus triángulos. Lo cual ya empieza a generar injusticias ya que si aquel hace algo mal, como es amigo hay que justificarlo y hay que comprenderlo. Pero si el que lo hace no lo es, que le pase lo que le tenga que pasar. Y eso no solo crea desnivel social e injusticia, también nos hace sentir superiores. Porque podemos escoger el límite de cada persona.
>>Somos jueces maleducados. Hemos ido creciendo escogiendo nuestros propios modelos y decidiendo lo que queremos y lo que no queremos, pero nadie nos ha enseñado a formar parte de una sociedad. Nuestra mala educación crea náufragos rodeados de espejos a los que les esperan años de trabajo para dejar de serlo.
>>Recuerden el principal principio de la ética, el de "obrar de tal forma que a su vez quieras que lo que haces se torne ley universal". No hay excepciones, es para todos igual, por eso la ética es democrática. Porque otorga a todos los mismos derechos y obligaciones.
Nadia coge el borrador.
-Se nos educa fuera de la ética.- Sentencia antes de empezar a borrar la pizarra.- La amistad no es favoritismo; la amistad es compartir, compartir mucho más de lo que compartirías con cualquier otro. Del mismo modo que tener pareja es compartir mucho más de lo que compartirías con un amigo.
Tras terminar de borrar los triángulos Nadia deja el borrador y prosigue con su charla.
-Si ahora mismo formara grupos y pusiera el mismo trabajo a cada grupo podríamos ver el fracaso de toda esta clase. Desde los profesores a los alumnos.
>>Podríamos ver cómo todo el mundo da por hecho que el que saca buenas notas sacará buena nota, y que el que siempre suspende está destinado a suspender. Así sin más, sin ningún tipo de coacción sobre nadie. Vosotros mismos os encargaríais de dejarle bien claro a la persona que suspende que va a suspender, así vuestro ego estaría salvado y os podríais sentir superiores una vez más.
>>¿Que aquel está tirando por la ventana su futuro? ¡Pues empujémosle! Que le quede bien claro quién es el más fuerte. Si aquel va por un camino que no tiene futuro, pues mejor él que no yo.
>>Esta actitud, que está bien engendrada en vosotros, tiene su máxima expresión cuando una empresa tiene que dar de baja a varios trabajadores. Es como la programación de un robot. Se activa en el momento adecuado para evitar que el individuo forme parte de la sociedad.
Nadia vuelve a coger una tiza de la pizarra para juguetear con ella.
-Pero volvamos a nuestro maravilloso trabajo en grupo. ¿A quién no le gustaría estar en el grupo de alguien que saca excelentes? Porque todos sabemos que estar en esos grupos nos asegura buena nota. Y el resto tendrían expectativas diversas en función del supuesto nivel de la gente.
>>Ahora bien, centrémonos en esa gente que tanto se esfuerza por sacar buena nota. ¿Por qué sacar buena nota? ¿Por qué esforzarse?
La chica mira a toda la clase en busca de alguien que dé una explicación... sin lograrlo. "Vaya caras." Se dice sintiéndose culpable.
-Seguro que todos podrían dar un buen motivo para sacar buena nota en el trabajo, pero ninguno de esos motivos sería ético. Ni siquiera el "es mi obligación como estudiante"; porque vuestra única obligación es respetar, convivir y compartir vuestra vida con vuestro entorno. No sirve para nada la persona que saca un excelente en Matemáticas pero luego es incapaz de acordarse de dar de comer a su perro. Es muy miserable.
>>Alguno pensará que sacar buenas notas le hace superior a los demás. Sí, puede darse el caso de que haya gente así de inconsciente, pero la gran motivación en realidad es otra.
Nadia la escribe en la pizarra y la engloba en un círculo antes de citarla.
-El premio.- Les dice sonriendo.- "Si estudias conseguirás..."
De nuevo vuelve a dejar la tiza en su sitio.
-Parece una frase publicitaria, pero no tiene ninguna gracia. Entrar en la universidad no es un premio, es una opción, una oportunidad. No un premio.
>>El chantaje del premio es otra de las muestras de la mala educación que hemos ido citando. Ese trato, como si fuesen animales de compañía, es un paso más para reafirmar esa mentalidad de los ganadores y los perdedores.
>>Y esto se extrapola a todos los campos de la vida. Acentuando que, si no triunfas, eres un perdedor. Un inferior.
Nadia hace una pequeña pausa para dejar bien claro lo que va a decir.
-En esta vida todos ganamos y perdemos. Aquí no hay seres infalibles. Aquí todos cometemos errores. Y nos podemos equivocar mucho, muchísimo. Y si nos caemos siete veces, nos levantamos ocho.- Añade con dureza.
-Que no haya ninguna duda. Ningún miedo a equivocarse. Porque equivocarse es algo natural. Esa aura de perfección y de superioridad que se dibuja en torno a ciertas personas no es más que una imagen idílica. Una fantasía.
>>Es evidente que solo sois estudiantes. Pero todos sabéis que cuando alguien destaca dentro de un grupo, lo que hay que hacer es hundirlo. Machacarlo para que aprenda la lección. Que no se nos adelante nadie en esa ficticia carrera hacia el éxito.
>>Un éxito que en realidad no es tal, ya que en realidad esa imagen de los triunfadores como ejemplo a seguir no es más que una trampa. Una trampa perfecta. Para el triunfador objeto de culto, que verá cómo al primer fallo será descendido a la mediocridad exponiéndose a una espiral de pesadillas; y para todos aquellos que intentan imitarlo. Porque intentar imitar a alguien no solo es traicionarse a uno mismo, lo cual es una falta de respeto; es también una carencia de personalidad.
>>Todo esto no es más que una educación basada en el miedo. El miedo a fracasar, el miedo a ser excluido de la supuesta sociedad, el miedo a ser inferior. Nuevamente, hablamos de una mala educación.
>>Pero antes hablábamos de los premios, y claro, los triunfadores deben ganar premios.
Nadia borra la palabra premio de la pizarra.
-Menuda estafa. Menuda mentira. ¿Quieren conocer a los grandes triunfadores de la Historia de la humanidad? ¿Quieren conocer a aquellos que cambiaron el mundo? Los encontrarán en los libros de Historia, los reconocerán fácilmente. Son todos aquellos hombres y mujeres que lo dieron todo... a cambio de nada.
Silencio.
-Al principio de la exposición les he dicho que les explicaría aquello que sus maestros deberían haberles enseñado y que no han hecho.
>>Lo que deberían haberles enseñado es a esforzarse siempre al máximo en todo lo que hagan.
>>Que ponen un ejercicio, pues que sea el mejor ejercicio que has hecho en tu vida; un examen, que sea el mejor examen del mundo... y así siempre. Que todo cuanto hagan en su vida tenga la pasión y el interés de ser lo mejor que se ha hecho hasta la fecha. Aprender a asumir responsabilidades, aprender a fallar, a no tener miedo. Hacer las cosas esforzándose al máximo sin importar si el resultado será un éxito o un fracaso.
>>Sale bien, pues muy bien, no pasa nada. Sale mal, pues muy bien, no pasa nada, analicemos el fallo, aprendamos, y sigamos adelante.
>>No se trata de esforzarse por que al final hay un premio. Se trata de esforzarse siempre sin importar si existe o no una compensación. Porque esta es la actitud, la mentalidad, la fuerza que hará que por muchos problemas que tengan y por muchas dificultades que se les presenten en la vida, sean capaces de salir adelante.
Nadia se acerca a las primeras mesas.
-Y aprender, aprender a disfrutar. A compartir. Aprender a apreciar lo que hacen los demás. No deberían sentirse rodeados de enemigos y rivales cuando estén dentro de un aula. Deberían sentirse como un grupo que se ayuda con el objetivo de aprender y mejorar, no de competir con el fin de destruirse los unos a los otros.
>>Hay que ser más humano y menos robot. A las personas de verdad se las quiere como son. Aplíquenlo de una vez. No sean tan codiciosos y egoístas, los sentimientos son para vivirlos, no para esconderlos en una isla.
Los nervios siguen ahí, pero ya casi ni los nota mientras sigue hablando.
-Que no haya miedo. Que no haya dudas. En esta vida todo es muy difícil. Desde lo que parece más simple hasta lo más complejo. Os pondré un ejemplo.
>>Caminar. Caminar es algo que ya tenemos muy asimilado, para nosotros es algo natural. Lo hacemos cada día. Si yo le digo a esta chica que se levante y dé unos pasos lo hará sin ningún problema. Pero en realidad, el simple hecho de caminar es algo muy difícil. Caminar requiere coordinación, equilibrio y potencia. Podemos acumular décadas de experiencia caminando de un lado a otro y aun así, nada nos impide tropezar. Podemos tropezar cualquier día a cualquier hora y de la forma más tonta. Pero cuando realmente nos daremos cuenta de la dificultad que implica caminar, será conforme vayamos entrando en la vejez.
>>Entonces nos daremos cuenta de que hemos perdido potencia, de que ya no somos tan rápidos. Nuestros pasos serán más cortos y muchas veces rozarán el suelo. También perderemos equilibrio, sí, es posible que nos haga falta un bastón para mantenernos en pie. Y finalmente, también perderemos coordinación, nuestros movimientos no serán tan fluidos y es muy probable que nos movamos paso a paso.
Nadia les da la espalda y da un paso hacia la pizarra.
-Caminar.- Les dice girándose.- Con lo fácil que parecía, ¿verdad?- Sonríe.- Nos falta conciencia para valorar mejor las cosas. Nos han conducido por una escala de valores errónea y absurda. Pero... luego lo comentaremos.
>>De momento, como han visto, todos somos capaces de superar dificultades prácticamente sin saberlo. Y es que las dificultades son para todos. Y no siempre se superarán. Porque tenemos límites, pero aun así es importante afrontarlas como un reto. Sin miedo.
>>Porque la vida es para vivirla, no para esconderse. Ni para rendirse.
Nadia vuelve a acercarse a los primeros puestos.
-¿Quién de todos vosotros intentaría hacer algo imposible?
Algunos miran a su alrededor, pero nadie responde.
-¿Nadie?- Insiste ella.- Bueno, es lo lógico.- Reconoce.- Si algo es imposible... ¿para qué intentarlo?- Ríe dándoles la razón a los chicos.- Si nos dicen que algo es imposible, es que no se puede hacer.
>>Sin embargo... vamos a ver cosas imposibles. Imposible era que existiesen los carros sin tracción animal; imposible era ver a un hombre correr cien metros en menos de diez segundos. ¿Viajar al espacio? Imposible.
>>La historia de la ciencia está llena de lunáticos que se lanzaron en busca de lo imposible. Imbéciles que creían que podrían llevar imágenes en movimiento a todos los hogares del mundo, o que crearon gigantescos cubos metálicos en donde limpiar la ropa cómodamente. Perturbados, desequilibrados,... locos.
>>Curiosamente, a todos nos educan en la autoprotección. Nos dicen lo que podemos y lo que no podemos hacer. Porque es por nuestro bien, porque insistir sería frustrarnos innecesariamente y mermaría nuestra competitividad. Ya no podríamos estar entre los ganadores. Nos condenaríamos a ser perdedores. Así que es mejor no esforzarse. No hay que contradecir a los gurús que prevén el futuro, que ellos son muy listos y los demás unos perdedores.
>>Mejor seguir en el círculo vicioso. En la búsqueda del éxito rápido, el conformismo y la reivindicación de la superioridad. Y dejar lo imposible para los genios.
Nadia reniega moviendo la cabeza.
-Lo que pasa es que los genios no nacen, no aparecen de la noche a la mañana e inventan la rueda por arte de magia. Si uno no inventa la rueda, ya lo hará otro. Siempre hay más de una persona en busca de una solución.
>>Los grandes avances, los que rompen las barreras de lo imposible, los logran personas que, al igual que todos, partieron de cero. Pero el esfuerzo y la constancia fue lo que les hizo alcanzar sus objetivos.
>>Crecer debería ser una competición con uno mismo para ser mejor persona. No para ser superior a los demás, sino para superarse a sí mismo. Para reforzar la autocrítica y el espíritu de superación, para saber lo que es realmente un límite, para poder ayudar mejor a los demás. Para ser una sociedad y no un individuo.
La chica observa las caras que le ofrece su público. "Qué poca paciencia." Piensa acertadamente.
-A lo largo de la charla ha habido una constante que se ha ido repitiendo. La apología del individualismo. El individuo visto como un ser superior por encima del resto de seres humanos.- Nadia se ríe.- Lo que no nos cuentan es que el individuo es un parásito que debe tiranizar a los demás para conseguir sus objetivos. Y eso lleva, como hemos visto, al enfrentamiento. A un enfrentamiento cruel e injusto que no hace ningún bien a la sociedad. Trabajar en equipo implica conflicto, es inevitable; pero ese conflicto ha de servir para ayudarse, para colaborar, para mejorar individual y colectivamente.
>>Y es que cuando hablábamos de imposibles, hablábamos de límites. ¿Cómo se fijan esos límites? Reduciendo el pensamiento crítico. "¿Y cómo se hace eso?" Se preguntarán ustedes.
>>Es más sencillo de lo que parece. Fíjense bien en cómo están estudiando, en cómo se les evalúa. Se les evalúa aprendiendo de memoria un montón de cosas a las que no saben dar utilidad.
>>Porque una cosa es que te enseñen qué es un factorial y otra muy distinta que te enseñen a aplicarlo en el cálculo de probabilidades.
>>Se les puntúa por lo bien que demuestran que han memorizado conocimientos que olvidarán en un chasquido de dedos. Como si un hipnotista les despertara del trance.
Nadia coge una tiza y empieza a escribir varias palabras en la pizarra al mismo tiempo que las va nombrando.
-Existen varios tipos de inteligencia. La sensorial, la basada en la memoria y la imaginación.
>>La inteligencia sensorial es la relacionada con los sentidos. Con ella podemos recordar los gustos, los olores, las imágenes,... He oído casos de gente que usa lo que llamamos "memoria fotográfica" a la hora de estudiar, pero no es algo que tenga probado.
>>Después está la inteligencia basada en la memoria. Memorizar, memorizar y memorizar sin necesidad de entender qué estamos haciendo. Esta es la que más practicamos y ejercitamos durante nuestros años escolares. Cuantos más exámenes más hay que memorizar para demostrar... que eres muy bueno memorizando.
>>Y por último está la inteligencia basada en la imaginación. La creatividad. La inteligencia que busca resolver problemas, exista o no, solución; la que puede combinar realidad y abstracción. La auténtica base del conocimiento.
>>Y ustedes se preguntarán: "Y si es tan importante, ¿por qué la educación no se basa en estimular esta inteligencia?" Pues porque nuestras escuelas aplican el embudo para crear robots que siguen un determinado estándar, con unas evaluaciones que certifican que han pasado el nivel de calidad exigido.
>>Ya que como estamos todos maleducados, no estamos preparados para dar este tipo de educación. Porque eso significaría dotar al alumno de capacidad crítica. De enseñarle a abrir la mente y a compartir todo lo bueno que lleva dentro. Porque estaríamos formando personas y no náufragos que persiguen el individualismo. Por eso es fantástico ver que las nuevas generaciones acuden a la música, los libros, las películas, las series, los comics o los videojuegos, en busca de creatividad y pensamiento. Porque en las escuelas se le niega el acceso a todo aquello que no pueda ser medido bajo un criterio objetivo y no subjetivo.
>>Porque lo que interesa, al final, es intentar calificar algo que en realidad no solo carece de sentido, es que además es falso.
Nadia borra la pizarra.
-¿De qué sirve sacar en secundaria un notable en Historia? ¿Vas a saber más Historia que a uno que realmente le apasione? ¿Significa que tienes más conocimientos de Historia que aquel que sacó un suficiente? ¿Y si el que sacó el suficiente decide ser historiador, va a seguir teniendo más conocimientos el del notable?
>>No. No significa nada. Y no significa nada porque no tiene nada que ver con lo que ustedes hagan con sus vidas pasada la adolescencia. Por eso al principio de la charla les explicaba que sus notas no sirven para nada; porque lo que importa es el esfuerzo, las ganas y el interés. El lograr esa constancia de querer la excelencia en todo lo que hagamos sin miedo al resultado.
>>A fin de cuentas. Si te vas a preparar el desayuno, qué mejor que sea el mejor desayuno del mundo.
>>Lo que nunca deben confundir es la inteligencia con la dirección de la inteligencia. El cómo utilizas tu inteligencia es incluso más importante que la capacidad de la misma. Podemos mirar en nuestras cárceles y encontraremos gente muy inteligente, superdotados incluso. Pero lo que les ha llevado hasta allí es la mala educación, el mal uso de la dirección de la inteligencia.
La chica escribe una T y una A en la pizarra.
-Bien. Si repasamos la evolución del pensamiento humano, encontraremos muchas teorías filosóficas. Pero el pensamiento global ha sido el que realmente ha dominado, y gobernado, la dirección de la humanidad.
>>Si determinamos un principio para ese pensamiento global estaremos hablando del teocentrismo.- Les dice señalando la T de la pizarra.- Incluso si buscamos en los orígenes de la filosofía vemos que el primer filósofo del que se tiene constancia aparece dentro de un sociedad religiosa.
>>Durante las épocas del teocentrismo se llegó a afirmar que los líderes de la sociedad eran seres divinos por encima del resto de los humanos.
>>En contraposición, en el siglo XVI, apareció el antropocentrismo.- Afirma indicando la A de la pizarra.- Que ponía al hombre como medida de todas las cosas.
>>Si indagan un poco más, encontrarán que dentro de nuestra última etapa ha surgido varias teorías que podrían englobarse dentro del ecocentrismo. Pero no han llegado a dominar el pensamiento global y han sido muy secundarias.
>>La teoría dice que la Edad Moderna la sigue gobernando el antropocentrismo. Pero... ¿Lo hace?
Nadia mira a los alumnos esperando una respuesta que no llegará.
-¿Qué domina el actual pensamiento global? ¿Qué nos da todas las respuestas que queremos?- Pregunta retóricamente mientras escribe algo en la pizarra.- Aquí lo tienen.
La chica se aparta para que todos puedan ver el símbolo del porcentaje que ha escrito en la pizarra.
-La estadística. La ciencia que da todas las respuestas.
Nadia deja la tiza y se limpia las manos.
-¿Quién será el próximo primer ministro? Consultemos las encuestas. ¿Cuánta gente tiene cierta opinión? Miremos el porcentaje. ¿Cuántos triples anota un jugador de baloncesto? Veamos las estadísticas. ¿Cómo de ricos somos? Preguntemos por nuestro PIB. ¿Cuántos alumnos de esta clase... irán a la universidad?
Silencio.
-Todas las respuestas que quieran las encontrarán en la estadística.- Concluye golpeando el símbolo en la pizarra.- La estadística son cifras y datos que generan y sostienen argumentos. Como si fuéramos robots, u ordenadores, actuando según una serie de cifras y funciones lógicas.
>>El problema reside en que la estadística no es una ciencia. Es un método de cálculo de probabilidad, por lo que no puede ofrecer leyes universales. La estadística no se basa en datos reales, son datos parciales. Y por último, y no menos importante, la estadística, es fácilmente manipulable.
>>¿Conocen el relato titulado El traje nuevo del emperador? Pues así es como han empezado algunas de las grandes crisis económicas. Con un loco que grita: "¡El rey está desnudo!" y un efecto dominó que suelta varias bolas de nieve.
Nadia borra la pizarra y dibuja un libro y una moneda.
-No se nos ha educado para determinar el valor real de las cosas. Todo es pura especulación. Al igual que en los principios de la filosofía, cuando determinados grupos se dedicaban a relativizar los conceptos en función de unos intereses.
>>Pongamos un ejemplo. Si les doy a elegir entre sus cincuenta libros favoritos y un millón de monedas de oro, ¿qué escogerán?- Les pregunta señalando la pizarra.- Las monedas de oro, ¿no? Con las monedas de oro podemos comprar muchas cosas, incluso podemos comprar los cincuenta libros y nos sobrará.
>>Pero veamos lo que realmente hemos escogido. Hemos escogido el dinero. ¿Qué es el dinero? El dinero es un comodín de intercambio. Es decir, si un carnicero y un frutero quieren intercambiar productos, para paliar la diferencia de precios recurren al dinero. Muy bien. Tenemos pues los tres elementos del intercambio. La carne, la fruta y el dinero.
>>¿Pagaríamos por la carne?- Pregunta mirando a los alumnos.- Sí, porque tiene un valor. ¿Pagaríamos por la fruta?- Les vuelve a preguntar.- Claro, también tiene valor. Ahora bien, ¿pagaríamos por el dinero?- Pregunta de nuevo.- Pues claro que no. No tendría sentido hacer eso, ¿por qué? pues porque no tiene un valor real.
>>Pero bueno, hemos escogido nuestro millón de monedas. ¿Para qué hemos escogido las monedas? Pues evidentemente, para gastarlas, para darles un uso. Lo que pasa es que en realidad, no queremos ese dinero. Lo que queremos es lo que conseguiremos con el dinero.
>>Y aquí llegamos al tercer factor. El valor teórico del dinero es puramente especulativo. Si tienes mucho dinero, todo será más caro. Y en el momento en que compremos algo, ese algo pasa inevitablemente a valer menos por ser de segunda mano.
>>En consecuencia. Hemos escogido algo que no queremos; que no tiene valor, o su valor es cero; y cuyo uso es totalmente especulativo.
>>Aún añadiré algo más. Al principio he afirmado que con tanto dinero podríamos comprar esos cincuenta libros y nos sobraría. La realidad, es que a la práctica sería muy difícil. Entre libros descatalogados, libros dedicados por autores o familiares ya fallecidos, ediciones de poca tirada y demás variables, sería complicado lograr esos mismos cincuenta libros.
>>¿A quién le podrían interesar esas monedas? Pues a alguien con deudas, ya que aun teniendo valor cero, cero es un número mayor que cualquier número negativo.
Nadia resopla.
-Bueno. Espero que la charla les haya servido para animarles a mejorar y a ser críticos con el mundo que nos rodea. Espero que busquen con más interés todo aquello que estimule su creatividad.
>>Les dejaré un pequeño ejercicio, por si quieren probarse. En esta clase hay alumnos que sacan mejores y peores notas. Estaría muy bien que todos trabajaran juntos y se ayudaran para lograr que todos sacasen un excelente en un examen, o en dos, o en tres... Pero ya saben, eso es imposible.
Suena el timbre, fin de la hora de tutoría. Nadia se despide de los alumnos y luego habla con Erena. "Qué estúpida me siento." Se dice Nadia mientras sale del instituto.