"Mi hija es una persona increíble." Se dice Nadia sentada junto a Natsumi. "A mí me sorprendió con sus dibujos. Mi hija sabe dibujar muy bien y quiere estudiar bellas artes. Yo nunca fui buena dibujando, y Doug tampoco; pero ella sí. Le gusta. Nuestros hijos y nuestras hijas son personas increíbles capaces de hacer cosas que nosotros ni siquiera imaginamos. Por eso conforme van creciendo, esas personitas que apenas podían dar dos pasos sin ti van creando su propio mundo. Y sin darnos cuenta, poco a poco, nos van diciendo adiós."

-¿Todo bien?- Le pregunta Natsumi a su madre.
-Sí...- Responde antes de beber un poco de zumo de naranja.- Todo bien.

En una semana empezará el Torneo de la ciudad. Como siempre tendrá el formato de todos contra todos. Eliminada la puntuación por diferencia de sets, los equipos más modestos, ahora sí, suelen tener alguna opción. Como cada año, participarán el Wolf Moon de la Liga Oro, el Black Horses de la Liga Bronce, el Sky'n Sea... y el Roses, el eterno campeón.

Tanto Nadia como Alice han realizado un seguimiento de los rivales. Han visto vídeos de amistosos y conocen a todas las jugadoras. La incógnita está en saber a qué distancia están sus chicas de semejantes adversarios. "Todas son muy buenas." Comenta Alice. "Todo es muy difícil." Replica Nadia. El principal objetivo siempre ha sido la progresión, pero hace falta ver cómo reacciona este equipo en una competición. Su evolución, su capacidad de sufrimiento, su sacrificio, su unidad.

El día de la presentación del torneo hace acto de presencia la dueña del equipo. Hoy sí hará acto de presencia para saludar al alcalde. Por su parte, Nadia y Alice saludan al resto de cuerpos técnicos excepto al del Roses, que no ha venido al acto, como es habitual. Para Nadia no es ninguna sorpresa. Cuando ella era jugadora del Roses tan solo venían los días de partido; jugaban, ganaban, recogían el trofeo y se marchaban para empezar la sesión de entrenamiento de la tarde.

El Torneo se abre con el encuentro entre el Sky'n Sea y el Black Horses. Hay muy poco público. Es el partido menos atractivo de todos. Hasta las chicas lo notan, apenas un par han podido traer a familiares al partido, una ha invitado a su novio y la quinceañera no sabe dónde esconderse del miedo escénico que tiene encima. Nadia mira a la grada. "Ahí está Doug." Dice antes lanzarle un beso.

Alice discute con el personal del pabellón. No les habilitan una toma de corriente para el portátil y seguramente no podrán usar durante todo el partido la aplicación V-Match. Un programa que Nadia encargó a un universitario para poder controlar todos los aspectos tácticos de un partido jugada a jugada. Al no poder contar con la aplicación, Alice hace gestos a Doug para que baje a hablar con ella. El chico baja y la segunda entrenadora del Sky'n Sea le comenta que no hace falta que use la mini cámara. Usarán solo la lateral.

Nadia mira a Alice, que busca algún espía de los otros equipos en la grada. "No vendrá nadie." Le dice Nadia. Lo sabe bien porque ella era la única jugadora del Roses que siempre veía los partidos de los demás equipos.

Finalmente suena el silbato. Empieza el Torneo local. Las chicas del Black Horses toman rápidamente la iniciativa. Abren un pequeño hueco de tres puntos y juegan dispuestas a terminar esta broma de partido lo más rápidamente posible.

Entonces Nadia hace su primer cambio. Alice coge por banda a la defensora sustituida y con la pantalla de la cámara lateral le enseña varias repeticiones de jugadas para corregir su posición y su postura. Luego Nadia habla con ella para comentar un par de detalles sobre la coordinación con sus compañeras y fallos que se están cometiendo.

Con una defensa que es un auténtico coladero, el Black Horses se coloca trece puntos por encima. Nadia y Alice se miran hartas de aguantar el chaparrón. Ambas asienten. Dirigen su mirada hacia la quinceañera, la chica que sufre porque no quiere salir a jugar en semejante panorama.

-¡A calentar!- Le grita Alice para despertarla de su sueño.

La niña se la mira asustada como una rata que se esconde detrás de una lata.

-¿Es a mí? ¿Estás segura? Mis compañeras son mayores que yo y las están machacando.
-¡Eh!- Se queja su compañera de al lado.- A quién estás llamando vieja.
-Menos cháchara.- Insiste Alice.- ¡Venga! ¡A calentar!

El set está terminando. La ventaja del Black Horses es enorme cuando Nadia llama a su junior para hacer su siguiente cambio. La chica está como un flan.

-¿A qué vienen esos nervios?- Le pregunta Nadia.- ¿Acaso es la primera vez que juegas al voleibol?
-N-no, pero es que esto es un torneo oficial, y el pabellón es muy grande, y las chicas son mil veces mejores que yo.
-¿Sabes?- Le dice Nadia cogiéndola por el hombro.- En una cosa sí tienes razón: el pabellón es enorme.

La chica sonríe con cara de circunstancias.

-Juega. Tan solo quiero que juegues. ¿Ves a su número seis? Pues ahora es su principal baza de ataque. A por ella campeona.- La anima empujándola para que realice el cambio.
-¿Y no me puede dar ningún consejo?- Pregunta girándose hacia su entrenadora como si fuera una corderilla a punto de entrar en el matadero.

Nadia mira arriba pensativa. Y tras tener una buena ocurrencia la agarra de la camiseta para atraerla un momento y susurrarle: "Lo más básico, es lo más importante."

La chica saluda a sus compañeras con su cara de circunstancias mientras alguna del equipo contrario hace bromas sobre guarderías. "No le hagas caso." Le dice una de sus compañeras acompañándola hasta su sitio. "Lo harás bien."

Y nada más entrar la primera pelota es para ella, un servicio bastante sencillo. "Qué bien, como en los entrenos." Se dice ilusionada levantando la pelota con facilidad.

Sus compañeras arman el contraataque pero la defensa del Black Horses responde. Y la número seis no duda en apuntar su remate contra el caramelito de quince años que se aparta dejando pasar la pelota.

"Ha intentado matarme." Se dice asustada. "Esto ya no es como en los entrenamientos." Piensa antes de ver a sus compañeras acercársele con caras de pocos amigos.

-¿Por qué no juegas?- Le pregunta la capitana.
-Es verdad, tú puedes defender esos remates de sobra.- Le dice otra compañera.
-¡¿Pero vosotras habéis visto ese obús?!- Responde escandalizada.
-Sí, ¿y? si estás aquí es porque tienes cualidades de sobra para detener esos obuses.- Le dice la capitana.- Tú dinos cómo corregir la pantalla y verás que su remate es más forzado.
-A la izquierda.- Replica ella instantáneamente con expresión resignada.

Todas se la quedan mirando.

-Si la saltáis un poco más a la izquierda su zona central queda más tapada y la obligaréis a modificar su posición.

Sus compañeras se miran complacidas.

-Perfecto.

El primer set es insalvable y las correcciones van haciendo efecto, pero también pierden el segundo set. No es hasta el tercer set cuando el Sky'n Sea hace historia y logra su primer set en la historia del torneo. Nunca antes habían ganado uno. En algunas ediciones incluso habían llegado a no presentarse a algunos partidos. Al final el encuentro lo gana el Black Horses por tres a uno, aunque todo el mundo se queda sorprendido de la digna actuación del Sky'n Sea.

Al día siguiente el Roses cumpliría el trámite contra el Wolf Moon. 'Las lobas' fueron barridas sin piedad.

La sorpresa salta al tercer día de competición, cuando el Sky'n Sea también gana al Wolf Moon. "Un equipo de Liga Oro tumbado por amateurs." Se dice Marta desde la grada. "Impresionante."

Hasta la dueña del equipo bajó a la pista para fotografiarse junto a toda la plantilla. Curiosamente, tras las derrotas del Black Horses en los otros encuentros, representaba que el Sky'n Sea y el Roses se jugarían la victoria del torneo en el último partido.

Aunque sea una final desigual no deja de ser un partido importante, por ello Nadia decide alejar a las jugadoras de las presiones y los sueños y se lleva a todo el equipo de visita al zoo. Quiere que se preparen y se mentalicen al mismo tiempo que aprenden algo de cultura. Es importante hacer que las chicas entiendan la relación entre el ser humano y los animales como algo equivalente en las relaciones humanas. El respeto, las condiciones, los cuidados, la empatía y la convivencia. Los animales forman parte de nuestra vida y es obligatorio entender esta responsabilidad como algo no recíproco.
 

Nadia las hace detenerse en la zona de los leones. Quiere que sientan la fuerza y el poder que transmiten, que admiren la majestuosidad, el amor propio, y que compartan la tristeza de no tener una selva que reinar.

No hace falta una jaula para tener un prisionero, tan solo hay que hacerle creer que puede tomar sus propias decisiones. En realidad, en los zoológicos hay animales mucho más libres que la mayoría de los seres humanos.

Contemplar la naturaleza ha guiado la imaginación de los hombres a lo largo de la historia, y Nadia espera que también pueda inspirar a sus chicas ante un compromiso tan difícil.

Al día siguiente el pabellón está preparado para albergar la final del Torneo Local. Las jugadoras del Sky'n Sea hacen el calentamiento previo bajo la atenta mirada de su entrenadora.

-Por qué no me sorprende.- Dice una voz familiar que llama la atención de Nadia.
-Vaya.- Responde Nadia sonriente.
-Solo tú podías ser capaz de tumbar a un equipo profesional con un equipo de amateurs.- Le dice Irisia.
-Entrenadora del Roses... quién lo iba a decir.

Las dos se abrazan, se desean suerte, se dan la mano. Está a punto de empezar el partido y las chicas se reúnen en torno a Nadia para escuchar las últimas instrucciones.

-Hoy.- Les dice.- Jugaremos como campeones.

Al otro lado se puede oír el grito de guerra del Roses:

-Nosotras...
-¡SOMOS-MUY-FUERTES!

Las chicas del Sky'n Sea se miran. Ellas nunca gritan ninguna consigna así que le piden a su entrenadora que les dé alguna. Nadia mira hacia arriba y tras un momento de duda esboza una sonrisita. Le ha venido a la memoria la serie de animación que le dio su hermana cuando estuvo lesionada. Le gustaba mucho la música inicial, y hay un trozo del estribillo que le encantaría tener como grito de guerra. Así que sin más dilación, lo habla con las chicas y enseguida lo ponen en práctica.

-Take my...
-¡REVOLUTION!

Es el momento de que las Daniela, Bárbara, Roberta, Rut, Mikaela y Saria salgan a jugar a voleibol. De que abran su corazón y le enseñen a todo el mundo lo bien que pueden llegar a jugar. No es una exigencia de su entrenadora, es un su compromiso consigo mismas y con todos aquellos que están allí presenciando el partido. Se juega al máximo porque no importa ganar o perder. Se va con todo porque esa es la única forma en que se forjan los campeones curtidos en mil batallas. Y sus chicas lo saben. Y lo aplican. El Sky'n Sea está a un punto de perder el primer set, pero ellas hacen un parcial de cuatro a cero antes de caer.

-Son unas moscas muy molestas.- Afirma Monique antes de beber un poco durante el cambio de set.

La rematadora estrella tiene ganas de finiquitar esta parodia de partido lo antes posible. Su entrenadora, en cambio, ve cosas que no le gustan. El uso del vídeo, el ordenador,... "Esto no me gusta, no sé por qué, pero no tiene buena pinta."

Las jugadoras del Roses también cogen la directa en el segundo set. Pero nuevamente, cuando les faltan pocos puntos para adjudicárselo; su mentalidad asesina baja enteros. Ellas ya han ganado, y lo único que hacen es esperar a que el árbitro les dé el set. En ese momento Irisia deja que sus chicas se hundan y se centra en las jugadoras rivales. "Nooo." Se dice tras un nuevo punto del Sky'n Sea. "No me lo creo." Insiste. "Es como jugar contra seis Nadias."

Rápidamente, Irisia gasta su primer tiempo muerto.

-¡Maldita sea!- Les dice a sus chicas.- ¡Sois idiotas o qué! ¡Os estáis relajando! ¡Han remontado siete puntos!
-Este set está ganado.- Replica Monique.- En el siguiente podríamos rotar al equipo.

Y mientras la mayoría de las jugadoras asienten secundando la idea, Irisia la agarra con fuerza a su estrella por la camiseta y le da un par de sacudidas.

-¡Eres una inconsciente! ¡No sabes contra quién estás jugando! Esas chicas no juegan para ganar. ¡Esas chicas son invencibles!- Sentencia ante el asombro de todo el equipo.- ¡Ahora bien, ¿quieres sentarte? ¿quieres sentarte en el banquillo?! No te preocupes, ¡veremos si vuelves a jugar!

Las chicas del Roses ganan el segundo set desconcertadas por las palabras de su entrenadora. El tercer set servirá para dar minutos a las menos habituales. Al otro lado Alice no da abasto a la hora de corregir los errores de las últimas jugadas con la videocámara. Nadia llama a su quinceañera favorita y se reúne con las seis que saltarán a la pista.

-¿Estáis preparadas?- Les pregunta Nadia.
-Por supuesto.- Responde Bárbara.
-Este partido ¡lo vamos a ganar!- Las azuza Daniela levantando el puño.
-Em...- Mikaela estira de la parte trasera del chándal de Nadia para llamarle la atención.- Perdone entrenadora pero quiero salir a jugar, he estado practicando con Alice en la zona de calentamiento. He corregido mis fallos. Puedo hacerlo mejor, puedo romper su bloqueo, puedo...
-Hazlo.- Le exige Nadia poniéndole la mano sobre el hombro.

El tercer set empieza con dos puntos del Roses. Irisia está complacida porque parece que al menos las suplentes han entendido el mensaje. Pero entonces la quinceañera del Sky'n Sea levanta un remate muy duro y bien colocado. "¿En serio?" Se dice Irisia sin terminar de cerrar la boca. Bárbara hace una asistencia hacia atrás a la zona de Mikaela. Las defensoras del Roses la están esperando. "¡Oh!" Exclama Nadia en sus adentros al ver el salto de su atacante. La pantalla está muy alta, pero Mikaela no se asusta. "¡No me lo puedo creer!" Suelta Irisia al ver como la potencia y la determinación de Mikaela casi derriban a las dos jugadoras que saltaban en el bloqueo. Los brazos de las chicas salen despedidos hacia atrás y el balón bota en la zona aún con bastante fuerza.

Monique levanta una ceja al mismo tiempo que se pregunta: "¿Cómo?" Mientras todo el pabellón se ha quedado mudo tras las palabrotas que han salido de la boca de Irisia.

"Me avergonzaría decir algo así." Reconoce Nadia ruborizada. "Es más, solo de escucharlo ya siento vergüenza."

-¡Eso es un punto!- Aplaude Marta sentada junto a su nieta y su hijo.

Irisia pide un tiempo muerto inmediatamente. Agarra a las dos culpables del bloqueo y les grita a base de bien. Es una bronca muy cruel, pero justa. El Roses tiene un prestigio que defender. "Este torneo no es un pasatiempo." Las avisa.

Nadia no ha dicho nada, le ha dejado todo el peso del tiempo muerto sobre Alice. Ella se ha limitado a mirar la bronca del equipo contrario. Y cuando lo cree conveniente se dirige a sus chicas.

-Venid aquí.- Les pide reuniéndolas.- Ahora, cuando os diga. Quiero que gritéis, que gritéis bien fuerte, como leonas, que sientan el rugir de nuestros corazones, que sepan que este equipo... es el rey de la selva. ¡Venga chicas! ¡Take my...!

El equipo del Roses se junta en torno a las palabras de Irisia que zanjan el tiempo muerto. "Venga chicas. Nosotras..."
-¡REVOLUTION!

-...

El Roses al completo se las queda mirando. Tal es su asombro que el árbitro tiene que llamarles la atención para que vuelvan al terreno de juego.

El ímpetu del Sky'n Sea voltea el marcador. Coge ventaja.

Irisia pide otro tiempo muerto.

-¡Maldita sea! ¡Os están asustando! ¡Os están intimidando!- Les grita mientras coge de la camiseta a alguna de sus pupilas.- Centraos en el partido, concentraos en el juego. Ayudaos, coordinaos. ¡Jugad, maldita sea!

Los sets son muy largos, y un buen momento no significa nada. Nadia es consciente de ello, esos cinco puntos de ventaja para ella no existen. Cambia a Daniela y la llama para hablar personalmente con ella.

-¿Has visto lo bien que está jugando Mikaela?
-Sí.- Responde la chica cogiendo una bebida.- Lo está haciendo muy bien.
-Pues no puedes quedarte atrás. Quiero ver esos remates desde tu zona. Tienes que competir.
-Mira.- Le dice Alice mostrándole la pantalla de la videocámara.- Este es un smash tuyo.
-Ahora fíjate en uno suyo.- Le señala Nadia.

Daniela se observa atentamente a su compañera rematar hacia el exterior sorprendiendo a la defensa.

-Vuelve a pasarme el vídeo.- Le pide a Alice.

Mientras Daniela y Alice discuten como corregir el ataque, en el banquillo rival Irisia no para de dar vueltas como una tigresa encerrada. Sus jugadoras no le hacen caso, están más preocupadas por su orgullo que por jugar. Cada recepción y cada punto son una excusa. "No me lo puedo creer." Se dice la entrenadora del Roses.

Sin tiempos muertos ni cambios, Irisia ve como su equipo pierde el tercer set. Ahora volverán a salir las titulares, todas... menos Monique.

En el primer balón. Justo en la primera oportunidad, Daniela salta en suspensión hacia adelante. Incomprensiblemente, solo una de las chicas de primera línea del Roses se digna a hacer pantalla. Una mala pantalla. El balón impacta en la cara de la defensora derribándola, otorgando el punto al Sky'n Sea y dejando a la chica arrodillada sobre el parquet.

"¿Pero qué clase de rival es este? Hacen jugadas propias de un equipo de infantiles, pero poseen un espíritu y una determinación inquebrantables. ¿Este es tu voleibol?" Se pregunta Irisia mirando a Nadia.

Un nuevo desastre del Roses en la recepción del servicio certifica los seis puntos de ventaja del Sky'n Sea. Y mientras Nadia le enseña a Mikaela a mejorar su secuencia de salto Monique se levanta de la silla y camina hacia Irisia.

-Déjeme jugar, entrenadora.- Le pide.
-¿Ahora quieres jugar? ¿Después de dejar que tus compañeras se hundan en el barro? ¿Después de menospreciar al equipo rival? ¿Después de cuestionar a tu entrenadora?
¿Ahora quieres jugar?
-No puedo cambiar todo eso.- Responde.- Pero puedo rectificar e intentar corregir mis errores. Déjeme salir a la pista.
-Bueno,- le dice Irisia- ¿y qué hacemos? ¿tiramos lo que queda de set o quieres entrar ya, sin calentar?
-Hagamos como ellas. Peleemos hasta el último punto.

Monique vuelve al equipo y pelea. Pelea el maldito cuarto set como si el espíritu de su entrenadora la hubiese poseído. Como una tigresa que asesta sus zarpazos intentado caer con la cabeza bien alta.

Finalmente el árbitro otorga el último punto al equipo de Nadia. Es el dos a dos. Los equipos se reúnen de nuevo. Irisia y Monique espolean al Roses, necesitan transmitir buenas sensaciones. No se trata de evitar el ridículo, que ya lo han hecho al ceder dos sets, se trata de competir. Ganar o perder, disputar el partido como lo que es, una final.

Nadia en cambio, ordena un cambio de roles. Ahora Bárbara será la atacante y Mikaela la colocadora. Alice no entiende por qué han jugado todo el partido con las posiciones intercambiadas y Nadia le responde citando a su ídolo deportivo: "Cuando uno es competidor y quiere ganar, nada es trivial."

La sorpresa para las chicas del Roses no es ver a Mikaela repartiendo asistencias. Es la masacre de puntos que hace Bárbara rematando como si fuera una jugadora de la Superliga. "¿Cómo diablos es posible?" Se pregunta Irisia. "Yo he visto a esta chica jugar con su instituto, es una de nuestras candidatas a beca deportiva. Y en los diez partidos que la vi no tenía semejante potencia, ni de salto ni de remate. ¿Tanto ha cambiado en más de medio año?" Irisia llama a su segundo entrenador.

-Habla con el director deportivo y dile que haga todo lo que haga falta para que las número cuatro y siete del Sky'n Sea terminen en nuestro equipo.

Irisia mira a Nadia. "No te preocupes amiga mía, yo completaré el aprendizaje de esas chicas." Piensa mientras le hace una mueca.

Monique intenta igualar el marcador, pero no puede evitar ir siempre un paso por detrás. Cada punto del Roses recibe una respuesta de igual intensidad. Hasta que harta de ir a remolque, Irisia hace uno de los mejores tiempos muertos de toda su carrera como entrenadora. Sienta a las inútiles, ordena cambios en las jugadas ensayadas y prepara una rotación de servicio del mismo modo que si estuvieran jugando un partido contra un rival de entidad.

El cambio de actitud da alas a las jugadoras del Roses. Ahora por fin vuelven a ser el equipo imbatible del Torneo Local. El rodillo que aplasta a los equipos de la ciudad año tras año. Con un parcial de ocho a cero se quedan a tan solo tres puntos de ganar el partido. Monique, mucho más sonriente, mira a Daniela, que está enfrente, al otro lado de la red, y le pregunta:

-¿De verdad creíais que ibais a ganar?

Daniela la mira fijamente a los ojos.

-Nosotras no jugamos para ganar.- Responde la jugadora del Sky'n Sea.
-¿Entonces?- Replica Monique desconcertada.- ¿Para qué jugáis?
-Para enfrentarnos a lo imposible.

El equipo campeón saca. "No lo entiendo." Se dice la estrella del Roses. El partido está prácticamente sentenciado, pero el Sky'n Sea anota un nuevo punto.

-¡Venga! ¡Un punto más!- Les grita Nadia a sus jugadoras.

Monique mira a Nadia. "Es tal como ha dicho Irisia. Esa entrenadora les ha enseñado una idea de competir que está a años luz de lo que a mí o a mis compañeras se nos ha inculcado desde bien pequeñas."

-¡Uno más!- Grita Nadia tras marcar un nuevo tanto.

"¡Malditas cucarachas!" Piensa Irisia visiblemente irritada. "¿Por qué no se rinden de una vez?"

-¡Venga! ¡Venga! ¡Uno más!- Se vuelve a escuchar a Nadia con cada punto que anota su equipo.

Jugar para ganar o jugar para no perder nunca, dos ideas de entender la competición igualadas en el marcador. Entonces aparece Bárbara, desde zona cuatro, alcanzando esa idea de smash reservada a aquellos capaces de entender los vínculos que conllevan el trabajo en equipo, la coordinación y la constancia. Su remate hace que el balón doble la mano de una de las chicas del bloqueo, golpee el pie de la receptora y salga disparado hacia el lateral deslizándose a ras de suelo.

Irisia mira hacia el techo del pabellón. "¿Qué más puedo hacer?" Se dice superada. "El Sky'n Sea es un equipo amateur, pero sus jugadoras juegan como si estuvieran en un equipo profesional. Ella..." Añade en referencia a Nadia. "...ella, solo alguien con su experiencia sería capaz de potenciar así a un puñado de crías. Y lo ha hecho desde la mentalidad. Las ha preparado para que se enfrenten a cualquier adversidad, por más problemas que haya, por más dificultades que encuentren... esas chicas se la creen... están dispuestas a afrontar cualquier escenario por imposible que parezca y lo demuestran. Son como ella, les da igual ganar o perder, les da igual si están siete u ocho puntos por debajo. Como si son doce. Ellas compiten cada balón porque es la única forma en la que entienden el voleibol. Y por desgracia para mis chicas, yo no sé qué decir. Solo sé que disfruto con el voleibol y que quiero lo mismo para ellas.
>>Yo estaba presente el día que fichó a Saria. Había chicas mucho mejores y con más condiciones físicas, pero ella fue directa hacia aquella chica, la que más peleaba a pesar de su pobreza técnica, y entonces, le robó el alma a aquel equipo.
>>Eres perversa, Nadia. Has creado un equipo a partir de la mentalidad y la personalidad, has hecho aflorar el talento y has machacado el de mis jugadoras."

El árbitro marca el final del partido. El Sky'n Sea se proclama campeón del Torneo Local por primera vez en la historia. Nadia aplaude a las chicas del Roses y les agradece el esfuerzo realizado una a una. Después recibe el efusivo abrazo de Alice que casi la tira al suelo. Su familia también baja a la pista, están impresionados. "Tu equipo es impresionante." Le dice Marta señalando a la pista. Donde las jugadoras de ambos equipos se saludan y charlan amistosamente. "Tus chicas no parecen las ganadoras. Son como tú. Seguro que si les preguntas jugarían otro partido ahora mismo."

Nadia mira a su alrededor. Está buscando a alguien pero no lo encuentra. Se separa de su familia y se acerca al que era el banquillo del Roses.

-Toma.- La sorprende Irisia entregándole la bandera que las acredita como campeonas.- Os la habéis ganado.- Reconoce antes de soltar una sonrisa forzada.- Tú deberías ser la entrenadora del Roses.
-Oh, vamos.- Le dice Nadia tirando la bandera al suelo y dándole una abrazo.- Pero si tienes un equipazo. La chica esa, Monique, ha hecho unos remates impresionantes, me ponía la piel de gallina; y las receptoras han jugado muy bien. Tienes chicas altísimas que además saltan mucho. No deberías tener motivos para estar triste, tus chicas son muy fuertes.
-Ya sabes que no soy como tú.- Afirma Irisia desconsolada.- Yo no me levanto tan rápido.

Las dos entrenadoras se dan la mano para despedirse. Irisia reúne a sus chicas y empiezan a recoger sus pertenencias. Los equipos han de usar el vestuario por turnos, y como perdedoras, van primeras.

-¡Esperad un momento!- Les grita Nadia.
-¿Qué pasa?- Pregunta Irisia.
-Es que verás... nos gustaría jugar un set más.
-¿Cómo?- Se sacude la cabeza Irisia.- ¿Queréis jugar otro set?
-Sí, es que queremos jugar un rato más. Si quieres podemos mezclar los equipos, así será más divertido.
-No señora.- Se ofende la entrenadora del Roses.- Jugaremos la revancha. ¡Y ganaremos!- Les grita a sus chicas.

Efectivamente, el Roses ganó el set de la revancha. Irisia fue muy criticada y se pidió su cese... hasta que empezó la temporada y su equipo ganó el Torneo Open.

Tal como exigió, echó del equipo a dos jugadoras y fichó a las dos del Sky'n Sea que pidió. Las dos chicas consultaron su traspaso con Nadia pero ella les respondió: "No puedo aconsejaros porque no sé qué es lo mejor para vosotras. Así que deberéis tomar vosotras mismas la decisión."

Sin dos jugadoras, el Sky'n Sea tuvo que buscar sustitutas. De mientras, el equipo quedaba penúltimo en el Torneo Norte. Ya con la plantilla al completo, pero con muchos problemas por exámenes, localizaciones y demás circunstancias, quedarían últimas en el Torneo Oeste y quintas por la cola en el Torneo Sur. No sería hasta el Torneo Este cuando se proclamarían campeonas y tendrían el derecho a jugar las eliminatorias por el ascenso. Un ascenso ya denegado de antemano por motivos económicos, que no les impidió competir y quedar subcampeonas del Territorial.