AGRADECIMIENTOS
Quisiera darle las gracias a mi agente, Stephanie Cabot, así como a Ellen Goodson Coughtrey, Rebecca Gardner, Will Roberts y a todos los que trabajan en la Gernert Company. Gracias a mi editora, Trish Todd, y también a Kaitlin Olson y a todo el equipo de Atria Books. Y a Araminta Whitley, de la Soho Agency, y a Sam Humphreys, de Mantle. Les estoy muy agradecida a mis primeras lectoras, Carol Doup Muller, Jay Dunn, Nikki Reisch, Silvère Boitel y a la inimitable Boomie Aglietti. A mi grupo de escritura: Soren Kisiel, Jenny Hagel, Dava Krause, Julia Price Baron y Michelle Walson, gracias por las cervezas y las observaciones. Para la escritura de esta novela me he inspirado en algunos libros, sobre todo en Elizabeth’s Women, de Tracy Borman, The Queen’s Conjurer, de Benjamin Woolley y Rogues, Vagabonds, and Sturdy Beggars editado por Arthur F. Kinney. La redacción de mi libro coincidió casi en su totalidad con el segundo año de vida de mi primer hijo y con el nacimiento y el primer año de mi segundo hijo. Sin esa dedicación, la novela no existiría. Gracias a todos los trabajadores de BBCDC, en especial a Kimberly Dalton. Y a Natalie Mayne y a Leah Gonsalves por jugar con ellos a pelota. Durante horas. Tampoco habría podido dedicarme a mis hijos sin contar con trabajos a tiempo parcial, de modo que gracias a la buena gente de la Neighborhood Playhouse y la American Academy of Dramatic Arts, así como a mis (a estas alturas) cientos de exalumnos por hacer que esos empleos me resultaran de lo más agradables. Gracias a la familia Salyers Hurand por su apoyo incondicional. Mi más profunda gratitud a mis padres, por valorar mi voz, y a mis hermanas por compartir las suyas conmigo. Por último, y sobre todo, gracias a A., K. y G. por ser mi gente.